BIENVENIDOS, LINCES.
(Antes que nada, todos los comentarios bienvenidos, bla bla bla, venga el post).

Javier, un personaje en la serie de los Simpsons con una sola aparición en el capítulo 15 de la octava temporada, titulado: "La fobia de Homero".
El nos enseñó que:

Con una buena licorera todos podemos ir a la guerra.

Un libro no se juzga por su portada, pero un juguete si por los gráficos de su caja.

Dar importancia a la nostalgia, el absurdo trágico, lo tragicamente absurdo (como cuando muere un payaso).

Una cortina de cocina le pone estilo hasta al baño. ¿No te moriste cuando la viste?

Una buena canción sirve para divertirse, para entrarle a la fiesta.

Aunque un homosexual le quite plusvalía a tu inmueble, sigue siendo redituable al escuchar un hermoso ZAP por la mañana.

A Papa Noel en Japón le dicen "Hombre de los Regalos Anuales" y que vive en la luna. (Nada para conquistar rufianas que esta curiosidad).

Y con lo anterior, si necesitamos huir de algún compromiso, nada como inventar que nuestra mamá estaba enferma.

Algunas mujeres parecen rubias porque jamás en la vida se dejan la raiz.

Un dulce de captus no se le niega a nadie.

Nada es mejor que un gorro por si llueven mujeres desnudas.

Internet es un milagro.

Todo se resuelve con la lógica, siendo un robot de Papá Noel el mejor arma ante los venados.

A los gays también se le puede decir por su nombre (de vez en cuando).

Y finalmente: El respeto se puede ganar siempre, a veces insignificantemente salvandole la vida a alguien.

Gracias por tanto, Javi. Perdón por tan poco. Por vos aprendí que comerse travestis está bien.
