Abstinencia, por Zambayonny

Recorro la casa, voy cuarto por cuarto, miro las paredes, el techo, prendo las luces, las apago, nada me interesa,
agarro la guitarra, toco dos acordes, está desafinada, intento afinarla, no puedo, la dejo, acomodo un cuadro, queda torcido, salgo al patio, miro el cielo, el clima me da igual, hay sol, ojalá se pudra,
vuelvo a entrar, voy a la cocina, hago mate, saco el agua fría, tomo dos o tres, puteo, lo abandono, abro la heladera, hay botellas por la mitad, restos de comida, no me sirve nada, cierro la heladera, la abro de nuevo, nos miramos con los restos de comida un rato largo, en silencio, suspiro profundo, niego con la cabeza, cierro la heladera,
pasa el perro, me mira, se burla, le tiro una patada, un poco en broma, un poco en serio, le erro, me hago mal la rodilla, grito, puteo, voy rengo hasta el comedor, me apoyo en la mesa a reflexionar, el dolor va pasando, de a poco, reviso el celular, no tengo mensajes, ni llamadas, abro los contactos, se está quedando sin carga, se apaga, para siempre, agarro el cargador, no tiene el adaptador del enchufe, se lo puse a otra cosa, no sé a cual, lo dejo,
me acuerdo de la radio, puede ser una esperanza, busco una, chiquita, bastante vieja, hace mucho que no la veo, tiene que estar en algún lado, abro todos los cajones, encuentro otras cosas, tal vez esté el adaptador, no está, abro el cajón hasta el fondo, pasa de largo, se sale, cae el contenido al suelo, puteo, me agacho a juntar las cosas, me duele la rodilla de nuevo, algunos objetos volaron lejos, abajo del sillón, me pongo de rodillas, vuelve el perro, me mira, le agarro la cabeza, trato de que se meta él, no va, intenta morderme, me muerde, se escapa, lo insulto, sigo en lo mío,
meto la mano abajo del sillón, estiro bien el brazo, me parece que toqué una araña, saco rápido la mano, gritando, me cuesta levantarme, me paro igual, como un hombre, salgo del comedor, voy a la pieza, me dejo caer sobre la cama, reboto un poco hasta que quedo muerto, apoyo la cabeza en la almohada, creo que puedo dormir una larga siesta de varias horas, me levanto a los 20 segundos,
abro el cajón de la mesa de luz, encuentro la vieja radio chiquita, la prendo apurado, no anda, no tiene pilas, busco pilas por la casa, abro todos los cajones, no encuentro ninguna, descuelgo el reloj de pared, le saco las pilas, intento colocarlas en la radio, no entran, vuelvo a dejar las pilas en el reloj, se me movieron las agujas, lo quiero poner en hora, se zafa la perilla, lo dejo así, tres horas atrasado, que se joda, lo cuelgo igual, pienso en ir a comprar pilas, no veo la llave,
la dejé en algún pantalón, reviso varios, no está, voy al lavadero, busco entre la ropa sucia, encuentro un jean mojado, meto la mano en los bolsillos, no está la llave, hay un papelito, bien doblado, puede ser importante, intento leerlo, no puedo, lo tiro, vuelvo al comedor, abro los cajones, encuentro un juego de llaves, son viejas, no sé qué carajo abren, las guardo donde estaban, cierro el cajón,
decido salir por la ventana, me golpeo la cabeza con la persiana, el perro está sentado mirándome, lo escupo, le erro, lame la escupida, le grito que no sea asqueroso, pasa un patrullero, no sabe si estoy entrando o saliendo, frena, los saludo con la mano con tranquilidad, sonrío para que entiendan que vivo ahí, no entienden, bajan, perdí las llaves, les digo, documentos me dicen, no los tengo, les digo, vos sos el de la paja, me dice uno, me dan ganas de decirle que no, le digo que sí, también hice el whisky, de dios, le aclaro, no la conozco, me responde, ya la vas a conocer, le digo, se van, los puteo, bajito,
voy a la esquina, el quiosco está cerrado, vuelvo, piso mierda, trae suerte, razono mejor, la mierda no puede traer suerte, la mierda es mierda,
entro por la ventana, el olor es insoportable, guardo la radio en un cajón, me siento frente al televisor, es la vez número 20 que lo hago en el día, tomo el control remoto con las dos manos como si fuera un rifle con la última bala, apunto a la pantalla, recorro los canales, soy un náufrago esperando encontrar un continente, una isla, una piedra, un rama, algo que flote, nada, History Channel y la puta madre que te parió, voy y vengo por toda la grilla, tres veces, cuatro veces, nada, están dando Bastardos sin gloria, decido mirarla, no aguanto un minuto, apago la tele,
abro la ducha, me desvisto, me meto, me quemo, grito, puteo, quiero abrir la fría, para llegar a la canilla tengo que pasar por el chorro, está dura la rosca, muy dura, me estoy quemando el brazo, todo esto lo hago gritando, logro abrir la canilla, se enfría, me meto, se enfría más, más y más, está helada, me quiero morir, salgo, no hay toalla, voy desnudo hasta la pieza, descalzo, mojado, me resbalo, caigo, me golpeo, me quedo un rato quieto,
viene el perro, me lame la cara, me mete la lengua en la boca, escupo, voy arrastrándome hasta la cama, intento treparme, no puedo, me duele todo, me quedo ahí, en el piso, en posición fetal, empieza a anochecer,
no creo que aguante otro domingo sin fútbol.

