

1. No pases ni un solo día sin reir. La risa es la medicina para el alma. Incluso reir solo te ayuda enormemente a liberar químicos, como endorfinas, que te ayudarán a tener una sensación de bienestar, y puedes contagiarlo con la gente que te rodea.

2. Regala lo que no te sirve. Tendemos a aferrarnos a cosas que ya no tienen ninguna utilidad para nosotros, tal vez por nostalgia de que nos recuerdan un momento en particular, o por necedad (ese vestido de hace 5 años no te quedará, y si te queda ¿de verdad quieres usar algo ya tan anticuado?) Liberemos espacio para darle cabida a nuevas cosas en nuestra vida.

3. Aléjate de gente tóxica. Las malas vibras, al igual que la risa, son contagiosas. Aprende a identificar quiénes son verdaderos amigos, y quiénes no lo son y tienen actitudes negativas. A veces duele separarte de personas con las que has compartido tanto, pero piensa ¿en serio quieres que te relacionen con una persona falsa/tramposa/criticona? Aunque tú no lo hagas, si te rodeas de gente así, eventualmente pensarán que eres igual.

4. Aprende a adaptarte. Es una regla básica de las leyes de la naturaleza, te adaptas o mueres (figurada y literalmente). Hay cosas que no podemos controlar, es un hecho, el ser flexibles nos ayudará a "capotear" esos imprevistos de la vida y a sacar lo positivo de cada situación, por más mala que se vea en el momento. Permite que la corriente te vaya indicando el camino.

5. No te guardes sentimientos. La vida es muy corta como para irnos llenando de cosas que nunca dijimos. ¿Quieres decirle a alguien que lo quieres? Hazlo. ¿Quieres que alguien sepa que estás molesto/a con él/ella? No finjas que todo está bien y platícalo. Guardar nuestras emociones a la larga nos enferma físicamente.

6. Invierte en experiencias. Sí, yo sé que es padrísimo gastar a diestra y siniestra en cosas materiales: el smartphone más nuevo, decenas de zapatos que solo usarás una vez, bolsas de cada color del arcoiris. Pero gastar en experiencias te deja un nivel de satisfacción supremo y puedes recrearlas una y otra vez en tus recuerdos. Viaja, salta del paracaídas, prueba toda la comida que puedas, ve a lugares diferentes.

7. Sigue tus instintos. Esa voz interior que tienes dentro de ti es muy sabia, y aunque el mundo te diga lo contrario, escúchala. Tú mejor que nadie sabe lo que es mejor para ti. Es feo estar viviendo la vida que los demás creen que deberías de vivir y no la que tú realmente quieres.

8. Aprende a perdonar. Hay cosas que nos hacen a veces por mala leche y otras porque simplemente sucedieron. Llenarte de rencor no te dejará nada bueno. Si necesitas tiempo para superar la situación, hazlo, pero después despréndete de eso y continúa tu vida de una forma más ligera.

9. Comparte tu tiempo con tus seres queridos. El caos del día a día hace que dejemos a un lado a familia, amigos o pareja. Nuestro paso por este mundo es tan frágil que nunca sabes cuando volverás a recuperar tiempo para disfrutar con tu gente. A veces es demasiado tarde. Date aunque sea unos minutos para llamarlos o verlos y hacerles saber lo importantes que son para ti. Nunca sabes cuando tus palabras llegarán en el momento indicado para alegrarle el día a alguien más.

10. Genera empatía. Tener la capacidad de poder ponerte en los zapatos de los demás te ayudará a entender puntos de vista o comportamientos ajenos a los tuyos. Recuerda que cada cabeza es un mundo y que cada uno tenemos que pelear con nuestros demonios. ¿Alguien te está haciendo pasar por un mal rato? Pregúntale si todo se encuentra bien, trata de ser amable y verás que el mundo será amable de vuelta.
