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Un valle donde las formaciones rocosas rojizas parecen velas derretidas, un rascacielos de roca que asoma entre las nubes, una formación natural que parece una pirámide en medio de un salar, un pueblo de casas de adobe al pie de un cerro de siete colores, un frente amurallado de hielo de 13 kilómetros de extensión, una cascada de tres kilómetros de extensión, una montaña que parece echar humo eternamente, un paisaje que parece en Marte,etc.



Argentina es más allá de sus maravillas más famosas (el Glaciar Perito Moreno, las cataratas del Iguazú, el cañón de Talampaya) un destino donde es mucho más lo que hay por descubrir.


1. Un valle rojizo con formas que parecen velas derretidas (En la provincia de Salta)

Precisamente, al ser un sitio poco conocido, no tiene un acceso fácil o consolidado. No hay un camino para llegar, más que caminando. Se llama Valle de Las Cuevas, un cañón de increíbles formaciones rocosas de arenisca rojiza de tonos muy intensos, hasta llegar después de unas dos horas hasta unas cuevas que hacen que valga la pena todo el recorrido. Precisamente, la mejor forma de describirlas es como un rincón donde parece haber velas derretidas gigantes. Se conocen también como Cuevas de Acsibi, y se encuentran en la localidad de Seclantás, en los Valles Calchaquíes de la provincia de Salta.







2. Una rascacielos de roca (Cerro torre)

Visible con facilidad desde la frontera argentina desde la localidad de El Chaltén, el cerro Torre está en una región con fronteras aún sin definir entre Argentina y Chile, aunque su cara oriental si pertenece a Argentina. El cerro Torre emerge como un rascacielos piramidal, acompañado de otras “agujas” de roca. Tiene 3133 msnm, por lo que no destaca por su altura, sino por su forma caprichosa..










3. Un cono natural casi perfecto en el medio de un salar (Salar de Arizaro, en provincia de Salta)

Por su relativa lejanía, no es un destino masivo para turista ni mucho menos, pero hay excursiones que se realizan desde la ciudad de Salta para conocer el salar de Arizaro, en la llamada Puna de Atacama. Si ya de por sí todo parece otro mundo por la rareza de los paisajes, a ello hay que sumar el Cono de Arita, una formación que se ve tan regular y perfecta que no parece natural. Sobresale con unos 200 metros de altura aparentando ser una pirámide (lo dicho, es que es un cono) sobre el mar de sal:





4. Un pueblo entre cerros de Siete Colores

La Quebrada de Humahuaca encuentra en éste sitio del noroeste de Argentina una de las más curiosas y peculiares gamas de colores, el resultado de procesos geológicos que incluyen sedimentación marina, lacustre y fluvial, con su acabado final gracias a los movimientos tectónicos. Un colorido experimento geológico en un sitio reconocido por sus valores culturales y paisajísticos como Patrimonio de la Humanidad. El pueblo se llama Purmamarca, y posee un aspecto arquitectónico de casas bajas y en adobe que se ven aún más pintorescas al pie de un cerro de siete colores, y en el marco de cerros colorados...

















5. Una muralla de hielo de 13 kilómetros de ancho (glaciar Upsala)

Imaginen un monstruo de hielo de 13 kilómetros de ancho y 53 kilómetros de extensión. Su frente es un ejército de picos de hielo de hasta 40 metros de altura que desafían nuestros sentidos descolocados al enfrentarse a una escala monumental. El glaciar Upsala es una muralla de hielo, la tercera en Sudamérica, pero además, es el gigante de hielo más grande entre los que son fácilmente accesibles para el turismo. Es parte del Parque Nacional Los Glaciares en la provincia de Santa Cruz.



Una vista de satélite (donde se ve como otros glaciares alimentan al glaciar Upsala):











6. Una cascada de tres kilómetros de extensión (Saltos del Moconá)

Y no hablamos de las cataratas del Iguazú, que si son una de las maravillas naturales del mundo y un paisajes por demás famoso. Los Saltos del Moconá pasan injustamente poco mencionados ante una maravilla tan grandilocuente como Iguazú. Sin embargo, no dejan de ser sorprendentes por sus dimensiones. Como si fuera un corte transversal en un río, un acantilado de 10 metros de altura y más de dos kilómetros de extensión es el accidente a saldar por un torrente de agua abundante. Los Saltos de Moconá se encuentran en el río Uruguay, en la provincia de Misiones.





7. Una montaña que parece echar humo (Monte Fitz Roy)

Desde el lado argentino, es donde mejor se observa el cerro Fitz Roy, junto a unas agujas de roca que parecen pinchar el cielo. La cumbre, con sus crestas permanece gran parte del tiempo entre nubes que parecen simular que la montaña echa humo, un espectáculo que se puede disfrutar después de un mágico sendero. Gracias a ello, en otros tiempos el Fitz Roy era confundido con un volcán. Se encuentra en cercanías de El Chaltén, provincia de Santa Cruz.











8. Un paisaje que parece en Marte

Imaginen un paraje apenas habitado, con un pueblo con casas de adobe en un paisaje que promedia los 4.000 metros de altura, con colores, formas y texturas que bien podrían hacer de escenografía de un paisaje del planeta Marte. Así es Tolar Grande, en la provincia de Salta. Como curiosidad, cerca de Tolar Grande, se encontraron hace pocos años en los llamados ojos de mar (lagunas saladas y profundas en altura) algunas de las colonias de bacterias más sorprendentes del mundo (los estromatolitos), uno de los indicios de vida más antiguos de la Tierra.









9. Una formación rocosa que parece un glaciar (Campo de Piedra Pómez, Catamarca)

Parecen esculturas a más de 3.000 metros de altura, un mar de piedra pómez que simulan olas petrificadas y formas difíciles de describir: para algunas, una paisaje lunar, pero para otros, simplemente un paisaje más de la puna, en cercanía de El Peñón, en la provincia de Catamarca, al norte de Argentina. Los bloques de piedra se suceden como edificios hasta perderse en el horizonte.







10. Un bosque sumergido en la Patagonia

Situado a 30 metros de profundidad en el lecho del lago Traful, en la Patagonia, el bosque sumergido recrea un paisaje de fantasía, capaz de deslumbrar a quienes se animen a bucear entre gigantescos árboles casi intactos, como si se estuviera volando en un paisaje fantasmal: durante un terremoto ocurrido en el año 1960, se produce el desmoronamiento de una ladera boscosa que termino sumergida en el fondo del lago con ejemplares de hasta 30 metros de altura que permanecen increíblemente de pie:




link: http://www.youtube.com/watch?v=rQ-fX2kpi9c

11. Una roca solitaria de 280 metros de altura (Piedra Parada, Catamarca).

Al noroeste de la provincia de Chubut se encuentra una pequeña población que toma el nombre de una formación rocosa por demás curiosa por sus dimensiones y por encontrarse relativamente solitaria o descolocada, en una zona modelada por el río. Piedra Parada es un gigante que emerge con 280 metros de altura y con sus 100 metros de ancho en lo que hoy es un área protegida. Paraíso para fotógrafos y escaladores sobre todo:







12. Un lago color Esmeralda en Tierra del Fuego

Es un pequeño espejo de agua, pero con un color esmeralda que lo hace único sumado a su entorno de montañas, bosques y glaciares. Laguna Esmeralda es una excursión de trekking cerca de la ciudad de Ushuaia (está a unos 20 kilómetros). Llegar al lago requiere unas dos horas de caminata atravesando turbales, bosques, y bordeando ríos de deshielos por un sendero bien señalizado.







13. Un ejército de penitentes, en Los Andes

La nieve puede adoptar formas tan caprichosas como lo son los llamados “penitentes”, formaciones de pináculos de nieve que se encuentran en zonas de alta montaña y que no es difícil encontrarle un parecido con procesiones de monjes con capuchas blancas. Éste fenómeno se produce con mayor frecuencia en zonas de montaña de Argentina (Y también de Chile). Los penitentes tienen la forma de hojas delgadas y endurecidas de nieve o hielo que tienen una orientación marcada por la luz solar. Algunos penitentes pueden alcanzar hasta 5 metros de altura siendo un obstáculo a veces muy “molesto” para escaladores y excursionistas de montaña.









14. Un desierto negro (Payunia, en Mendoza)

Payunia es un territorio apenas explorado, y sólo para afrontar con un guía conocedor del terreno. Se encuentra al sur de Mendoza, provincia argentina. Hace millones de años, los volcanes dejaron una huella para la eternidad, en forma de un desierto de color negro donde tímidamente aflora la vida.





Si lo vemos desde una imagen por satélite, Payunia se ve como un extraño y oscuro paisaje:



15. Un cañón color ocre (En La Rioja)

Cañón del Ocre se encuentra cerca de en la provincia de La Rioja. Saliendo desde Famatina, en un recorrido en coche en una hora estaremos en el Cañón del Ocre, a unos 2.500 msnm. El alto componente de azufre de las rocas adyacentes al río terminan por conformar otro de los paisajes curiosos y casi desconocidos de Argentina, entre montañas doradas:







16. Un mar de sal (Salinas Grandes)

En el límite de las provincias de Salta y Jujuy, se encuentra Salinas Grandes, a una altitud de 3.450 msnm, otro de los depósitos de sal más grandes del planeta y un paisaje difícil de catalogar, pero que invita a sacar fotos como si de una escenografía surrealista se tratara: