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Una garganta de aguas turquesa, el castillo “de cuento” que se cree inspiró la historia de la Bella Durmiente, un pueblo también de cuento, pero de cuento de Navidad, un pueblo construido con rocas de granito, una duna gigante de arena, una playa que es un paraíso escondido, un pueblo entre rocas y un paisaje con extraños tonos en ocre. Todos son los primeros integrantes de una lista de rincones curiosos y poco conocidos de Francia (o al menos, mucho menos conocidos que la Torre Eiffel):




1. La garganta de aguas color turquesa














2. El castillo de la Bella Durmiente

Aferrado a una colina, con vistas al bosque de Chino y junto a un río, el resultado es un castillo que se muestra majestuoso, y se promociona como el “Castillo de la bella Durmiente“, porque según se dice, fue el que inspiró la historia. Se encuentra en el Valle del Loira.








3. Un pueblo que parece sacado de un cuento de Navidad














4. Un pueblo construido en granito.



tiene apenas unos 800 habitantes, pero un patrimonio arquitectónico notable y muy bien conservado capaz de valer el reconocimiento como uno de los pueblos más bellos de Francia. Iglesias y casas de granito, tejados negros que parecen una obra de arte, calles empedradas. Lo que se dicen un pintoresco viaje en el tiempo:








5. Una duna gigante

Una masa de arena costera tan grande como para convertirse en la duna más alta de Europa con sus más de 100 metros. Hablamos de un gigante arenoso con un total de 60 millones de metros cúbicos a lo largo de 2,7 kilómetros de costa, con hasta 107 metros de altura en constante acumulación enfrentados al mar. Se llama Duna de pyla, o Duna de Pilat y es uno de los destinos más visitados del litoral aquitano en el golfo de Vizcaya, sobre la costa atlántica francesa.










6. La playa más escondida de Francia


Calanque es por definición, una bahía o ensenada entre paredes empinadas de roca, generalmente caliza, en sectores de la costa mediterránea. Ésta definición, se aplica normalmente en países como Francia, donde es posible encontrarse con paraísos escondidos en zonas como la Riviera Francesa, o la isla de Córcega. Sin dudas, la ensenada En-Vau entre la costa de Marsella y Cassis es uno de los mejores ejemplos












7. Una capilla en la altura

Una curiosa formación volcánica que hoy está en medio de la ciudad de Le Puy-en-Velay, en el Alto Loira francés. Y a 85 metros de altura de esa formación, una capilla que lleva más de 1.000 años separada del resto de la ciudad por nada menos que 268 escalones.






8. Un pueblo entre rocas

Es un pequeñísimo poblado encaramado en un irregular promontorio rocoso. Tal es así, que el pueblo hasta parece camuflado entre las rocas. Se llama Les Baux-de-Provence y está en la lista de las villas más bellas de Francia.












9. Un paisaje con matices en ocre






10. Una ciudad medieval de color rojo (Collonges-la-Rouge)

Una ciudad medieval en color rojo, o mejor, una ciudad medieval increíblemente conservada, con la curiosidad de que el material que utilizaron para construir cada cada y edificio del pueblo, es la piedra de rodeno (o piedra de arenizca rojiza), lo que la distingue aún más. Se llama Collonges-la-Rouge en la región de Lemosín.












11. Los jardines modelados de Marqueyssac (Dordoña)

No sólo los pueblos que parecen colgados de Dordoña son los destinos más visitados. También lo puede ser éste increíblemente modelado jardín, en los jardines del Chateau de Marqueyssac. Además de la belleza verde, desde el jardín terraza se puede ver a lo lejos Beynac, las villas Castelnaud y Fayrac hasta la misma La Roque Gageac.
















12. Un río que atraviesa un arco de roca gigante (La garganta del río Ardèche)

Un río que serpentea atravesando una imponente garganta hasta pasar por un modelado arco natural de roca caliza, un puente con un arco de 60 metros de altura de piedra caliza, que junto a la formación rocosa se ve imponente desde cualquier ángulo. Se calcula que unas 100.000 personas atraviesan cada año el arco, un tipo de formación única en el mundo por su tamaño. Se encuentra en la región Languedoc-Roussillon, sureste de Francia








13. El pueblo que parece aplastado por acantilados (Les Eyzies)

En la zona de Les Eyzies de Tayac-Sireuil, un poblado junto a cavernas, no es nada extraña encontrar construcciones que parecen estar a punto de ser “aplastadas por un acantilado”. Las cavidades naturales en la piedra caliza ocupadas por el hombre en la prehistoria, se adaptaron a la forma de construir (y modificar esas cuevas) para hacerlas viviendas en tiempos medievales









14. La costa de los arcos gigantes (Etretat)

En la costa de Pays de Caux se encuentra Etretat, y sus famosos acantilados y arcos naturales, un sitio de particularidades geológicas que ha atraído a numerosos artistas para inspirarse. Las razones se aclaran en cada imagen:













15. Un pueblo encaramado en la montaña (Peillon)

Rodeado por un barranco, con escaleras en lugar de calles, Peillon está a sólo 13 kilómetros de Niza y es una pintoresca aldea muy bien conservada, con su aspecto medieval y callejuelas serpenteantes con mucha fotogenia. Es un ejemplo de village percé, un tipo de urbanización medieval que buscaba situarse en los puntos más recónditos y poco accesibles con fines defensivos.










16. Un castillo en el agua ( Castillo de Azay-le-Rideau)

El Castillo de Azay-le-Rideau , en el departamento de Indre-Loira, fue construido en 1527 y está situado sobre una pequeña isla del río Indre, por lo que sus cimientos se elevan directamente desde el río. Su situación y el entorno, lo vuelven un lugar de ensueño y sumergido en la tranquilidad.








17. Una iglesia que parece aplastada bajo una roca

En el valle de Blavet en Bretaña, y junto al río del que toma el nombre, se encuentra una pequeña y curiosa capilla situada en un lugar bastante particular: una enorme roca de granito que parece aplastarla. Se llama Iglesia de St. Gildas.






18. Un pueblo adosado a un acantilado (Rocamadour)


Dordoña es una región (departamento) al suroeste de Francia, en lo que fue la antigua provincia de Périgord. El eje de ésta región, es el río Dordoña, que modela abruptos valles, a veces “amurallados” entre acantilados rocosos donde curiosamente, se asientan (más bien “haciendo equilibrio”) numerosos pueblos históricos. Entre ellos se encuentra Rocamadour.