Una publicidad de la década del 60 de Mini Cooper dice “El Mini Automatic. Para una conducción básica”.
Los relojes IWC se definen con un mensaje: “casi tan complicado como una mujer, pero puntual”.
Tal como dicen en el blog de La Información, es un anuncio que iría perfecto en alguna de las escenas de la serie Mad Men. El hombre de la casa le dice a su mujer “No te preocupes, cariño, no quemaste la cerveza”.
En 1952 un anuncio de Dormeyer se dirigía a las “Esposas. Miren este anuncio con detenimiento. Marquen los productos que quieren para esta Navidad. Muéstrenselo a sus maridos. Si no van inmediatamente a la tienda, lloren un poco. No mucho, sólo un poco. Irán, irán”. Luego, a los “Esposos: Miren este anuncio con detenimiento. Elijan los productos que sus esposas quieren. Cómprenlos. Antes que ellas comiencen a llorar”. ¿El detalle? Son todos electrodomésticos.
Una publicidad de 1953 de Ketchup Alcoa incluye la pregunta “¿Querés decir que una mujer puede abrirlo?”
Nada menos que una terrible naturalización de la violencia contra las mujeres: “No importa lo que ha pasado. Él es un hombre y usted lo ama. Él merece Lucky”, dice el anuncio, mientras muestra la imagen de una mujer sonriente con un ojo morado y un hombre por detrás con guantes de boxeo.
¿Con una tabla de planchar se sienten astronautas?
“Sople en su cara y ella lo seguirá a cualquier lado”, dice esta publicidad de cigarrillos.
“¿Desde cuándo a alguien le importa si es bella por dentro?”, lanza este anuncio, con una imagen de una mujer y debajo, un auto.
“Le obedecerán, le admirarán y le querrán ardorosamente, por lo que su vida será un verdadero edén”, advierte el anuncio de un libro que “enseñaba” cómo “dominar a las mujeres”. Eso sí, aclaraba: “sin látigo”.
¿Son muñecas?
Solo pedazos de carne.
“Mantenela donde pertenece”
“En la mañana de Navidad (y por siempre en adelante) ella estará feliz con una Hoover”, dicen desde la compañía de aspiradoras…
“¡Las mujeres no dejan la cocina!” Y agregan que “todos sabemos que el lugar de la mujer es en casa”, para prepararle al hombre su deliciosa comida.
“Convirtiéndote en donante será probablemente tu única chance de estar dentro de ella”. Por una buena causa, pero con un mensaje híper sexista.
