Nació en Guadalajara, Jalisco en 1959. En 1964 se traslada a la Ciudad de México.
En 1991 montó su primera exposición, llevaba sin advertirlo 20 años trabajando para el arte. Por décadas creyo que habría de dedicar lo mejor de su talento al mundo de la música: compositor prolífico, ejecutante mediocre, pero poseído de demonios musicales, llevaba sus sonidos al escenario.
Reconoció que en alguna etapa de su vida como pintor y por su peculiar estilo en sus obras, en los años noventas era considerado como un artista catastrofista, ya que ofreció muy pocas esperanzas para los espectadores, al plasmar en sus pinturas la realidad urbana, desde un punto de vista crítico.
En 1991 montó su primera exposición, llevaba sin advertirlo 20 años trabajando para el arte. Por décadas creyo que habría de dedicar lo mejor de su talento al mundo de la música: compositor prolífico, ejecutante mediocre, pero poseído de demonios musicales, llevaba sus sonidos al escenario.
Reconoció que en alguna etapa de su vida como pintor y por su peculiar estilo en sus obras, en los años noventas era considerado como un artista catastrofista, ya que ofreció muy pocas esperanzas para los espectadores, al plasmar en sus pinturas la realidad urbana, desde un punto de vista crítico.