Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Estuve posteando demasiadas "hijoputeces" de los seres humanos...veamos ahora cosas hermosas hechas por el hombre...

...Las 7 Maravillas del Mundo Antiguo...

La humanidad es una especie curiosa. Cuando hablamos de sus conquistas, la mayoría de las veces lo hacemos refiriéndonos a sangrientas y destructivas expediciones guerreras. Pero de vez en cuando, la humanidad también produce obras de impresionante belleza, destinadas a perdurar durante siglos para hacernos recordar a todos que, cuando queremos, podemos emplear nuestro esfuerzo y talento para construir maravillas. Más que ninguna otra cosa, son estas obras las que nos identifican inequívocamente como humanos. Nos representan ante nosotros mismos... y también, si alguna vez en el futuro acude a nuestro planeta azul cualquier visitante, serán sin duda estas maravillas las que constituyan nuestras principales señas de identidad.
De todas las obras conocidas por su belleza o por su grandeza en la antigüedad, fueron siete las más famosas. De ahí el sobrenombre de "las siete maravillas del mundo". Lamentablemente, hoy, con una única excepción, no nos quedan más que las descripciones que hicieron los cronistas de la época. Guiémonos por ellas y emprendamos un viaje imaginario a través del tiempo para conocer las maravillas de nuestros antiguos.

LAS PIRÁMIDES DE GIZEH EN EGIPTO



La más antigua de las maravillas, y, curiosamente, la única que ha llegado hasta nosotros, es el monumental conjunto de las pirámides de Gizeh, en Egipto. Todos hemos oído hablar de ellas y conocemos su aspecto, así como sabemos que eran las tumbas de los faraones.





LOS JARDINES COLGANTES DE BABILONIA



Amytis, la esposa de Nabucodonosor. Ella es una princesa meda, y se crió en montes y colinas exuberantes de vegetación. Esta tristeza disgusta al rey. ¿Acaso no es el más famoso constructor de su tiempo? Enseguida ordena traer grandes piedras, pues los ladrillos utilizados normalmente no resisten bien la humedad. Así, edifica una serie de terrazas escalonadas en las cuales deposita la tierra necesaria y empieza a plantar árboles, flores, arbustos, etc. También construye una máquina semejante a una noria que transportará el agua desde un pozo hasta los jardines para regarlos. En poco tiempo, éstos rebosan de vegetación, y las copas de sus árboles se divisan incluso desde fuera de las dobles murallas de la ciudad. Nabucodonosor ha conseguido crear un aparente monte cubierto de exuberante vegetación.







EL TEMPLO DE ARTEMISA EN EFESO



En el s. VII a. de C. Creso es un protector de sabios y artistas, el mismo Esopo ha pasado por su corte, y se propone levantar un nuevo templo a Artemisa, mejor que el anterior.
Para ello se lleva a cabo una suscripción pública; todos los ciudadanos donarán algo de dinero para el templo nuevo.
Finalmente el templo se levanta. Cuenta con 127 impresionantes columnas de 20 metros de altura, algo descomunal para su época, y cuenta con esculturas de Escopas.


Imagen actual del Templo de Artemisa en Éfeso: apenas quedan ruinas del templo original.

LA ESTATUA DE ZEUS EN OLIMPIA



En el 450 a. de Cl. Para realizar la estatua de Zeus, se ha llamado nada menos que al más famoso de entre todos los escultores de la antigua Grecia: Fidias. Su estilo, por su plasticismo, por su equilibrio en la elección de temas, en la composición y en la gradación de los efectos del claroscuro, por su representación esencial, sin ser detallada del cuerpo humano, por su majestuosa y noble serenidad, y por su armonía de formas, consigue ser la encarnación de los ideales del arte griego







EL MAUSOLEO DE HALICARNASO



Corre el año 352 a. de C. Las maravillas del mundo, que ya sumaban cuatro, vuelven a ser sólo tres, puesto que Eróstrato acaba de consumar su infame obra destruyendo el templo de Artemisa, hace apenas cuatro años. Pero el relevo va a llegar enseguida: una nueva maravilla será construída, dándose tales coincidencias entre ambas, que parece obra de una magia bienhechora decidida a compensar la pérdida.
El rey Mausolo (que llevó a la ciudad a su máximo esplendor) acaba de fallecer. ¿Qué tumba, que sepulcro será suficiente para un rey así? Su viuda Artemisa toma la decisión de no reparar en gastos; y de pronto, es como si toda la ciudad supiera que nunca más volvería a vivir una época tan magnífica como la de Mausolo, disponiéndose a demostrar su reconocimiento haciéndole la sepultura más especial de la historia, tanto, que dará nombre a los "mausoleos" que se construirán en el futuro.



EL FARO DE ALEJANDRÍA



En el año 280 a. de C., y desde que Alejandro liberó a este estado del dominio persa, los lazos entre griegos y egipcios se han estrechado: tanto, que su rey Ptolomeo II, es de origen griego.
Esta fusión de egipcios y griegos tiene especial relevancia en la capital, Alejandría. Fundada por Alejandro Magno en el 332 a. de C., esta próspera ciudad se ha convertido en el más importante foco de la cultura helena.
Para guiar a los numerosos barcos que acuden constantemente a Alejandría, el rey ha decidido construir una torre que identifique el lugar de la ciudad desde muy lejos. Para ello han escogido la pequeña isla de Faros, frente al puerto.
El arquitecto Sostrato de Cnido dirige las obras, que conforme avanzan, adquieren un aspecto más impresionante. Cuando se finaliza, la torre mide más de 120 metros. En su cima está equipada con espejos metálicos para señalar su posición reflejando la luz del sol; y por las noches, a falta de luz, se enciende una hoguera.







EL COLOSO DE RODAS



En 277 a. de C. Demetrio ataca, Rodas. Sin embargo, la ciudad resiste los embates de este temible guerrero, quien finalmente se retira.
Para celebrar este triunfo, la ciudad decide elevar un monumento memorable a Helios, dios del sol, en el puerto. Dirige las obras Cares de Lindos, discípulo de Lisipo. La estatua va creciendo, primero el armazón de hierro y sobre él las placas de bronce. Finalmente, cuando la estatua se termina mide nada menos que 32 metros de altura. Su fama atraerá a viajeros de todo el mundo antiguo para verlo








Han pasado más de dos milenios. Todas las maravillas que quedaban en pie fueron cayendo, víctimas principalmente de los terremotos.
Todas excepto una, curiosamente la más antigua: las pirámides de Gizeh.
Ellas, las únicas que han sido capaces de vencer al tiempo, nos recuerdan cuánta grandeza somos capaces de crear cuando los humanos dejamos de lado nuestras disputas y coordinamos nuestras energías...

FUENTE
[/img]