Akira Nagaya ha pasado los últimos 30 años de su vida aprendiendo una de las más antiguas y bellas artes en el mundo. Se requiere paciencia y brillantez, pero lo más importante... la voluntad de soportar años de recortes de papel.


Él continuaría el arte del uso de papel y un cuchillo
Poco a poco su habilidad fue mejorando
Años después abriría finalmente su propio restaurante y decoró las paredes con sus creaciones
Mucha dedicación y paciencia

Poco a poco su habilidad fue mejorando

Años después abriría finalmente su propio restaurante y decoró las paredes con sus creaciones

Mucha dedicación y paciencia






