Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
 
Movimiento ilusorio
 
 

 

En esta imagen, que -por si no lo notaste- no se mueve (podrás comprobarlo mirando fijo a cualquiera de sus puntos), es una creación de Akiyoshi Kitaoka, un profesor de psicología evidentemente japonés, dato que deduje no sólo de su nombre sino también de esa característica necesidad de causar ataques de epilepsia que tienen los japoneses. 
 

 

El efecto de este tipo de ilusiones es bastante fuerte y demuestra que no hace falta demasiado para que la mente adquiera un estado prácticamente narcótico, similar al que produce el LSD, que es una droga tan potente que una sola gota en la lengua de un oso podría matar a un hombre que moleste al oso. 
 

 

Si el hombre del arco iris ve esto, se muere, reencarna en un pegaso y explota iluminando todo el universo con colores psicodélicos. O no. 
 

 

Si estos fueran los colores y patrones naturales del mundo, ¿cuál sería nuestra idea de "solidez"? ¿Tendríamos un cerebro preparado para inhibir la sensación de movimiento? De hecho, lo tenemos: nuestra percepción deja de procesar los estímulos visuales repetitivos en cuestión de segundos: es el efecto Troxler. 
 



Pero ¿cómo podemos percibir movimiento donde no lo hay? Por supuesto, como Especialista en Todo que soy, conozco la explicación para esto y todo lo demás, pero no te la voy a dar porque se mueve todo el tiempo. 
 



Aquí hay una doble ilusión que detallaré más abajo: en realidad, además de no moverse, los cuadrados están perfectamente alineados, sus bordes son quasi-paralelos. El problema es tu cerebro tratando de darle sentido a algo que no acostumbra ver. Iba a poner la foto de un político honesto, pero Photoshop se colgaba cada vez que quería borrarle la sonrisa. 
 



Eso que se mueve es la realidad atravesando los conceptos de tu mente, como un planeta desplazándose que agita el espacio y esa cuarta dimensión geométrica del universo a la que algunos llaman "tiempo". Pero, ¿podría haber ilusión de movimiento sin ilusión de tiempo? 
 

 

El poderoso epicentro de la percepción, la atención, hace posible congelar lo que para el resto de la mente es incomprensible caos. Pero un esfuerzo de voluntad puede ampliar el foco de la atención hasta abarcarlo todo, eternizando el instante (fija la vista en un punto y todo se detendrá). Eso es contemplación. El resto, ilusión. 
 



Toda imagen persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligada a cambiar su estado por contradicciones conceptuales. La ilusión de movimiento es proporcional a la fuerza mental impresa y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime. Con toda idea ocurre siempre una idea igual y contraria: o sea, las ideas mutuas de dos imágenes siempre son iguales y dirigidas en sentido opuesto. Las cosas cambian porque la mente cambia. 
 

 

Caída libre, siempre una ilusión. Todo cae hacia todos lados todo el tiempo... y parece estático. Acaso sea la quietud armonía de todos los movimientos posibles, como un Síndrome de Burns tetradimensional. 

 
Líneas paralelas rebeldes 
 



Que las paralelas se unan en el infinito es pura poesía, pero también pura verdad. Junto a la línea que dibujan nuestros actos en la arena del tiempo hay muchas otras líneas paralelas que funcionan como guías de la realidad, llamadas "ideales", y todas convergen en el infinito, el ideal de los ideales. 
 



Toda recta es una mentira, y toda verdad es curva -le juraba un enano a Nietzsche, perjurando además que el tiempo en sí mismo es un círculo y dejando hábilmente a un lado la incógnita de si toda mentira es recta y toda curva es una verdad. 
 



A veces percibimos las cosas torcidas. ¿Cómo saber si nuestra percepción es correcta? Simple: nunca lo es. Debajo de los mantos, reales o ilusorios, el emperador está desnudo. 
 

 

También a veces los esfuerzos elevados son ilusorios, como las cuestas mismas que pretenden subir. Muchas veces creemos que somos rectos, pero las reglas están torcidas, las brújulas descompuestas y los ideales confundidos. Buena suerte a tu cerebro tratando de ajustar esto... 
 

 

¿En verdad son paralelas? Pero, ¿qué es la verdad? No hay una, sino muchas. Hay un perro negro. Y hay un perro blanco. Ya tenemos dos verdades: fin de la explicación. 
 

 

Es imposible no notarlo: cuando los individuos con las mismas diferentes ideas se agrupan, la sociedad completa se transforma; parece una distorsión, y lo es. Pero la pregunta es: ¿cuál es la parte distorsionada, y por las ideas de quién? 
 

 

Quizá nos sea imposible ver la perfección cuando la tenemos delante. Una columna desplazada, un ladrillo endeble o una inestabilidad total pueden surgir entre la perfección y nuestra imperfección. ¿Y a quién vamos a darle la razón? 
 



 

Triángulos, hexágonos, rombos, trapecios, estrellas, diamantes, relojes de arena, advertencias de radiactividad. Conceptos. La realidad es una sopa de fotones martillando células que envían electrones a ese único lugar que no podemos conceptualizar. 
 



Podría ser tranquilamente la bandera de Jamaica. Después de todo, ¿qué importa si una línea es recta en un lienzo ondulante o en un universo deformado por la gravedad? Y, si aún puedo afirmar que son rectas estáticas, pero la realidad que experimento es diferente, ¿qué es la realidad? ¡Te estoy preguntando! 

 
Puntos titilantes 
 

 

Imagino este cuadro colgado en la casa de algún físico cuántico. Abajo, la leyenda: Si usted piensa que entiende a la mecánica cuántica, entonces usted no entiende la mecánica cuántica. (Richard Feynman) 
 

 

¿Sabías que Stephen Hawking demostró que un agujero negro -a pesar de ser un pequeño anti-Big-Bang, un fin del universo- guarda la información para reconstruir todo lo que ha tragado? Exacto, no es famoso por batir el récord de permanecer sentado. Es una lástima que tales agujeros sean dispositivos de sólo-escritura... 
 

 

Si hay algo más grandioso que la percepción, es la habilidad de percibir cosas que no están. Es más grande porque de ella nace la imaginación, y de la imaginación nace el futuro. De la imaginación, de hecho, nació el presente. Así, el presente es imaginación.