



















El tratamiento actual es principalmente de soporte contra la enfermedad e incluye reducir al mínimo los procedimientos invasivos, balanceando los fluidos y electrolitos para contrarrestar la deshidratación, la administración de anticoagulantes en la infección temprana para prevenir o controlar la coagulación intravascular diseminada, la administración de procoagulantes en la infección tardía para controlar hemorragias, mantener los niveles de oxígeno, el manejo del dolor, y la administración de antibióticos o antimicóticos para el tratamiento de infecciones oportunistas secundarias

Y RECUERDA












