
Infinitos desiertos de dunas, cascadas con una fuerza impetuosa o montañas de paredes casi verticales. La inmensidad de Mamá Tierra nunca deja de sorprendernos. Frente a ella, recordamos lo pequeños que somos. Recorremos 20 paisajes intimidantes capaces de dejarnos literalmente con la boca abierta.
Montañas Odle (Italia): paredes de vértigo
El perfil de las montañas Odle, en Italia, forman uno de los parajes más desafiantes que podemos encontrar en las Dolomitas. Escarpadas, con tremendos acantilados y unas paredes de vértigo, este conjunto montañoso parece haber sido moldeado por las manos de un gigante. Es una verdadera maravilla. Las laderas de la montaña tienen una inclinación de los más pronunciada. Cuidado, sus caminos pueden llevarte al borde del acantilado.
Cappadocia (Turquía): un paisaje de
La mejor forma de disfrutar de los paisajes lunares que ofrece la Cappadocia, en Turquía, es subiéndonos a un globo aerostático. Las vistas son una verdadera fantasía. La naturaleza ha moldeado a su antojo valles enteros de depresiones y barrancos, que parecen salidos de un cuento de hadas.
Volcán Etna (Sicilia): un volcán abrumador
La furia de la naturaleza se palpa en uno de los volcanes más activos del mundo, el Etna. Situada al norte de Sicilia, esta montaña de fuego ofrece un paraje intimidante y lleno de peligros para los curiosos que se atreven a acercarse. Considerado uno de los volcanes más altos de la Tierra, sus erupciones dejan imágenes impresionantes.
La Ola (Arizona, EEUU): un paisaje capaz de marearnos
Existen paisajes naturales cuya belleza es capaz de marearnos. Un ejemplo es la conocida como la Ola del desierto de Utah, en Arizona. Las ondas de este paisaje jurásico recorren las rocas areniscas formando un paraje inverosímil que atrae a curiosos y fotógrafos. La acción del viento sobre la roca ha sido el artífice de esta maravilla. Es un lugar de difícil acceso, lo que hace que esté alejado de las masificaciones de turistas
El bosque de piedra de Naigu (China): un paseo entre rocas
Como si fueran árboles petrificados, las rocas del Karst de Shillín (China) surgen del suelo como verdaderas estalagmitas gigantes (algunas de ellas muy afiladas). Impone caminar entre las piedras calizas del bosque de Naigu, de más de 250 millones de años. Declarado Patrimonio de la Humanidad, este paisaje poco común sorprende desde el primer momento en que pisamos en él.
Mariposa Grove (EE UU): el paraíso de las secuoyas gigantes
asear entre las secuoyas gigantes de Mariposa Grove, en el Parque Nacional de Yosemite, nos hace sentir como si fuéramos enanitos. Estos colosales árboles nos obligan a levantar la mirada hacia las nubes para poder localizar su terminación. Son árboles que han visto pasar los siglos de historia ante ellos: algunos superan los 3.000 años de vida. En cuanto a medidas, los hay que llegan a medir 100 metros de altura y siete metros de diámetro. Imposibles de abrazar.
Monasterios de Meteora (Grecia): un lugar mágico y de altura
Parece mentira que puedan existir en el mundo lugares tan asombrosos como los Monasterios de Meteora, en Grecia. Estos monasterios parecen estar colgados del mismo cielo. Pero lo increíble es saber que desde el siglo XIV están habitados, a pesar de encontrarse sobre grandes moles de roca suspendidas a 600 metros del suelo, desafiando en muchos casos la fuerza de la gravedad.
Cataratas de Iguazú : la mayor cortina de agua del mundo
De nuevo el agua vuelve a protagonizar uno de los paisajes naturales más hermosos de la Tierra: las Cataratas de Iguazú. Este conjunto de saltos y cascadas rodeados de selva son otra demostración de la impetuosa fuerza de la naturaleza. Una fuerza que impresiona y asusta a partes iguales.
Machu Picchu (Perú): una maravilla del mundo
El paraje natural en el que se encuentra el poblado andino de Machu Picchu es tan impresionante como las ruinas en sí mismas. Tanto que este conjunto cultural y ecológico ha sido reconocido como una de las siete maravillas del mundo moderno. Subir hasta estas montañas situadas a casi 2.500 metros sobre el nivel del mar es para muchos todo un desafío, sobre todo si sufrimos el mal de altura.
Gran Buda de Leshan (China): Buda es la montaña
Frente al monte Emei, tallada sobre la roca de un acantilado, se halla la escultura en piedra de Buda más alta del mundo: el Gran Buda de Leshan. Su belleza es tal que bien podría competir con la Esfinge de Egipto y con el Valle de Faraones del Nilo. Con una altura de 71 metros y unos hombros que miden 28 metros, este coloso se construyó en el siglo VII sobre la convergencia del Río Min, el Lago Dadu y el Río Qingyi. Desde lejos, da la impresión de que el Buda es como una montaña o de que la montaña se parece a un buda.
El Salto del Ángel (Venezuela): la imponente fuerza del agua
on una fuerza impetuosa, el agua de la cascada del Salto del Ángel se precipita desde una altura ininterrumpida de 804 metros. Es una maravilla. Rodeada de las cumbres del Parque Nacional Canaima, en Venezuela, la catarata más alta del mundo nos ofrece unas vistas abrumadoras entre una neblina permanente de gotas de agua. Es imponente e intimidante. Las mejores vistas son desde su base.
Fiordo de Lyse (Noruega): la grandeza de la naturaleza
Los fiordos noruegos son ese tipo de paisajes donde la naturaleza hace un despliegue de su grandeza capaz de hacernos sentir como si fueramos pequeñas hormiguitas. Un ejemplo es el Fiordo de Lyse y las estremecedoras panorámicas de la Roca Preikestolen, conocida también como 'El Púlpito'. Esta roca sobresale de la montaña y tiene una caída libre de 604 metros de altura.
Perito Moreno (Argentina): un paisaje que nos deja asombrados
Una gigantesca mole de hielo que se extiende con un frontal de cinco kilómetros de largo por 60 de alto. Situada en el Parque Nacional de Los Glaciares, en Argentina, no sólo su imagen es intimidante, sino también su sonido. Los estruendos de sus bloques de hielo cayendo sobre el agua son ensordecedores.
Desierto Rub' al Khali (Arabia): un inhóspito mar de dunas
Inhóspito y completamente deshabitado -salvo por pequeñas especies de arácnidos y roedores-, el Rab al Khali es uno de los mayores desiertos de arena del mundo. Incluido en el inmenso desierto de Arabia, sus temperaturas alcanzan los 55 grados en verano, mientras que sus imponentes dunas superan los 300 metros. Un verdadero mar de arena difícil de explorar.
Torres y cuernos del Paine (Chile): majestuosas y salvajes
Majestuosas y salvajes. Así son las Torres del Paine, en la Patagonia chilena. Estos monolitos gigantes de granito, con formas dentadas y paredes completamente verticales, son un verdadero desafío para montañeros y senderistas. Unos rascacielos de piedra que se han convertido en un gran tesoro natural del país. Muchos la consideran la octava maravilla del mundo.
Geysers del Tatio (Chile): fumarolas a 85 grados de temperatura
En pleno desierto de Atacama, Chile, descubrimos un campo de geyseres con una impresionante actividad de sus fumarolas. Hablamos de los Geysers del Tatio. Rodeados de cerros que superan los 5.900 metros de altura, el vapor que emerge de la tierra alcanza una temperatura de 85 grados, llegando a superar los siete y ocho metro
La Gran Barrera de Coral (Australia): el arrecife más extenso
Nadar en el arrecife más extenso del planeta es en sí mismo un reto intimidante. Al igual que su belleza. Frente a la costa de Queensland, al noreste de Australia, se encuentra la Gran Barrera de Coral, un paraíso marino que acoge más de 1.500 tipos de peces y cerca de 5.000 especies de moluscos, además de cientos de corales, plantas y otro tipo de animales. Un destino soñado para cualquier amante del buceo.
P.N. Port Cambell (Australia): naturaleza salvaje
Todos los acantilados son por sí mismos intimidantes. Pero hay algunos que superan con creces las expectativas. Es el caso de los acantilados del Parque Nacional de Port Cambell, en Australia. La mejor forma de disfrutarlos es desde la playa de los Doce Apóstoles, conocida así por los montículos que hay junto a la costa y cuya altura superan los 45 metros.
Death Valley (California): Un valle con mucha vida
De primeras, un inhóspito lugar con el nombre del 'Valle de la Muerte' intimida un poco. Y si además hablamos de temperaturas que rozan los 57 grados en verano y de la ausencia de gasolineras en todo el desierto, toda precaución es poca. Sin embargo, descubrir el Death Valley californiano no es tan peligroso como antaño, cuando los mineros lo cruzaban a pie sufriendo un verdadero infierno. Hoy, la aventura por carretera nos lleva a lugares como la depresión de Badwater, la Paleta del Artista o las dunas del desierto. Aunque no lo parezca, en este valle hay mucha vida.
Monte Sanqingshan (China): Declarado Patrimonio Mundial
Al noreste de la provincia china de Jiangx se encuentra un paraje natural que bien merece una visita. Hablamos del Parque Nacional del Monte Sanqingshan. Formado por 48 picos y 89 pilares graníticos, el parque ofrece un escenario tan bello que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Destaca por sus cumbres de paredes casi verticales y sus curiosas formaciones rocosas que se asemejan a seres humanos y animales. Es además un paraíso de biodiversidad con más de 1.000 especies de flora y 800 de fauna.
Montañas Odle (Italia): paredes de vértigo

El perfil de las montañas Odle, en Italia, forman uno de los parajes más desafiantes que podemos encontrar en las Dolomitas. Escarpadas, con tremendos acantilados y unas paredes de vértigo, este conjunto montañoso parece haber sido moldeado por las manos de un gigante. Es una verdadera maravilla. Las laderas de la montaña tienen una inclinación de los más pronunciada. Cuidado, sus caminos pueden llevarte al borde del acantilado.
Cappadocia (Turquía): un paisaje de

La mejor forma de disfrutar de los paisajes lunares que ofrece la Cappadocia, en Turquía, es subiéndonos a un globo aerostático. Las vistas son una verdadera fantasía. La naturaleza ha moldeado a su antojo valles enteros de depresiones y barrancos, que parecen salidos de un cuento de hadas.
Volcán Etna (Sicilia): un volcán abrumador
La furia de la naturaleza se palpa en uno de los volcanes más activos del mundo, el Etna. Situada al norte de Sicilia, esta montaña de fuego ofrece un paraje intimidante y lleno de peligros para los curiosos que se atreven a acercarse. Considerado uno de los volcanes más altos de la Tierra, sus erupciones dejan imágenes impresionantes.

La Ola (Arizona, EEUU): un paisaje capaz de marearnos
Existen paisajes naturales cuya belleza es capaz de marearnos. Un ejemplo es la conocida como la Ola del desierto de Utah, en Arizona. Las ondas de este paisaje jurásico recorren las rocas areniscas formando un paraje inverosímil que atrae a curiosos y fotógrafos. La acción del viento sobre la roca ha sido el artífice de esta maravilla. Es un lugar de difícil acceso, lo que hace que esté alejado de las masificaciones de turistas

El bosque de piedra de Naigu (China): un paseo entre rocas

Como si fueran árboles petrificados, las rocas del Karst de Shillín (China) surgen del suelo como verdaderas estalagmitas gigantes (algunas de ellas muy afiladas). Impone caminar entre las piedras calizas del bosque de Naigu, de más de 250 millones de años. Declarado Patrimonio de la Humanidad, este paisaje poco común sorprende desde el primer momento en que pisamos en él.
Mariposa Grove (EE UU): el paraíso de las secuoyas gigantes

asear entre las secuoyas gigantes de Mariposa Grove, en el Parque Nacional de Yosemite, nos hace sentir como si fuéramos enanitos. Estos colosales árboles nos obligan a levantar la mirada hacia las nubes para poder localizar su terminación. Son árboles que han visto pasar los siglos de historia ante ellos: algunos superan los 3.000 años de vida. En cuanto a medidas, los hay que llegan a medir 100 metros de altura y siete metros de diámetro. Imposibles de abrazar.
Monasterios de Meteora (Grecia): un lugar mágico y de altura

Parece mentira que puedan existir en el mundo lugares tan asombrosos como los Monasterios de Meteora, en Grecia. Estos monasterios parecen estar colgados del mismo cielo. Pero lo increíble es saber que desde el siglo XIV están habitados, a pesar de encontrarse sobre grandes moles de roca suspendidas a 600 metros del suelo, desafiando en muchos casos la fuerza de la gravedad.
Cataratas de Iguazú : la mayor cortina de agua del mundo

De nuevo el agua vuelve a protagonizar uno de los paisajes naturales más hermosos de la Tierra: las Cataratas de Iguazú. Este conjunto de saltos y cascadas rodeados de selva son otra demostración de la impetuosa fuerza de la naturaleza. Una fuerza que impresiona y asusta a partes iguales.
Machu Picchu (Perú): una maravilla del mundo

El paraje natural en el que se encuentra el poblado andino de Machu Picchu es tan impresionante como las ruinas en sí mismas. Tanto que este conjunto cultural y ecológico ha sido reconocido como una de las siete maravillas del mundo moderno. Subir hasta estas montañas situadas a casi 2.500 metros sobre el nivel del mar es para muchos todo un desafío, sobre todo si sufrimos el mal de altura.
Gran Buda de Leshan (China): Buda es la montaña

Frente al monte Emei, tallada sobre la roca de un acantilado, se halla la escultura en piedra de Buda más alta del mundo: el Gran Buda de Leshan. Su belleza es tal que bien podría competir con la Esfinge de Egipto y con el Valle de Faraones del Nilo. Con una altura de 71 metros y unos hombros que miden 28 metros, este coloso se construyó en el siglo VII sobre la convergencia del Río Min, el Lago Dadu y el Río Qingyi. Desde lejos, da la impresión de que el Buda es como una montaña o de que la montaña se parece a un buda.
El Salto del Ángel (Venezuela): la imponente fuerza del agua

on una fuerza impetuosa, el agua de la cascada del Salto del Ángel se precipita desde una altura ininterrumpida de 804 metros. Es una maravilla. Rodeada de las cumbres del Parque Nacional Canaima, en Venezuela, la catarata más alta del mundo nos ofrece unas vistas abrumadoras entre una neblina permanente de gotas de agua. Es imponente e intimidante. Las mejores vistas son desde su base.
Fiordo de Lyse (Noruega): la grandeza de la naturaleza

Los fiordos noruegos son ese tipo de paisajes donde la naturaleza hace un despliegue de su grandeza capaz de hacernos sentir como si fueramos pequeñas hormiguitas. Un ejemplo es el Fiordo de Lyse y las estremecedoras panorámicas de la Roca Preikestolen, conocida también como 'El Púlpito'. Esta roca sobresale de la montaña y tiene una caída libre de 604 metros de altura.
Perito Moreno (Argentina): un paisaje que nos deja asombrados

Una gigantesca mole de hielo que se extiende con un frontal de cinco kilómetros de largo por 60 de alto. Situada en el Parque Nacional de Los Glaciares, en Argentina, no sólo su imagen es intimidante, sino también su sonido. Los estruendos de sus bloques de hielo cayendo sobre el agua son ensordecedores.
Desierto Rub' al Khali (Arabia): un inhóspito mar de dunas

Inhóspito y completamente deshabitado -salvo por pequeñas especies de arácnidos y roedores-, el Rab al Khali es uno de los mayores desiertos de arena del mundo. Incluido en el inmenso desierto de Arabia, sus temperaturas alcanzan los 55 grados en verano, mientras que sus imponentes dunas superan los 300 metros. Un verdadero mar de arena difícil de explorar.
Torres y cuernos del Paine (Chile): majestuosas y salvajes

Majestuosas y salvajes. Así son las Torres del Paine, en la Patagonia chilena. Estos monolitos gigantes de granito, con formas dentadas y paredes completamente verticales, son un verdadero desafío para montañeros y senderistas. Unos rascacielos de piedra que se han convertido en un gran tesoro natural del país. Muchos la consideran la octava maravilla del mundo.
Geysers del Tatio (Chile): fumarolas a 85 grados de temperatura

En pleno desierto de Atacama, Chile, descubrimos un campo de geyseres con una impresionante actividad de sus fumarolas. Hablamos de los Geysers del Tatio. Rodeados de cerros que superan los 5.900 metros de altura, el vapor que emerge de la tierra alcanza una temperatura de 85 grados, llegando a superar los siete y ocho metro
La Gran Barrera de Coral (Australia): el arrecife más extenso

Nadar en el arrecife más extenso del planeta es en sí mismo un reto intimidante. Al igual que su belleza. Frente a la costa de Queensland, al noreste de Australia, se encuentra la Gran Barrera de Coral, un paraíso marino que acoge más de 1.500 tipos de peces y cerca de 5.000 especies de moluscos, además de cientos de corales, plantas y otro tipo de animales. Un destino soñado para cualquier amante del buceo.
P.N. Port Cambell (Australia): naturaleza salvaje

Todos los acantilados son por sí mismos intimidantes. Pero hay algunos que superan con creces las expectativas. Es el caso de los acantilados del Parque Nacional de Port Cambell, en Australia. La mejor forma de disfrutarlos es desde la playa de los Doce Apóstoles, conocida así por los montículos que hay junto a la costa y cuya altura superan los 45 metros.
Death Valley (California): Un valle con mucha vida

De primeras, un inhóspito lugar con el nombre del 'Valle de la Muerte' intimida un poco. Y si además hablamos de temperaturas que rozan los 57 grados en verano y de la ausencia de gasolineras en todo el desierto, toda precaución es poca. Sin embargo, descubrir el Death Valley californiano no es tan peligroso como antaño, cuando los mineros lo cruzaban a pie sufriendo un verdadero infierno. Hoy, la aventura por carretera nos lleva a lugares como la depresión de Badwater, la Paleta del Artista o las dunas del desierto. Aunque no lo parezca, en este valle hay mucha vida.
Monte Sanqingshan (China): Declarado Patrimonio Mundial

Al noreste de la provincia china de Jiangx se encuentra un paraje natural que bien merece una visita. Hablamos del Parque Nacional del Monte Sanqingshan. Formado por 48 picos y 89 pilares graníticos, el parque ofrece un escenario tan bello que ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Destaca por sus cumbres de paredes casi verticales y sus curiosas formaciones rocosas que se asemejan a seres humanos y animales. Es además un paraíso de biodiversidad con más de 1.000 especies de flora y 800 de fauna.
