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François Félix Faure (1890)


Expresidente de Francia, murió de un ataque mientras recibía sexo oral en su oficina.


Lee Seung Seop (2005)


Koreano de 28 años, adicto a los videojuegos. Murió en un café internet después de jugar Starcraft y World of Warcraft después de casi 50 horas consecutivas. Seis semanas antes de su muerte, lo habían corrido de su trabajo por faltar por jugar videojuegos.


George Allen (1990)


Entrenador de futbol americano que murió de neumonía un mes después de que sus jugadores lo bañaron con Gatorade después de ganar un juego.


Ray Chapman (1920)


Jugador profesional de beisbol, murió al ser golpeado en la cabeza por una bola lanzada por Carl Mays de los Yankees. El sonido de la bola impactándose contra su cráneo fue tan fuerte que Mays pensó que había golpeado la bola con el bat, lo había tirado y había corrido a primera base. Chapman murió doce horas después en un hospital de NY.


Adolf Frederick (1771)


Rey de Suecia, que murió de problemas digestivos después de haber terminado una cena con langosta, caviar, chucrut, arenques y champaña, y de postre 14 raciones de su postre favorito: semla servido en un tazón de leche caliente. Este rey es recordado por los niños suecos como “el rey que comió hasta la muerte”.


Joseph W. Burrus (1990)


Mago, murió mientras intentaba ser sepultado vivo. Estaba dentro de una caja de acrílico que él mismo construyó. Metieron la caja a una tumba y la empezaron a llenar con concreto. Llegó un punto en el que los espectadores se dieron cuenta que el concreto había roto la caja de acrílico. Cuando lo sacaron, ya había muerto.


Alex Mitchell (1975)


Un constructor de 50 años murió literalmente de risa mientras veía un episodio de “The Goddies”. Según su esposa, Mitchell no podía dejar de reir mientras veía un sketch del episodio “Kung Fu Kapers”. Después de 25 minutos de risas continuas, Mitchell cayó en el sofá y murió de un fallo cardiaco.


Dick Shawn (1987)


Comediante, murió en el escenario de un ataque al corazón. Mientras imitaba a un político dijo “si me eligen, no me dormiré en mi trabajo”, entonces se acostó y nunca despertó.


Wan Hu (1500 y algo)


Según la leyenda, Wan decidió aprovechar la avanzada tecnología de cohetes y juegos pirotécnicos de China para lanzarse al espacio exterior. El día de su despegue, Wan se subió a su silla y 47 sirvientes suyos encendieron los cohetes. Hubo una gran explosión. Cuando el humo se disipó, Wan y la silla ya no estaban, y nadie los volvió a ver.


Frank Hayes (1923)


Fue un corredor de caballos, que sufrió un ataque al corazón durante una carrera. El caballo, Sweet Kiss, llegó en primer lugar, haciendo a Hayes el único jockey muerto en ganar una carrera.


Steve Irwin (2006)


En el 2006, el experto en vida salvaje australiano Steve Irwin murió cuando la cola de una manta raya le atravesó el corazón mientras filmaba un documental.


Li Po (762)


El poeta chino Li Po es considerado uno de los dos más grandes de la historia literaria china. Era muy conocido por su amor al licor y se sabe que escribió muchos de sus grandes poemas mientras estaba borracho. Y en ese estado se encontraba la noche en que cayó de su bote y se ahogó en el río Yangt-ze al intentar abrazar el reflejo de la luna en el agua.


Hans Steininger (1567)


El austríaco Hans Steininger supo ser famoso por tener la barba más larga del mundo (de casi un metro y medio) y por morir a causa de ella. Un día de 1567 hubo un incendio en su ciudad y en la huida Hans se olvidó de enrollar su barba, la pisó, perdió el equilibrio, tropezó y se rompió el cuello.


Tycho Brahe (1601)


Se dice que Tycho tuvo que aguantarse las ganas de ir al baño durante un banquete particularmente extenso en 1601, Suecia (levantarse en medio de una cena era considerado como algo realmente ofensivo), a tal punto que su vejiga, llevada al límite, desarrolló una infección por la que murió. Análisis posteriores sugirieron que Tycho murió en realidad por envenenamiento con mercurio, pero esa conclusión no es tan interesante como la historia original.


Jean-Baptiste Lully (1687)


Mientras conducía el Tedéum para el rey francés Luis XIV en 1687, Jean-Baptiste Lully estaba tan concentrado en mantener el ritmo golpeando un madero contra el suelo (ése era el método habitual antes de que la batuta comenzara a usarse) que se machacó el dedo gordo del pie pero se negó a detenerse. La herida en ese dedo devino en gangrenosa, pero Lully se negó a que se lo amputaran. La gangrena se generalizó y el terco director finalmente murió. Irónicamente, el himno que estaba conduciendo era en celebración de la recuperación de Luis XIV de una enfermedad.


Clement Vallandigham (1871)


Después de la guerra civil norteamericana, el controvertido político Clement Vallandigham, de Ohio, se transformó en un exitoso abogado que rara vez perdía un caso. En 1871 defendió a Thomas McGehan, acusado de disparar contra un tal Tom Myers durante una disputa en un bar. La defensa de Vallandigham se basaba en que Myers se había disparado a sí mismo al empuñar su pistola cuando estaba arrodillado. Para convencer al jurado, Vallandigham decidió demostrar su teoría. Desafortunadamente, utilizó por error una pistola cargada y terminó disparándose a sí mismo. Con su muerte, Vallandigham demostró la teoría del disparo accidental y consiguió exonerar a su cliente.


Allan Pinkerton (1884)


Allan Pinkerton, famoso por crear la agencia de detectives que llevaba su nombre, murió de una infección después de morderse la lengua cuando se resbaló en la calle.


Bobby Leach (1926)


Bobby Leach no temía cortejar a la muerte: en 1911 fue la segunda persona en el mundo en sobrevivir a una caída en barril por las cataratas del Niágara. Realizó muchas proezas de ese tipo, por lo que su muerte es especialmente irónica. Caminando por una calle de Nueva Zelanda, Leach tropezó con un pedazo de cáscara de naranja. Se rompió la pierna tan mal que debió serle amputada. Murió debido a complicaciones de la cirugía.


Franz Reichelt (1912)


En 1911, el sastre francés Franz Reichelt decidió probar su invención, una combinación de sobretodo y paracaídas, saltando de la Torre Eiffel. Les dijo a las autoridades que utilizaría un muñeco, pero a último minuto decidió probarlo él mismo. Su invento no funcionó, y obviamente se mató estrallandose en el suelo.


Grigori Rasputin (1916)


De acuerdo con la leyenda, el místico ruso Grigori Rasputin fue primero envenenado con suficiente cianuro para matar diez hombres, pero eso no lo afectó. Entonces sus asesinos le dispararon por la espalda con un revólver. Rasputín revivió poco después. Le dispararon tres veces más, pero Rasputín seguía vivo. Así que entonces fue molido a palos, y por las dudas arrojado a las aguas heladas del río Neva.


Isadora Duncan (1927)


La madre de la danza moderna, Isadora Duncan, murió a causa de una bufanda que le encantaba usar. Escribió el New York Times en su obituario del 15 de septiembre de 1927: “El automóvil estaba yendo a toda velocidad cuando la bufanda de seda se enganchó en la rueda y arrastró con terrible fuerza a la señorita Duncan, precipitándola con violencia contra la calle. Fue arrastrada durante varios metros hasta que el chofer se detuvo, a causa de los gritos que venían de la calle. Se reclamó ayuda médica, pero quedó probado que se estranguló y murió instantáneamente”.


Homer Collyer y Langley Collyer (1947)


Homer y Langley Collyer eran archivistas compulsivos. Los dos hermanos tenían miedo de deshacerse de cualquier cosa, y coleccionaron obsesivamente diarios y otras basuras en su casa. Incluso prepararon trampas en los corredores y puertas para protegerse de los intrusos. En 1947, una llamada anónima denunció que había una persona muerta en la casa de los hermanos, y después de encontrar muchas dificultades para entrar, la policía descubrió muerto a Homer Collyer; a su hermano Langley no se lo veía por ningún lado. Dos semanas más tarde, después de sacar cerca de 100 toneladas de basura del departamento, finalmente encontraron el cuerpo de Langley Collyer parcialmente descompuesto (y comido por las ratas), apenas unos metros más allá de donde habían encontrado a su hermano. Aparentemente, Langley había estado gateando a través de túneles entre pilas de diarios para llevarle comida a su paralizado hermano cuando se disparó una de sus trampas. Días después, Homer murió de hambre.


Jerome Irving Rodale (1971)


Jerome Irving Rodale era un pionero de la comida sana, un temprano propulsor de la agricultura sostenible y de las granjas orgánicas. Después de asegurar que podría vivir hasta cumplir 100 años, a menos que fuese atropellado por un auto, Rodale murió a causa de un ataque al corazón mientras era entrevistado en el Dick Cavett Show en 1971. Parecía dormido, y Cavett bromeó: “¿Lo estamos aburriendo, Sr. Rodale?”, antes de descubrir que su invitado de 72 años había efectivamente muerto. El show nunca salió al aire.


Christine Chubbuck (1974)


Christine Chubbuck fue la primera y única presentadora de noticiero en suicidarse durante un programa en vivo. El 15 de julio de 1974, a los ocho minutos de programa, la deprimida reportera dijo: “Para mantener la política del canal 40 de traerles lo último en materia de sangre y entrañas, y a todo color, aquí tienen otra primicia: un intento de suicidio”. Y a continuación, Chubbuck sacó un revólver y se disparó en la cabeza.


Robert Williams (1979)


Robert Williams fue el primer hombre asesinado por un robot. Sucedió el 25 de enero de 1979, en la planta de Ford de Flat Rock. Williams trepó dentro de un depósito de repuestos para devolver una pieza a su lugar, porque el robot que las manipulaba se había roto. Pero se reactivó súbitamente, y lo golpeó con su brazo metálico, matándolo instantáneamente.


Vic Morrow (1982)


El actor Vic Morrow murió en el set de la película de La Dimensión Desconocida cuando un helicóptero quedó fuera de control por unas explosiones de los efectos especiales, chocó, y lo decapitó con sus aspas. Dos niños actores también murieron en el evento, lo que propició una serie de masivas regulaciones dentro de las leyes de trabajos de niños en Estados Unidos y las regulaciones sobre seguridad en los estudios cinematográficos. Morrow es considerado como el primer actor en morir en un set de filmación.


David Grundman (1982)


En 1982, un joven de 27 años llamado David Grundman y su compañero de cuarto decidieron salir al desierto a cortar cactus a base de disparos. El primero fue un cactus pequeño, que cayó al primer disparo. Envalentonado por su éxito, la siguiente presa de Grundman fue un enorme cactus saguaro, de 7 metros de alto, probablemente de 100 años de edad. El disparo le sacó un gran pedazo, y el cactus cayó sobre él y lo mató.


Tennessee Williams (1983)


El dramaturgo norteamericano Tennessee Williams murió en 1983 luego de ahogarse con el tapón de una botella. Había estado bebiendo.


Jerome Moody (1985)


En 1985, para celebrar su primer año sin tener que lamentar ningún ahogado, los guardavidas del departamento de recreación de Nueva Orléans decidieron hacer una fiesta. Cuando la fiesta terminó, un invitado de 31 años llamado Jerome Moody fue encontrado muerto en el fondo de la pileta del lugar.


Mal “King Kong” Kirk (1987)


El luchador profesional Mal “King Kong” Kirk murió por la enorme barriga de su colega Shirley “Big Daddy” Crabtree. En agosto de 1987, en los momentos finales de la pelea entre ambos, Crabtree desplegó su toma característica, la zambullida de panza. Kirk tuvo un ataque al corazón y murió sobre el ring. Crabtree fue exonerado cuando se descubrió que a Kirk le habían diagnosticado un problema cardíaco antes de la pelea. Sin embargo, Crabtree se culpó por la muerte de su adversario, y se retiró de la lucha profesional. Antes de la pelea, Kirk les dijo a sus amigos: “Si tengo que morir, quiero que sea sobre el ring”.


Yooket Paen (1991)


En 1991, una mujer tailandesa de 57 años llamada Yooket Paen estaba caminando por su granja cuando se resbaló en bosta de vaca, se agarró de un cable y se electrocutó hasta morir. Poco después de su funeral, su hermana Yooket les estaba mostrando a unos vecinos cómo había sido el accidente cuando ella también se resbaló, se agarró del mismo cable, y murió igual que su hermana.


Betty Stoobs (1999)


En 1999, una mujer inglesa de 67 años, Betty Stoobs, llevaba un paquete de heno en la parte de atrás de su motocicleta para alimentar sus ovejas. Aparentemente, las ovejas estaban muy hambrientas. Cuarenta de ellas cargaron hacia el heno y tiraron a Stoobs por un acantilado. La granjera sobrevivió a la caída, pero murió cuando la moto cayó encima de ella, empujada también por las ovejas.


Brian Wells (2003)


En la tarde del 28 de agosto del 2003, el repartidor de pizza Brian Wells intentó robar un banco con una pistola. Cuando fue reducido por la policía, Wells reveló que había sido forzado a cometer el delito por unas personas a las que les había acabado de entregar una pizza: le habían puesto un collar con un explosivo ubicado en la nuca. De hecho, la bomba explotó antes de que el escuadrón antibomba pudiese desactivarla. Hasta el día de hoy, no queda claro si Wells fue una víctima, parte de una banda o un ladrón solitario.