Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech,1 marqués de Dalí de Púbol nació en Figueras el 11 de mayo de 1904 y falleció 23 de enero de 1989 , fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo.
Es conocido por sus impactantes y oníricas imágenes surrealistas. Sus habilidades pictóricas se suelen atribuir a la influencia y admiración por el arte renacentista. También fue un experto dibujante.Los recursos plásticos dalinianos también abordaron el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales.
Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objeto era atraer la atención pública. Esta conducta irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística. Dalí atribuía su «amor por todo lo que es dorado y resulta excesivo, su pasión por el lujo y su amor por la moda oriental» a un autoproclamado «linaje arábigo», que remontaba sus raíces a los tiempos de la dominación árabe de la península ibérica.
Dalí describió un extenso y personal universo simbólico a lo largo de su obra. Los «relojes blandos», que habían aparecido en 1931, fueron interpretados como una referencia a la teoría de la relatividad de Albert Einstein y fueron supuestamente creados tras la observación de unos pedazos de camembert expuestos al sol un caluroso día de agosto, además de que siempre marcan las seis , la hora del surrealismo. Otro de sus símbolos recurrentes es el elefante, que apareció por vez primera en el Sueño causado por el vuelo de una avispa sobre una granada un segundo antes de despertar (1944). Los elefantes dalinianos, inspirados por el obelisco de Roma de Gian Lorenzo Bernini, suelen aparecer con «patas largas, casi invisibles de deseo», y portando obeliscos en sus lomos. Conjuntadas con esas delicadas extremidades, los obeliscos en los que algunos han querido ver un símbolo fálico crean un sentido de fantasmal irrealidad. «El elefante es una distorsión en el espacio», explicó Dalí en Dalí y el Surrealismo, de Dawn Ades, «con sus aguzadas patas contrastando la idea de ingravidez, definida sin la menor preocupación estética, estoy creando algo que me inspira una profunda emoción y con la que intento pintar honestamente».
Otro de sus símbolos recurrentes es el huevo. Enlaza con los conceptos de vida prenatal intrauterina, y a veces se refiere a un símbolo de la esperanza y el amor; y así es como se interpreta en su Metamorfosis de Narciso. También recurrió a imágenes de fauna a lo largo de toda su obra: hormigas como símbolo de muerte, corrupción, y un intenso deseo sexual; el caracol como cabeza humana (había visto un caracol sobre una bicicleta en el jardín de Sigmund Freud cuando fue a visitarle); y las langostas como un símbolo de decadencia y terror.
Dalí produjo alrededor de 1.500 pinturas a lo largo de su carrera, además de decenas de ilustraciones para libros, litografías, diseños escenográficos, vestuarios, y una ingente cantidad de dibujos, esculturas y proyectos paralelos en fotografía y cine. Colaboró en la película Dalí en Nueva York (1965), de Jack Bond.


Es conocido por sus impactantes y oníricas imágenes surrealistas. Sus habilidades pictóricas se suelen atribuir a la influencia y admiración por el arte renacentista. También fue un experto dibujante.Los recursos plásticos dalinianos también abordaron el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales.
Como artista extremadamente imaginativo, manifestó una notable tendencia al narcisismo y la megalomanía, cuyo objeto era atraer la atención pública. Esta conducta irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus conductas excéntricas como un reclamo publicitario ocasionalmente más llamativo que su producción artística. Dalí atribuía su «amor por todo lo que es dorado y resulta excesivo, su pasión por el lujo y su amor por la moda oriental» a un autoproclamado «linaje arábigo», que remontaba sus raíces a los tiempos de la dominación árabe de la península ibérica.

Dalí describió un extenso y personal universo simbólico a lo largo de su obra. Los «relojes blandos», que habían aparecido en 1931, fueron interpretados como una referencia a la teoría de la relatividad de Albert Einstein y fueron supuestamente creados tras la observación de unos pedazos de camembert expuestos al sol un caluroso día de agosto, además de que siempre marcan las seis , la hora del surrealismo. Otro de sus símbolos recurrentes es el elefante, que apareció por vez primera en el Sueño causado por el vuelo de una avispa sobre una granada un segundo antes de despertar (1944). Los elefantes dalinianos, inspirados por el obelisco de Roma de Gian Lorenzo Bernini, suelen aparecer con «patas largas, casi invisibles de deseo», y portando obeliscos en sus lomos. Conjuntadas con esas delicadas extremidades, los obeliscos en los que algunos han querido ver un símbolo fálico crean un sentido de fantasmal irrealidad. «El elefante es una distorsión en el espacio», explicó Dalí en Dalí y el Surrealismo, de Dawn Ades, «con sus aguzadas patas contrastando la idea de ingravidez, definida sin la menor preocupación estética, estoy creando algo que me inspira una profunda emoción y con la que intento pintar honestamente».

Otro de sus símbolos recurrentes es el huevo. Enlaza con los conceptos de vida prenatal intrauterina, y a veces se refiere a un símbolo de la esperanza y el amor; y así es como se interpreta en su Metamorfosis de Narciso. También recurrió a imágenes de fauna a lo largo de toda su obra: hormigas como símbolo de muerte, corrupción, y un intenso deseo sexual; el caracol como cabeza humana (había visto un caracol sobre una bicicleta en el jardín de Sigmund Freud cuando fue a visitarle); y las langostas como un símbolo de decadencia y terror.
Dalí produjo alrededor de 1.500 pinturas a lo largo de su carrera, además de decenas de ilustraciones para libros, litografías, diseños escenográficos, vestuarios, y una ingente cantidad de dibujos, esculturas y proyectos paralelos en fotografía y cine. Colaboró en la película Dalí en Nueva York (1965), de Jack Bond.




























































































































































































