Un joven taringuero ha pensado que era hora de sentar la cabeza de arriba y casarse con su novia real. Hasta aquí no hay nada especial, salvo que ha comprado 99 iPhone 6 y los ha colocado en el suelo en forma de corazón para declararse. La respuesta ha sido no, ni siquiera un mísero pete, nada de nada, luego de la declaración, deprimido, se fué a Poringa…



