Conocé a cacahuete; él es el colibrí más lindo que nunca puede a ver (de manera sumergirlo en la gente). Fue encontrado, caído en el suelo y sin su madre. El hombre amable que lo vio sabía que necesitaba ser rescatado. Así, que lo recogió y lo rehabilitó hasta que tuvo sus cojinetes.
Pronto, él ya comía de las flores y ya era bastante fuerte. No mucho tiempo después de que Maní comenzó a sentirse normal, su mamá regresó a buscarlo.
Mientras se recuperaba, él salía con su nuevo amigo.

Pronto, él ya comía de las flores y ya era bastante fuerte. No mucho tiempo después de que Maní comenzó a sentirse normal, su mamá regresó a buscarlo.
Maní, el bebé colibrí, se revolvió en un primer momento.

Sin su mamá, él no estaba seguro de qué hacer.

Pronto, comenzó a orientarse.

Incluso llegó a gustar de su salvador.

Se enteró de que a él le gustaba las flores.

Desafortunadamente, a él no le gustaba la pizza.

Mientras se recuperaba, él salía con su nuevo amigo.

Finalmente, mamá volvió a salvarlo.
