
La muerte siempre ha ocasionado curiosidad en los humanos, al igual que la posibilidad de saber lo que se encuentra al terminar el ciclo de la vida.
En el idioma inglés existen al menos 200 eufemismos para la muerte, como “to be in Abraham’s bosom,” “just add maggots,” and “sleep with the Tribbles”. En español también existe una gran cantidad, entre los más famosos estan “Estirar la pata”, “Petatearse”,”Colgar los tenis”.
Ningún estadounidense murio de vejez desde 1951, año que el gobierno elimino esa clasificación de los certificados de defunción.
El desencadenante de la muerte, en todos los casos, es la falta de oxígeno. Su disminución puede llevar a espasmos musculares o a una fase de “agonía”.
Pasados tres días de muerto las enzimas que digerian tu comida empiezan a digerir tu cuerpo, las células muertas se convierten en alimentos para las bacterias que viven en el intestino, la liberación de gases nocivos por parte de estas es suficiente para inflar el cuerpo y forzar a los globos oculares a salir de su cavidad.
Los entierros en América depositan en el suelo cada año 827.060 galones de líquidos utilizados en el embalsamamiento entre ellos formaldehído, metanol y etanol. Mientras que la cremación libera dioxinas, ácido clorhídrico, dióxido de azufre y dióxido de carbono en el aire.
Los zoroastrianos en la India dejan los cuerpos al aire libre para que sean consumidos por los buitres.
En Europa, durante el siglo XIX hubo tantas evidencias anecdóticas de personas que fueron declaradas muertas estando aun con vida que los cadáveres eran expuestos en “hospitales para muertos”, donde se esperaba a ver signos de putrefacción para que no quedara duda alguna.


En el idioma inglés existen al menos 200 eufemismos para la muerte, como “to be in Abraham’s bosom,” “just add maggots,” and “sleep with the Tribbles”. En español también existe una gran cantidad, entre los más famosos estan “Estirar la pata”, “Petatearse”,”Colgar los tenis”.


Ningún estadounidense murio de vejez desde 1951, año que el gobierno elimino esa clasificación de los certificados de defunción.


El desencadenante de la muerte, en todos los casos, es la falta de oxígeno. Su disminución puede llevar a espasmos musculares o a una fase de “agonía”.


Pasados tres días de muerto las enzimas que digerian tu comida empiezan a digerir tu cuerpo, las células muertas se convierten en alimentos para las bacterias que viven en el intestino, la liberación de gases nocivos por parte de estas es suficiente para inflar el cuerpo y forzar a los globos oculares a salir de su cavidad.


Los entierros en América depositan en el suelo cada año 827.060 galones de líquidos utilizados en el embalsamamiento entre ellos formaldehído, metanol y etanol. Mientras que la cremación libera dioxinas, ácido clorhídrico, dióxido de azufre y dióxido de carbono en el aire.


Los zoroastrianos en la India dejan los cuerpos al aire libre para que sean consumidos por los buitres.


En Europa, durante el siglo XIX hubo tantas evidencias anecdóticas de personas que fueron declaradas muertas estando aun con vida que los cadáveres eran expuestos en “hospitales para muertos”, donde se esperaba a ver signos de putrefacción para que no quedara duda alguna.
