
Accendo es una de las empresas de más reciente ingreso a la Unión Informática. Al igual que muchas otras, el factor de fondo es una precaria situación interna en términos de salarios, condiciones laborales o destrato de su dirigencia. A tres meses del inicio de la sindicalización de su personal, la actualidad gremial y los objetivos inmediatos de su comisión interna.
En anteriores publicaciones se ha destacado el acortamiento de los plazos en que sucede la cohesión entre organización gremial puertas adentro en las empresas y la consecución de las metas en pro del beneficio de los empleados. Lo que muchas veces tomaba meses o incluso años, ahora halla una reducción de los plazos, teniendo como caso paradigmático al reciente conflicto con Unisys. Claro que no es la generalidad de los casos dado que persisten aún escollos en empresas como la antisindical Sonda, un tire-y-afloje que ya lleva más de dos años, o el caso extremo de IBM, con quien sin duda el estado de alerta y conflictividad es constante y el avance gremial sobre ella marcará el hito universal para llevar los estándares de bienestar salarial y laboral por sobre toda la industria IT. En resumen, amén del caso de algunos de los “gigantes” del sector, en las demás empresas los procesos se aceleran.

Gastón Javier Sosa, delegado normalizador de la Unión Informática en Accendo. Si bien el ingreso del sindicato a la empresa se dió en forma reciente, la evidencia de la problemática interna emergió en forma inmediata.
Accendo ingresó a la Unión Informática a fines de abril último de la mano de Gastón Javier Sosa, quien asumió el compromiso de representar a sus compañeros. De la misma manera que se realiza en el común de las empresas, lo que motiva el gran salto a la responsabilidad de iniciar la sindicalización, es una situación endeble acompañada por los esfuerzos de la dirigencia empresarial por barrer con cualquier derecho laboral y llevar a parámetros ridículos la ecuación costo-beneficio, y a sabiendas de que el grueso de la estructura de costos son los salarios -ya de por sí paupérrimos-, la empresa busca exprimir aún más el ya abatido salario informático.
En Accendo se puso en marcha un plan de reducción de personal camuflado bajo un esquema denominado ‘Fase III’, sobre la cual hubo incluso un evento corporativo para anunciar en forma rimbombante el inicio del mismo que como efecto inmediato tuvo la desvinculación de empleados.
Fase III: ¿de qué se trata?
Hace poco más de un mes se llevó a cabo un evento de la empresa para anunciar el ya tristemente célebre plan ‘Fase III’. Dicho evento consistió en un monólogo a cago del presidente de la compañía, Joan Vila Baltá, quien fiel al estilo optimista típico de las empresas IT habló de la historia de Accendo, su crecimiento, números fabulosos pero nulas perspectivas de una política salarial coherente y realista. Hizo especial énfasis en la gente que acompañó a la empresa desde sus orígenes, culminando la presentación en una entrega de premios. Además, se expuso el nuevo organigrama de la empresa en el que también hubo premios y castigos, y se dejó bien en claro que ‘Accendo S.A.’ pasará a ser ‘Accendo IT’ para poder tener una imagen corporativa transnacional que no viole los derechos de autor fuera de la Argentina (¿será por el cuasi-plagio de la marca registrada ‘Accenture’?).
También se explicó el rol de las nuevas incorporaciones, piezas clave en el “proceso de cambio” que implica la Fase III. Las incorporaciones más notable fueron las de Leonardo Garrigó y María Paula Heathi, nueva responsable de la Oficina de Recursos Humanos.

Al que no le gusta, que se vaya’. La marca personal con la que Joan Vila Baltá sintetiza la filosofía de Accendo con la que inicia la Fase III.
Finalmente, el corolario del evento fue la infortunada frase de Joan Vila Baltá ‘al que no le gusta, que se vaya’.
Más allá de la pompa corporativa, el evento transcurrió en forma agradable, pero queda en el recuerdo como una “última cena” para varios empleados que en forma subsiguiente fueron desvinculados, valiéndose la Fase III el mote de ‘fase de despidos’.
Los empleados que no figuraron en la lista de despidos estipulados en la Fase III, fueron trasladados de las oficinas del cliente Tenaris a las nuevas oficinas de Accendo en el barrio porteño de Palermo.
“¿Estamos juntos?” El eslógan de la Fase III
Al igual que cualquier operatoria corporativa que busca forzar en forma ilógica la ecuación costo-beneficio, Accendo tiene lleva adelante su relato bajo el eslógan ‘¿estamos juntos?’, buscando inculcar una falsa sensación de pertenencia a una empresa y una proyección de negocios que a los ojos de los empleados se evidencia como “cartón pintado”. El inicio de la malograda Fase III implicó despidos y dejó en claro la verdadera intención, poniendo en foco la necesidad de buscar una respuesta en algo más que la empresa que hasta el momento no ha ofrecido respuestas sino incertidumbre. A los efectos de la falsa idea de “resolver los problemas en forma individual” emerge la noción sobre la importancia de organizarse sindicalmente, entendiendo dicha organización como un derecho y no como “algo aparte” o una entidad exógena a la actividad tal como intenta inculcar las empresas. En el llano, las demandas insatisfechas dan forma al petitorio pronto a presentarse haciendo hincapié en los puntos más urgentes a las que Accendo tiene la obligación de dar respuesta.

Borrador del petitorio
En sintonía con lo antedicho, y de la mano de la imperiosa necesidad de crear reglas claras de juego donde participen los empleados a contramano de la actual y arbitraria unilateralidad, se presentará un petitorio que ponderará los puntos básicos que vienen siendo incluídos en el petitorio unificado de la Unión Informática que a lo largo de 2014 fue presentado en las empresas donde actualmente tiene presencia el sindicato.
El borrador del petitorio se emana de un relevamiento que el delegado normalizador llevó a cabo en base a cuestiones generales que afectan al común de los empleados de Accendo, pero también en base a leyes y derechos que están siendo atropelladas por la política de Accendo. Algunos de los puntos no son más que reivindicaciones de derechos que no se están cumpliendo, como ser el pago de horas extras, o la discrecionalidad en los ajustes inflacionarios. A continuación, el petitorio base y los puntos relevados hasta el momento:
- Piso salarial de $8.000.
- 35% de aumento general.
- Guardería para los empleados con hijos pequeños.
- 21 días de vacaciones cómo mínimo para todos sin importar la antigüedad.
Luego, y sujeto a revisión, se ponderarán los siguientes puntos adicionales:
- Normalización de las horas extra, optativas y remuneradas tal como lo indica la Ley De Contrato De Trabajo sin intimidaciones de por medio para todo aquel que decida no optar por ellas.
- Escalas salariales claras en función de la experiencia de cada empleado (seniority) respetando el principio igual tarea igual salario.
- Adicional por título universitario.
Si bien la organización gremial en Accendo recién comienza, contar con un panorama general de la situación expone la necesidad de tomar cartas en el asunto y participar. De la misma forma en que se hace mención de la importancia de involucrarse para gestar mejoras sustanciales, se exhorta a los empleados de Accendo a acercarse al delegado normalizador de la Unión Informática en la empresa. Quienes deseen ponerse en contacto pueden hacerlo a través de [email protected]

Si bien la organización gremial en Accendo recién comienza, contar con un panorama general de la situación expone la necesidad de tomar cartas en el asunto y participar.