




Hola a todos, en esta ocasión me dedicaré a comentarles sobre algunos –de muchos– partidos de fútbol que han quedado para el recuerdo; es decir, aquellos que pudieron marcar para algunos seguidores del deporte un hecho que podría no volver a repetirse y que consideramos 'histórico' o 'épico'. Sin embargo, debo destacar que no me asentaré tan atrás, quiero decir, comenzaré a partir del 93'.
Pero antes de iniciar... es más que evidente que existen muchos encuentros que quisiéramos no olvidar, diría que son demasiados para un post, claro está, pero sólo seleccioné unos pocos para compartir, tanto de selecciones, como de clubes europeos. Por eso, disfruten del contenido del post a continuación.


Este partido era clave para ambas selecciones que buscaban llegar al mundial de Estados Unidos 1994. Fue la última eliminatoria con el formato de grupos, y Colombia era el líder del suyo; de lograr un triunfo o empate quedaba clasificado directamente, mientras que Argentina, una victoria lo salvaría del repechaje.
Antes del inicio del partido Argentina era amplia favorita debido a que había sido campeona del mundo en México 1986 y finalista de Italia 1990 asimismo era el bicampeón de la Copa América luego de ganar las ediciones 1991 y 1993, sin embargo desde que empezó el partido los cafeteros dieron la sorpresa.
El partido se iniciaba con insultos e injurias por parte de la afición argentina a la selección Colombiana. En Argentina era exagerado pensar en ir a la repesca contra el ganador de la clasificación de Oceanía.
Sin embargo, la selección colombiana supo sobreponerse ante la albiceleste y, entonces, el 5 de setiembre de 1993 la historia del fútbol en Sudamérica quedó marcada por la paliza que la selección de Colombia le dio a Argentina en el mismo Monumental de Núñez al golearlo por 5-0.
Tras vencer en este juego, Colombia alcanzó su tercera participación en un mundial de fútbol después de jugar los mundiales de Chile 1962 e Italia 1990.
Antes del inicio del partido Argentina era amplia favorita debido a que había sido campeona del mundo en México 1986 y finalista de Italia 1990 asimismo era el bicampeón de la Copa América luego de ganar las ediciones 1991 y 1993, sin embargo desde que empezó el partido los cafeteros dieron la sorpresa.

El partido se iniciaba con insultos e injurias por parte de la afición argentina a la selección Colombiana. En Argentina era exagerado pensar en ir a la repesca contra el ganador de la clasificación de Oceanía.
Sin embargo, la selección colombiana supo sobreponerse ante la albiceleste y, entonces, el 5 de setiembre de 1993 la historia del fútbol en Sudamérica quedó marcada por la paliza que la selección de Colombia le dio a Argentina en el mismo Monumental de Núñez al golearlo por 5-0.

Tras vencer en este juego, Colombia alcanzó su tercera participación en un mundial de fútbol después de jugar los mundiales de Chile 1962 e Italia 1990.


Sergio Goycochea, Julio Saldaña, Jorge Borelli, Oscar Ruggeri, Gustavo Zapata, Ricardo Altamirano, Fernando Redondo (69’ Alberto Acosta), Diego Simeone, Leonardo Rodríguez (54’ Claudio García), Ramón Medina Bello, Gabriel Batistuta.

Óscar Córdoba, Luis Fernando Herrera, Luis Carlos Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez, Leonel Álvarez, Gabriel Jaime Gómez, Freddy Rincón, Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, Adolfo Valencia.






La final de la Copa Mundial de Fútbol de 1998 fue disputada el 12 de julio de 1998, en el Stade de France de Saint-Denis, Francia. Este encuentro hacía ver el Mundial como uno de los mejores de la última época. Los dos ganadores de los partidos de semifinales, Brasil y Francia, se enfrentaron en un único partido de 90 minutos.
La clave del encuentro la tuvo un magistral Zinedine Zidane, que paralizó a los brasileños y a toda su fanaticada con un golazo en el minuto 27 y luego otro en la prolongación de la primera parte.
En el minuto 68, la selección nacional francesa se queda con un hombre menos por la expulsión de Desailly pero aún así no se rindieron, y de hecho fue cuando llegó el gol que sentenció el encuentro, Emmanuel Petit en el minuto 3 de la prolongación, cuando ya estaba todo el estadio aclamando a los galos, marcó el definitivo 3-0.
Sólo pensar en que Brasil saldría goleado en una final de la copa del mundo era increíble, y con el equipo que se gastaba, aún más. El entusiasmo fue tal que en los famosos Campos Elíseos parisinos se congregaron después del encuentro hasta un millón de personas para festejar la victoria de los suyos en el año que recibieron el campeonato por primera vez en su historia.

La clave del encuentro la tuvo un magistral Zinedine Zidane, que paralizó a los brasileños y a toda su fanaticada con un golazo en el minuto 27 y luego otro en la prolongación de la primera parte.

En el minuto 68, la selección nacional francesa se queda con un hombre menos por la expulsión de Desailly pero aún así no se rindieron, y de hecho fue cuando llegó el gol que sentenció el encuentro, Emmanuel Petit en el minuto 3 de la prolongación, cuando ya estaba todo el estadio aclamando a los galos, marcó el definitivo 3-0.
Sólo pensar en que Brasil saldría goleado en una final de la copa del mundo era increíble, y con el equipo que se gastaba, aún más. El entusiasmo fue tal que en los famosos Campos Elíseos parisinos se congregaron después del encuentro hasta un millón de personas para festejar la victoria de los suyos en el año que recibieron el campeonato por primera vez en su historia.



Fabien Barthez, Bixente Lizarazu, Marcel Desailly, Lilian Thuram, Frank Leboeuf, Youri Djorkaeff (75’ Patrick Viera), Didier Deschamps, Christian Karembeu (57’ Alain Boghossian), Zinedine Zidane, Emmanuel Petit, Stéphane Guivarc’h (66’ Christophe Dugarry).

Claudio Taffarael, Cafú, Aldair, Junior Baiano, Roberto Carlos, César Sampaio (75’ Edmundo), Dunga, Leonardo (46’ Denilson), Bebeto, Rivaldo, Ronaldo.






Las eliminatorias del continente de Oceanía no eran encuentros que resaltaran mucho en realidad, porque al parecer casi nadie las veía. Personalmente digo que este fue el primer juego de Australia que miré en la TV, y la verdad no esperaba mucho. El encuentro tuvo lugar en el International Sports Stadium de Coffs Harbour (Australia), y formó parte de la clasificación de OFC para la Copa Mundial de Fútbol de 2002. Se celebró el 11 de abril de 2001, donde se enfrentaban las selecciones de Australia y Samoa Americana, que concluyó con un resultado de 31-0 a favor de los australianos, lo cual se ha considerado como la mayor victoria de una selección internacional de fútbol en un partido oficial.
Hasta comienzos de los 90 era toda una hazaña que la selección de Australia jugase un Mundial. No les costaba dominar las eliminatorias de Oceanía, donde apenas le hacía fuerza Nueva Zelanda, pero después tenía que vencer a un país de Centroamérica, para poder jugar con un sudamericano por el boleto definitivo.
Hasta comienzos de los 90 era toda una hazaña que la selección de Australia jugase un Mundial. No les costaba dominar las eliminatorias de Oceanía, donde apenas le hacía fuerza Nueva Zelanda, pero después tenía que vencer a un país de Centroamérica, para poder jugar con un sudamericano por el boleto definitivo.

Australia, para su juego con la Samoa Estadounidense guardó algunas figuras, es decir, los enfrentarían sin los mejores del plantel.
La superioridad mostrada por la selección Australiana de Fútbol y la Confederación de Oceanía pujaban en la FIFA por un cambio. La selección pedía un traspaso a las eliminatorias asiáticas para jugar con mejores equipos y llegar mejor a los repechajes y Copas del Mundo.


Michael Petkovic , Kevin Muscat, Craig Moore, Tony Popovic (45’ Fausto de Amicis), Tony Vidmar (45’ Scott Miller), Aurelio Vidmar, David Zdrilic, Steve Horvat, Con Boutsianis, Simon Colosimo, Archie Thompson.

Nicky Salapu, Lisi Leututu (50’ Richard Mariko), Soe Falimaua, Lavalu Fatu, Sulifou Faaloua, Travis Sinapati, Sam Mulipola, Pati Feagiai, Ben Falaniko (84’ Darrell Ioane), Tiaoa Savea, Young Im Min.






La final de la Copa Mundial de Fútbol de 2002 se llevó a cabo el 30 de junio de 2002, en el en el Estadio Internacional de Yokohama, Japón. Se enfrentaron las dos potencias futbolísticas de la era, Brasil y Alemania en un partido que hizo vivir un mar de emociones.
Con dos goles de Ronaldo, Brasil se proclamó, por quinta ocasión en la historia, Campeón del Mundo, al vencer a la selección de Alemania en el Mundial de Corea-Japón 2002. Aunque durante la primera mitad el duelo fue muy parejo, incluso con más orden por parte del equipo teutón, los brasileños supieron mantener la calma y generar varias ocasiones de peligro.
La Verde Amarela, por su parte, si logró capitalizar la única pifia que cometió el cuadro alemán, de hecho, una de las pocas que su portero, Oliver Kahan, cometió durante este torneo.
Al minuto 67, tras un disparo desde afuera del área por parte de Rivaldo, el guardameta no pudo contener el esférico y de atrás, apareció Ronaldo y la remató para ponerla en la red.Ya con la confianza de la ventaja, como si fuera a ritmo de samba, los brasileños controlaron el partido, manejaron el balón y lo pasearon por toda la cancha, jugando con la desesperación del rival.
El gol que mataba llegó al 79', cuando Kleberson escapó por derecha, metió el trazo a los linderos del área y ante la pantalla de Rivaldo, Ronaldo volvió a aparecer, detuvo el balón y disparó para poner cifras definitivas de 2-0.
Con dos goles de Ronaldo, Brasil se proclamó, por quinta ocasión en la historia, Campeón del Mundo, al vencer a la selección de Alemania en el Mundial de Corea-Japón 2002. Aunque durante la primera mitad el duelo fue muy parejo, incluso con más orden por parte del equipo teutón, los brasileños supieron mantener la calma y generar varias ocasiones de peligro.

La Verde Amarela, por su parte, si logró capitalizar la única pifia que cometió el cuadro alemán, de hecho, una de las pocas que su portero, Oliver Kahan, cometió durante este torneo.

Al minuto 67, tras un disparo desde afuera del área por parte de Rivaldo, el guardameta no pudo contener el esférico y de atrás, apareció Ronaldo y la remató para ponerla en la red.Ya con la confianza de la ventaja, como si fuera a ritmo de samba, los brasileños controlaron el partido, manejaron el balón y lo pasearon por toda la cancha, jugando con la desesperación del rival.
El gol que mataba llegó al 79', cuando Kleberson escapó por derecha, metió el trazo a los linderos del área y ante la pantalla de Rivaldo, Ronaldo volvió a aparecer, detuvo el balón y disparó para poner cifras definitivas de 2-0.



Oliver Kahn, Luis Thomas Linke, Cristoph Metzelder, Carsten Ramelow, Dietmar Hamann, Jens Jeremies (77’ Gerald Asamoah), Marco Bode (84’ Christian Ziege), Torsten Frings, Bernd Schneider, Miroslav Klose (74’ Oliver Bierhoff), Oliver Neuville.

Marcos, Roberto Carlos, Lúcio, Roque Júnior, Cafú, Edmílson, Gilberto Silva, Kléberson, Ronaldinho (85’ Juninho Paulista), Ronaldo (90’ Denílson), Rivaldo.






En los octavos de final de la copa mundial de fútbol de Alemania 2006 se enfrentaron dos selecciones con un nivel futbolístico muy alto. Holanda, conocida como la Naranja Mecánica y el equipo portugués con una plantilla digna de recordar.
Este encuentro tuvo lugar en Nuremberg, Alemania, el 25 de junio de 2006 y lo recordamos tanto por la cantidad de tarjetas mostradas, como por el número de jugadores expulsados, una verdadera batalla. El director técnico de Portugal, en aquel entonces, Luis Felipe Scolari, que venía de ser campeón con Brasil en el mundial de Corea/Japón 2002, recibió un total de 7 tarjetas amarillas y 2 rojas, mientras que por otro lado, la selección que dirigía Marco Marcel van Basten tuvo la muestra de 5 amarillas y también 2 rojas, para hacer una sumatoria de 16 tarjetas en un solo partido.

Los portugueses jugaron buena parte del encuentro con un hombre menos ya que sufrieron las expulsiones de Costinha y Deco a los 46 y 78 minutos. En Holanda recibieron tarjetas rojas Khalid Boulahrouz y Giovanni van Bronckhorst a los 63 y 95.

Los holandeses le dieron un trabajo realmente duro a los defensas de Scolari, sin embargo, éstos fueron más punzantes que la naranja mecánica y, a los 23 minutos Maniche anotó el único gol del encuentro, dándole a Portugal el pase a los cuartos de final, donde lo esperaría Inglaterra.



Ricardo, Fernando Meira, Miguel, Nuno Valente, Ricardo Carvalho, Costinha, Luis Figo (84’ Tiago), Maniche, Deco, Pauleta (46’ Petit), Cristiano Ronaldo (34’ Simao Sabrosa).

Edwin van der Sar, Khalid Boulahrouz, Joris Mathijsen (56’ Van der Vaart), Gio van Bronckhorst, André Ooijer, Phillip Cocu (84’ Vennegoor of Hesselink), Mark van Bommel (67’ John Heitinga), Wesley Sneijder, Dirk Kyut, Arjen Robben, Robin van Persie.






En las eliminatorias para la copa mundial de fútbol de Sudáfrica 2010 la albiceleste, quien contaba en aquel momento con Diego Armando Maradona como técnico, se enfrentó a una Bolivia ya eliminada y resignada a que no iba para la fiesta mundialista en África.
El partido se disputó el 1ero de abril de 2009 en La Paz, Bolivia. El seleccionado boliviano dio una gran sorpresa al golear a la albiceleste 6-1. Desde el recordado 5 a 0 de Colombia, en el Monumental, que la selección argentina no perdía por cinco tantos (aquella catastrófica derrota en Núñez el 5 de septiembre de 1993). La última vez que Argentina había recibido seis tantos fue en el Mundial de Suecia 1958, cuando perdió 6-1 ante Checoslovaquia.
El conjunto visitante sufrió desde el minuto inicial y rápidamente Marcelo Martins puso en ventaja a los bolivianos. Lucho González igualó tras un error del arquero Arias, pero al descanso el seleccionado se marchó 3 a 1 abajo por tantos de Botero, de penal, y Da Rosa. En el complemento, los locales redondearon la goleada, con dos anotaciones de Botero y una de Torrico. El árbitro uruguayo Martín Vázquez expulsó a Ángel Di María, que entró y sólo jugó siete minutos.
La historia marcará con un punto negro lo que sucedió aquella tarde, en La Paz. El seleccionado de Diego Maradona dejó una pobre imagen en una jornada totalmente adversa en la que falló en todas sus líneas y en la que Juan Pablo Carrizo fue el mejor jugador del conjunto argentino, a pesar de la cantidad de tantos que recibió.
El partido se disputó el 1ero de abril de 2009 en La Paz, Bolivia. El seleccionado boliviano dio una gran sorpresa al golear a la albiceleste 6-1. Desde el recordado 5 a 0 de Colombia, en el Monumental, que la selección argentina no perdía por cinco tantos (aquella catastrófica derrota en Núñez el 5 de septiembre de 1993). La última vez que Argentina había recibido seis tantos fue en el Mundial de Suecia 1958, cuando perdió 6-1 ante Checoslovaquia.

El conjunto visitante sufrió desde el minuto inicial y rápidamente Marcelo Martins puso en ventaja a los bolivianos. Lucho González igualó tras un error del arquero Arias, pero al descanso el seleccionado se marchó 3 a 1 abajo por tantos de Botero, de penal, y Da Rosa. En el complemento, los locales redondearon la goleada, con dos anotaciones de Botero y una de Torrico. El árbitro uruguayo Martín Vázquez expulsó a Ángel Di María, que entró y sólo jugó siete minutos.

La historia marcará con un punto negro lo que sucedió aquella tarde, en La Paz. El seleccionado de Diego Maradona dejó una pobre imagen en una jornada totalmente adversa en la que falló en todas sus líneas y en la que Juan Pablo Carrizo fue el mejor jugador del conjunto argentino, a pesar de la cantidad de tantos que recibió.



Carlos Erwin Aria, Luis Gatty Ribeiro, Juan Peña Montaño, Abdón Reyes (54’ Ignacio García), Ronald Rivero, Álex Da Rosa (68’ Mauricio Saucedo), Didi Torrico, Ronald García (78’ Walter Flores), Leonel Reyes, Marcelo Moreno, Joaquín Botero.

Juan Carrizo, Javier Zanetti, Martín Demichelis, Gabriel Heinze, Emiliano Papa, Maxi Rodríguez (56’ Ángel Di María), Javier Mascherano, Fernando Gago, Luis González (68’ Marcos Angeleri), Lionel Messi, Carlos Tévez (75’ Daniel Montenegro).






Brasil-Alemania jugando un partido de una copa mundial, siempre considerado uno de los mayores clásicos del fútbol. Antes del encuentro, los brasileños ejercían cierto dominio sobre los alemanes, ya que de 21 encuentros estos habían ganado 12, mientras que su rival solo 4, y con 5 empates.

El evento deportivo se produjo en el estadio Mineirão, Belo Horizonte, Brasil, el 8 de julio de 2014. En las semifinales del reciente Mundial Brasil 2014. Por un lado, previo al encuentro, el anfitrión era un claro candidato a la copa, pero por otro, no se le consideraba el Brasil que tantas veces le ganó a Alemania, ya que cada partido que disputaba, a pesar de ganar en la mayoría, daba la impresión de que lo hacía sufriendo.

Alemania destrozó a Brasil 7-1, dándole la peor derrota de la historia de la 'canarinha' en la historia de los Mundiales. Desplegó su espectacular fútbol de pase corto, rápido, endiablado, culminado con esa efectividad sublime que hace del fútbol de Alemania una apisonadora.
El equipo ganador disputó la final en el Maracaná después de haber jugado el mejor fútbol del Mundial y tras enviar a Brasil al infierno, donde ganó a la albiceleste y se consagró como el nuevo tetracampeón del mundo.
El equipo ganador disputó la final en el Maracaná después de haber jugado el mejor fútbol del Mundial y tras enviar a Brasil al infierno, donde ganó a la albiceleste y se consagró como el nuevo tetracampeón del mundo.

Esta selección quedará marcada de por vida. Sin Neymar, sí, sin Thiago Silva, pero sobre todo sin recursos, una ‘seleçao’ que se aguantaba por la magia del '10' y la emotividad del resto.


Julio César, Maicon, Dante, David Luiz, Marcelo, Fernandinho (46’ Ramires), Luiz Gustavo, Hulk (46’ Paulinho), Oscar, Bernard, Fred (69’ William).

Manuel Neuer, Phillip Lahm, Jérôme Boateng, Mats Hummels (46' Per Mertesacker), Benedikt Höwedes, Sami Khedira (76' Julian Draxler), Bastian Schweinsteiger, Mesut Özil, Toni Kroos, Thomas Müller, Miroslav Klose (58' André Schürrle).






El encuentro se disputó el 25 de Mayo de 2005, en el estadio de Ataturk, Estambul, Turquía. Para muchos, estamos ante la mejor final de la historia de la Champions, e incluso, de la Copa de Europa, por la intensidad y emoción que se vio durante los 120 minutos de juego e igualmente en los penaltis. Este partido es también conocido con el nombre de “El Milagro de Estambul”, debido a la dificultad de la remontada que llevó a cabo el Liverpool.
El partido empezaba vibrante. Casi cuando los aficionados del estadio y los que estaban en sus casas no se habían sentado, Maldini, la leyenda rossonera, ponía el 1-0 cuando aún no se había cumplido el minuto de partido. Para el Liverpool, el australiano Harry Kewell se lesionó en el minuto 22, saliendo en su sustitución Smicer (después hablaremos sobre este último).
Kaká, que jugó unos primeros 45 minutos espectaculares, inició una contra en el minuto 39, y en un pase en profundidad a Shevchenko, este dejaría a Hernán Crespo el gol en bandeja. 2-0 para el Milán y no había noticias del “Pool”.
La final parecía sentenciada para el equipo italiano cuando, otra vez Kaká, en un pase perfecto como precioso al hueco, dejaba solo a Crespo frente a Dudek, y el argentino puso el 3-0. Recuerdo ver la final, una aplanadora era el Milán, se veía que podía ganar fácilmente 5-0 o 6-0. Por otro lado el Liverpool me había decepcionado, no estaba jugando tan bien.
Minuto 54. Steven Gerrard, el alma de los “reds”, salta por encima de todos, pone el balón en la escuadra del palo largo. Gerrard alienta al público, preámbulo de lo que podría venir. Milan 3 – 1 Liverpool.
Minuto 56. Smicer (efectivamente, el que había sustituido al lesionado Kewell) no se lo piensa, y desde un par de metros de fuera del área realiza un tiro raso pegadito a la cepa del poste y da nuevas alas al Liverpool. El partido se pone 3-2 a favor del Milán.
Minuto 60. Se obraría el milagro. Gerrard entra dentro del área e infantilmente es derribado por Gattuso. El árbitro pita penalti y Xabi Alonso se dispone a tirarlo. Lo tira a su izquierda, pero Dida lo adivina, el balón queda suelto y Alonso, en el rechace, consigue el empate a 3. El Liverpool había remontado una final que iba perdiendo 3-0 en solo 6 minutos.
Ya con el empate 3-3, se fueron a la prórroga y posteriormente a la tanda de penaltis, la cual estuvo igual de emocionante que el resto del partido. Serginho tiraría el penalti a las nubes y Dudek pararía los lanzamientos de Pirlo y Shevchenko. El Liverpool ganó su 5ta Champions en una final que ha pasado a la historia y que quienes la vimos y disfrutamos con este deporte, la recordaremos siempre.
El partido empezaba vibrante. Casi cuando los aficionados del estadio y los que estaban en sus casas no se habían sentado, Maldini, la leyenda rossonera, ponía el 1-0 cuando aún no se había cumplido el minuto de partido. Para el Liverpool, el australiano Harry Kewell se lesionó en el minuto 22, saliendo en su sustitución Smicer (después hablaremos sobre este último).
Kaká, que jugó unos primeros 45 minutos espectaculares, inició una contra en el minuto 39, y en un pase en profundidad a Shevchenko, este dejaría a Hernán Crespo el gol en bandeja. 2-0 para el Milán y no había noticias del “Pool”.
La final parecía sentenciada para el equipo italiano cuando, otra vez Kaká, en un pase perfecto como precioso al hueco, dejaba solo a Crespo frente a Dudek, y el argentino puso el 3-0. Recuerdo ver la final, una aplanadora era el Milán, se veía que podía ganar fácilmente 5-0 o 6-0. Por otro lado el Liverpool me había decepcionado, no estaba jugando tan bien.
Minuto 54. Steven Gerrard, el alma de los “reds”, salta por encima de todos, pone el balón en la escuadra del palo largo. Gerrard alienta al público, preámbulo de lo que podría venir. Milan 3 – 1 Liverpool.

Minuto 56. Smicer (efectivamente, el que había sustituido al lesionado Kewell) no se lo piensa, y desde un par de metros de fuera del área realiza un tiro raso pegadito a la cepa del poste y da nuevas alas al Liverpool. El partido se pone 3-2 a favor del Milán.
Minuto 60. Se obraría el milagro. Gerrard entra dentro del área e infantilmente es derribado por Gattuso. El árbitro pita penalti y Xabi Alonso se dispone a tirarlo. Lo tira a su izquierda, pero Dida lo adivina, el balón queda suelto y Alonso, en el rechace, consigue el empate a 3. El Liverpool había remontado una final que iba perdiendo 3-0 en solo 6 minutos.
Ya con el empate 3-3, se fueron a la prórroga y posteriormente a la tanda de penaltis, la cual estuvo igual de emocionante que el resto del partido. Serginho tiraría el penalti a las nubes y Dudek pararía los lanzamientos de Pirlo y Shevchenko. El Liverpool ganó su 5ta Champions en una final que ha pasado a la historia y que quienes la vimos y disfrutamos con este deporte, la recordaremos siempre.



Jerzy Dudek, Steve Finnan (46’ Dietmar Hamann), Jamie Carragher, Sami Hyypiä, Djimi Traoré, Xabi Alonso, Luis García, Steven Gerrard, John Riise, Harry Kewell (23’ Vladimir Smicer), Milan Baros (85’ Djibril Cissé).

Dida, Cafú, Jaap Stam, Alessandro Nesta, Paolo Maldini, Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso (112’ Rui Costa), Clarence Seedorf (86’ Serginho), Kaká, Andriy Shevchenko, Hernán Crespo (85’ Jon Tomasson).






En los octavos de final de una épica edición de la Champions League pudimos presenciar, vía satelital, o los que tuvieron la oportunidad de ir al estadio, un gran encuentro entre un conjunto inglés y otro español, ambos con un nivel futbolístico increíble.
Éste del que les hablo fue el partido de vuelta de dichos octavos, el cual se disputó en Stamford Bridge, Londres, Inglaterra, el 8 de marzo de 2005. El Chelsea derrotó al Barça 4-2, en un encuentro un tanto complicado para los españoles, que tuvieron muchos errores, los cuales repararon a medida que el partido se desarrollaba.
Fue un gran partido, en el que el balón fue de área a área sin tregua, el Barcelona se fue de Europa por no limitar sus errores, frente a un equipo que hace de la eficacia su seña de identidad. Probablemente, el Chelsea no haya sido mejor que el Barcelona, pero supo mantenerse siempre a flote, a la espera de un fallo de un rival al que no le bastó ni la magia de Ronaldinho.
Con todo perdido, cuando el conjunto de Frank Rijkaard resbalaba hacia el abismo, tras recibir tres goles en poco más de un cuarto de hora, Ronaldinho apareció para demostrar por qué fue elegido el mejor jugador del mundo. Constantemente fueron llegando al área del rival, y en un cabezazo de Eto’o, Paulo Ferreira accidentalmente toca con las manos el balón y, el árbitro pita un penalti, el cual el brasileño convierte en gol.
Pero el golpe decisivo, la acción de calidad que define al mediocampista brasileño como un jugador extraordinario se produjo doce minutos después, cuando Ronaldinho sacó un disparo imposible al borde del área, tras amagar con la cadera y colocar el balón, con efecto, junto al poste, con Cech asombrado de espectador.
Un polémico gol del defensor John Terry, cabeceó un saque de esquina y se encontró con la ayuda de Ricardo Carvalho, quien obstaculizó a Víctor Valdés, dio al Chelsea la clasificación a la siguiente fase.
Éste del que les hablo fue el partido de vuelta de dichos octavos, el cual se disputó en Stamford Bridge, Londres, Inglaterra, el 8 de marzo de 2005. El Chelsea derrotó al Barça 4-2, en un encuentro un tanto complicado para los españoles, que tuvieron muchos errores, los cuales repararon a medida que el partido se desarrollaba.

Fue un gran partido, en el que el balón fue de área a área sin tregua, el Barcelona se fue de Europa por no limitar sus errores, frente a un equipo que hace de la eficacia su seña de identidad. Probablemente, el Chelsea no haya sido mejor que el Barcelona, pero supo mantenerse siempre a flote, a la espera de un fallo de un rival al que no le bastó ni la magia de Ronaldinho.
Con todo perdido, cuando el conjunto de Frank Rijkaard resbalaba hacia el abismo, tras recibir tres goles en poco más de un cuarto de hora, Ronaldinho apareció para demostrar por qué fue elegido el mejor jugador del mundo. Constantemente fueron llegando al área del rival, y en un cabezazo de Eto’o, Paulo Ferreira accidentalmente toca con las manos el balón y, el árbitro pita un penalti, el cual el brasileño convierte en gol.

Pero el golpe decisivo, la acción de calidad que define al mediocampista brasileño como un jugador extraordinario se produjo doce minutos después, cuando Ronaldinho sacó un disparo imposible al borde del área, tras amagar con la cadera y colocar el balón, con efecto, junto al poste, con Cech asombrado de espectador.
Un polémico gol del defensor John Terry, cabeceó un saque de esquina y se encontró con la ayuda de Ricardo Carvalho, quien obstaculizó a Víctor Valdés, dio al Chelsea la clasificación a la siguiente fase.



Petr Cech, Paulo Ferreira (51’ Glen Johnson), Ricardo Carvalho, John Terry, William Gallas, Frank Lampard, Damien Duff, Claude Makelele, Joe Cole, Eidur Gudjohnsen (79’ Tiago), Mateja Kezman.

Víctor Valdés, Carles Puyol, Gio van Bronckhorst (46’ Syvinho), Juliano Belleti (84’ Ludovic Giuly), Oleger, Deco, Andrés Iniesta (86’ Maxi López), Gerard, Xavi, Samuel Eto’o, Ronaldinho.






El 20 de octubre de 2004 fue un día negro en la historia del Valencia en la competición. Por aquel entonces, Valencia e Inter de Milán, entrenados por Ranieri y Mancini, coincidieron en el grupo G de la primera fase con RSC Anderlecht y Werder Bremen.
Aquella temporada, el Valencia acabó jugando la Copa de la UEFA. El Inter diría adiós a la competición en 1/4f., donde fue eliminado a manos de su casi homónimo: el AC Milán.
El Valencia era en 2004 el mejor equipo del mundo. No es una afirmación dicha a la ligera, simplemente honestidad respecto al rendimiento ofrecido por el campeón de la mejor liga del mundo, algo que la IFHSS también consideró al nombrar al club de Mestalla como mejor conjunto del planeta. Tal vez por eso, el Valencia era uno de los grandes favoritos en la Liga de Campeones 2004-05, pero había un problema; ya no estaba Benítez, curiosamente, el entrenador que terminó la temporada ganando la competición en el Liverpool.
El Valencia también comenzó bien, venció al Anderlecht 2-0 en Mestalla, pero el partido clave fue la derrota de Bremen. Allí se rompió Vicente, el mejor de aquel Valencia, y allí se sumó la primera derrota en la Liga de Campeones.
Más tarde el Inter se llevaría un 1-5 del estadio valencianista y todo quedó visto para sentencia, aunque los de Ranieri todavía pudieron clasificarse milagrosamente en la última jornada, tirándolo todo por la borda con aquella derrota ante el Werder Bremen y el escupitajo de Angulo. El campeón español decía adiós.
Aquella temporada, el Valencia acabó jugando la Copa de la UEFA. El Inter diría adiós a la competición en 1/4f., donde fue eliminado a manos de su casi homónimo: el AC Milán.
El Valencia era en 2004 el mejor equipo del mundo. No es una afirmación dicha a la ligera, simplemente honestidad respecto al rendimiento ofrecido por el campeón de la mejor liga del mundo, algo que la IFHSS también consideró al nombrar al club de Mestalla como mejor conjunto del planeta. Tal vez por eso, el Valencia era uno de los grandes favoritos en la Liga de Campeones 2004-05, pero había un problema; ya no estaba Benítez, curiosamente, el entrenador que terminó la temporada ganando la competición en el Liverpool.

El Valencia también comenzó bien, venció al Anderlecht 2-0 en Mestalla, pero el partido clave fue la derrota de Bremen. Allí se rompió Vicente, el mejor de aquel Valencia, y allí se sumó la primera derrota en la Liga de Campeones.
Más tarde el Inter se llevaría un 1-5 del estadio valencianista y todo quedó visto para sentencia, aunque los de Ranieri todavía pudieron clasificarse milagrosamente en la última jornada, tirándolo todo por la borda con aquella derrota ante el Werder Bremen y el escupitajo de Angulo. El campeón español decía adiós.


Santiago Cañizares, Curro Torres, David Navarro, Caneira (65’ Bernardo Corradi), Carboni, Albelda, Baraja, Rufete (82’ Stefano Fiore), Aimar, Angulo, Di Vaio.

Alberto Fontana, Córdoba, Burdisso (46’ Javier Zanetti), Materazzi, Favalli, Verón, Emre, Cambiasso, Stankovic, Vieri (75’ Van der Meyde), Adriano (83’ Cruz).






Una recordada fase de grupos la que pudimos observar el 2 de noviembre de 2004 en un partido de vuelta entre el Barcelona de España y el Milán de Italia. Ya habían pasado nada menos que 55 años de que el Barcelona se había impuesto por última vez al AC Milán. El conjunto catalán había acumulado cuatro derrotas y dos empates desde aquel triunfo de 1959, demasiada espera para un equipo de la talla del Barcelona, por mucho que la tarea no fuera precisamente fácil.
Las cosas empezaron bien para el conjunto de Italia, Shevchenko se deshizo de Oleguer por la fuerza para poner a los Rossoneri por delante a mediados de la primera parte. Poco antes del intermedio, Xavi envió entre líneas un pase medido a Samuel Eto'o, quien coló un trallazo en la portería de Dida y la contienda estaba igualada.
Se preparaba una segunda parte apasionante y muy abierta, aunque tuvieron que pasar 89 minutos para que, en un instante de mágica majestad, Ronaldinho decidiera el encuentro. Con un cambio de ritmo marca de la casa, el brasileño se internó sorteando a Alessandro Nesta y Gennaro Gattuso y descerrajó un zurdazo imparable, que se coló por la escuadra e hizo las delicias del Camp Nou. Pese a la derrota, el Milan lideró la tabla y avanzó hasta la gran final, que perdió contra el Liverpool.

Las cosas empezaron bien para el conjunto de Italia, Shevchenko se deshizo de Oleguer por la fuerza para poner a los Rossoneri por delante a mediados de la primera parte. Poco antes del intermedio, Xavi envió entre líneas un pase medido a Samuel Eto'o, quien coló un trallazo en la portería de Dida y la contienda estaba igualada.

Se preparaba una segunda parte apasionante y muy abierta, aunque tuvieron que pasar 89 minutos para que, en un instante de mágica majestad, Ronaldinho decidiera el encuentro. Con un cambio de ritmo marca de la casa, el brasileño se internó sorteando a Alessandro Nesta y Gennaro Gattuso y descerrajó un zurdazo imparable, que se coló por la escuadra e hizo las delicias del Camp Nou. Pese a la derrota, el Milan lideró la tabla y avanzó hasta la gran final, que perdió contra el Liverpool.



Víctor Valdés, Carles Puyol, Gio van Bronckhorst, Juliano Belleti, Oleger, Deco, Rafael Márquez (80’ Henrik Larsson), Ludovic Giuly (67’ Andrés Iniesta), Xavi, Samuel Eto’o, Ronaldinho.

Dida, Cafú, Kaladze, Alessandro Nesta, Paolo Maldini, Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso, Serginho (74’ Clarence Seedorf), Kaká (76’ Rui Costa), Andriy Shevchenko (87’ Jon Tomasson), Massimo Ambrosini.






El estadio Camp Nou de Barcelona, fue la sede de este magnífico encuentro que contó con el apoyo de la FIFA, la UEFA, la Real Federación Española de Futbol y el FC Barcelona. Este partido que reunió a una gran cantidad de estrellas de talla mundial y que iluminaron la noche de Barcelona y la vida de los asiáticos afectados por el tsunami, cumplió con las expectativas de lo que fue, un partido amistoso y en el que los presentes fueron a disfrutar de su buena obra.
Los amigos de Ronaldinho se enfrentarían a los de Shevchenko. Los jugadores de ambos equipos hicieron un círculo cogidos de las manos en el centro del campo para ofrecer un minuto de silencio en memoria de las 240.000 personas que murieron por el tsunami del 26 de diciembre.
El equipo de Ronaldinho estaba siendo dirigido por el técnico de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira y el holandés Frank Rijkaard del Barcelona. Mientras que el conjunto de Shevchenko lo dirigía el entrenador de la selección italiana, Marcello Lippi, y su colega a cargo del Arsenal de Inglaterra, el francés Arsene Wenger. El partido fue uno de tantos eventos deportivos programados para ayudar a las víctimas del tsunami que asoló al sur de Asia en diciembre.
Por cierto que al monto recaudado, se sumó el dinero recolectado por las televisoras alrededor del planeta mientras transmitieron el duelo, durante los 90 minutos pusieron números de teléfonos o cuentas de bancos para que la gente se reportara y pusiera su granito de arena.
Los amigos de Ronaldinho se enfrentarían a los de Shevchenko. Los jugadores de ambos equipos hicieron un círculo cogidos de las manos en el centro del campo para ofrecer un minuto de silencio en memoria de las 240.000 personas que murieron por el tsunami del 26 de diciembre.

El equipo de Ronaldinho estaba siendo dirigido por el técnico de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira y el holandés Frank Rijkaard del Barcelona. Mientras que el conjunto de Shevchenko lo dirigía el entrenador de la selección italiana, Marcello Lippi, y su colega a cargo del Arsenal de Inglaterra, el francés Arsene Wenger. El partido fue uno de tantos eventos deportivos programados para ayudar a las víctimas del tsunami que asoló al sur de Asia en diciembre.

Por cierto que al monto recaudado, se sumó el dinero recolectado por las televisoras alrededor del planeta mientras transmitieron el duelo, durante los 90 minutos pusieron números de teléfonos o cuentas de bancos para que la gente se reportara y pusiera su granito de arena.



Dida (45’ Kameni), Cafú (45’ Jaidi), Córdoba, Márquez (45’ Mahdakivia), Rabede, Nakata (45’ Kuffour), Song, Kaká (45’ Cha Doo Ri), Deco (45’ Camara), Ronaldinho (60’ Martins) y Eto´o (45’ Park Ji Sung).

Casillas (45’ Toldo), Montero (45’ Kuffour), Kaladze (45’ Litmanen), Gerrard, Thuram (45’ Suazo), Beckham (45’ Vogel), Zidane (45’ Kompany), Deisler, Del Piero (45’ Zola), Shevchenko (45’ Henry) (66’ Hakan Sukur) y Raúl (45’ Giuly).






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