CÓMO EL GRUPO CLARÍN VIOLA LA LEY SOBRE PUBLICIDAD SEXUAL
Del 59, prohibido hace tres años, la oferta pasó camuflada a otros rubros. La oficina que monitorea las publicaciones denunció 6.000 avisos ante la Justicia.
En julio de 2011, la Presidenta de la Nación firmó el decreto número 936 reglamentando dos leyes. La 26.346, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, y la 26.485, de Protección Integral, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en los que desarrollen sus relaciones interpersonales, por medio de la cual se prohibieron los avisos que promovieran la oferta sexual. Pero dicho decreto viene siendo ignorado por algunos medios, los que burlan un artículo de la norma que sanciona a los que hagan “explícita o implícita referencia a la solicitud de personas para destinarlas al comercio sexual y que persigan estos propósitos haciendo referencia a otras actividades lícitas”. El diario Clarín es el que más utiliza el recurso de camuflar tales propósitos comerciales, según un reciente trabajo elaborado por la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual (OM), dependiente del Ministerio de Justicia. El organismo fue puntilloso: detectó que durante el primer semestre del 2014 el matutino publicó 16.552 avisos, obteniendo ganancias por casi 2,6 millones de pesos. “Los avisos de masajistas, promotoras y señoras en búsqueda de una relación informal son cotejados con publicaciones realizadas en medios gráficos con anterioridad al dictado del decreto. También se los compara con Internet y folletería en vía pública. Esta metodología es la que nos permite determinar que la propuesta de los avisos excede lo que a través de estos se anuncia”, explica Chantal Stevens, titular del organismo.
El conocido rubro 59 ya no existe en las páginas de clasificados del diario, pero fue reemplazado por el 47, titulado Salud y Belleza. De enero a junio de este año se mantuvo un promedio de 2.760 avisos mensuales: 15.389 de promoción sexual implícita y explícita, y 895 destinados al comercio sexual. Stevens explica cómo se llega a los resultados “La oficina se encarga de velar por el cumplimiento del decreto al monitorear los medios gráficos y de imponer o requerir sanciones. Todos los días recibimos más de un centenar de diarios de distribución nacional, provincial y local y tras la verificación, se sistematiza la información recogida a través de un programa informático”.
El informe, además, difunde la actividad de otros medios del Grupo en cuanto a la publicación de avisos en presunta infracción. Desde septiembre de 2011 hasta junio pasado, Clarín difundió poco más de 148 mil; La Voz del Interior, 63.594; Los Andes, 17.012; La Razón, 1.390; Muy, 627 y Olé, 563. El diario cabecera se llevó el 47 por ciento del negocio. Hasta la fecha, un total de 5.999 avisos fueron denunciados por la OM para la posterior investigación judicial. Unas 125 actuaciones y 33 sanciones fueron aplicadas a diferentes medios gráficos. Las diez sanciones impuestas al Grupo fueron desoídas y una multa por 362.534 pesos se encuentra en proceso de ejecución judicial por incumplimiento del pago.
–¿Qué otros propósitos persigue la OM?
–La información no sólo es utilizada para realizar actuaciones a los medios cundo incumplen con el decreto, sino que también se usa para fomentar la investigación proactiva de los delitos de trata de personas y explotación sexual a través de la realización de denuncias. Contribuimos a que haya cada vez más y mejores investigaciones judiciales mediante un trabajo conjunto con el Poder Judicial, el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio de Seguridad y el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas. En la actualidad hay casi 5.700 que forman parte de causas judiciales. Nos gustaría hacer el seguimiento de manera sistemática de las causas, pero eso excede las funciones que nos fueron asignadas.
Según el texto de la norma, se pretende dar “visibilidad al rol fundamental que podrían desempeñar los medios de comunicación en la lucha contra la trata y combatir su doble moral, que se expresa por un lado en la atención que se les da a los casos de trata en titulares, editoriales y secciones de sociedad y luego se contradice con las decenas o centenares de avisos que publican en sus secciones comerciales”. En la penúltima página de los clasificados se pueden ver los avisos de “señoritas”, “recepcionistas”, “promotoras” y “masajistas” en los rubros 37, 47 y 56.
Clarín publicó en su edición del 19 de agosto un total de avisos donde se ofrecen 12 masajistas y 82 señoras de distintas edades, muchas de ellas veinteañeras. Stevens amplía sobre el funcionamiento de la oficina: “El análisis de los anuncios nos permite diferenciar publicaciones relativamente aisladas de aquellos grandes entramados propagandísticos. Permite también tener una idea aproximada de la cantidad de mujeres que serían prostituidas en un lugar (a veces se puede develar la conexión de varios departamentos que funcionan en red), sus nacionalidades o lugares de origen, dejando al descubierto si hubo traslados. Se pueden rastrear los horarios en que son explotadas las mujeres y si hay personas que regentean la actividad y las tarifas a cobrar”.
–Después de la firma del decreto en 2011, ¿cuál fue la evolución de la oferta en los medios gráficos?
–Se redujo notablemente. En la actualidad, el 85 por ciento de los medios no publica avisos de comercio sexual y pasamos de monitorear más de mil avisos diarios a 300. Nuestro mayor desafío hoy se orienta a los anuncios de Internet, que se presenta como el medio de comunicación por excelencia para la difusión de la trata.

Del 59, prohibido hace tres años, la oferta pasó camuflada a otros rubros. La oficina que monitorea las publicaciones denunció 6.000 avisos ante la Justicia.

En julio de 2011, la Presidenta de la Nación firmó el decreto número 936 reglamentando dos leyes. La 26.346, de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, y la 26.485, de Protección Integral, para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en los que desarrollen sus relaciones interpersonales, por medio de la cual se prohibieron los avisos que promovieran la oferta sexual. Pero dicho decreto viene siendo ignorado por algunos medios, los que burlan un artículo de la norma que sanciona a los que hagan “explícita o implícita referencia a la solicitud de personas para destinarlas al comercio sexual y que persigan estos propósitos haciendo referencia a otras actividades lícitas”. El diario Clarín es el que más utiliza el recurso de camuflar tales propósitos comerciales, según un reciente trabajo elaborado por la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual (OM), dependiente del Ministerio de Justicia. El organismo fue puntilloso: detectó que durante el primer semestre del 2014 el matutino publicó 16.552 avisos, obteniendo ganancias por casi 2,6 millones de pesos. “Los avisos de masajistas, promotoras y señoras en búsqueda de una relación informal son cotejados con publicaciones realizadas en medios gráficos con anterioridad al dictado del decreto. También se los compara con Internet y folletería en vía pública. Esta metodología es la que nos permite determinar que la propuesta de los avisos excede lo que a través de estos se anuncia”, explica Chantal Stevens, titular del organismo.
El conocido rubro 59 ya no existe en las páginas de clasificados del diario, pero fue reemplazado por el 47, titulado Salud y Belleza. De enero a junio de este año se mantuvo un promedio de 2.760 avisos mensuales: 15.389 de promoción sexual implícita y explícita, y 895 destinados al comercio sexual. Stevens explica cómo se llega a los resultados “La oficina se encarga de velar por el cumplimiento del decreto al monitorear los medios gráficos y de imponer o requerir sanciones. Todos los días recibimos más de un centenar de diarios de distribución nacional, provincial y local y tras la verificación, se sistematiza la información recogida a través de un programa informático”.
El informe, además, difunde la actividad de otros medios del Grupo en cuanto a la publicación de avisos en presunta infracción. Desde septiembre de 2011 hasta junio pasado, Clarín difundió poco más de 148 mil; La Voz del Interior, 63.594; Los Andes, 17.012; La Razón, 1.390; Muy, 627 y Olé, 563. El diario cabecera se llevó el 47 por ciento del negocio. Hasta la fecha, un total de 5.999 avisos fueron denunciados por la OM para la posterior investigación judicial. Unas 125 actuaciones y 33 sanciones fueron aplicadas a diferentes medios gráficos. Las diez sanciones impuestas al Grupo fueron desoídas y una multa por 362.534 pesos se encuentra en proceso de ejecución judicial por incumplimiento del pago.
–¿Qué otros propósitos persigue la OM?
–La información no sólo es utilizada para realizar actuaciones a los medios cundo incumplen con el decreto, sino que también se usa para fomentar la investigación proactiva de los delitos de trata de personas y explotación sexual a través de la realización de denuncias. Contribuimos a que haya cada vez más y mejores investigaciones judiciales mediante un trabajo conjunto con el Poder Judicial, el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio de Seguridad y el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas. En la actualidad hay casi 5.700 que forman parte de causas judiciales. Nos gustaría hacer el seguimiento de manera sistemática de las causas, pero eso excede las funciones que nos fueron asignadas.
Según el texto de la norma, se pretende dar “visibilidad al rol fundamental que podrían desempeñar los medios de comunicación en la lucha contra la trata y combatir su doble moral, que se expresa por un lado en la atención que se les da a los casos de trata en titulares, editoriales y secciones de sociedad y luego se contradice con las decenas o centenares de avisos que publican en sus secciones comerciales”. En la penúltima página de los clasificados se pueden ver los avisos de “señoritas”, “recepcionistas”, “promotoras” y “masajistas” en los rubros 37, 47 y 56.
Clarín publicó en su edición del 19 de agosto un total de avisos donde se ofrecen 12 masajistas y 82 señoras de distintas edades, muchas de ellas veinteañeras. Stevens amplía sobre el funcionamiento de la oficina: “El análisis de los anuncios nos permite diferenciar publicaciones relativamente aisladas de aquellos grandes entramados propagandísticos. Permite también tener una idea aproximada de la cantidad de mujeres que serían prostituidas en un lugar (a veces se puede develar la conexión de varios departamentos que funcionan en red), sus nacionalidades o lugares de origen, dejando al descubierto si hubo traslados. Se pueden rastrear los horarios en que son explotadas las mujeres y si hay personas que regentean la actividad y las tarifas a cobrar”.
–Después de la firma del decreto en 2011, ¿cuál fue la evolución de la oferta en los medios gráficos?
–Se redujo notablemente. En la actualidad, el 85 por ciento de los medios no publica avisos de comercio sexual y pasamos de monitorear más de mil avisos diarios a 300. Nuestro mayor desafío hoy se orienta a los anuncios de Internet, que se presenta como el medio de comunicación por excelencia para la difusión de la trata.
