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DEFRAUDACIÓN, NARCOTRÁFICO, CONTRABANDO

Blancos salpicados por irregularidades



Denuncias y procesamientos de dirigentes del Partido Nacional en casos de narcotráfico, defraudación y contrabando han marcado las últimas semanas de esa colectividad.

Se confirmó que un asesor en seguridad de Luis Lacalle Pou paradójicamente defendió a un peligroso delincuente. Al iniciar su gestión como comisionado parlamentario, el candidato a ministro de Interior de un eventual gobierno blanco fue acusado por jerarcas policiales de tener connivencia con narcotraficantes.



Defraudación


El edil Rodrigo Blás, candidato nacionalista a la Intendencia de Maldonado y uno de los dirigentes más cercanos en ese departamento a Lacalle Pou, fue denunciado por la Dirección General Impositiva por presunta defraudación tributaria en la venta de terrenos. La información fue publicada por el semanario Brecha; hay seis personas implicadas, entre las que se encuentra otro edil y tres escribanos que son investigados por la Justicia del Crimen Organizado.

Blás Propiedades escrituró terrenos que vendía a Javipark SA, en el fraccionamiento Valle Di Saronno, por montos inferiores a los acordados con los compradores.

Según la denuncia, los profesionales que respondían a la inmobiliaria de Blás acordaban con los compradores para que declararan operaciones comerciales por montos menores a los reales.

La DGI estima que el monto de la defraudación superaría los 300 mil dólares.
Narcotráfico

En julio pasado Nelson Bosch, edil del Partido Nacional y vicepresidente de la Junta Departamental de Durazno, fue procesado por narcotráfico.

La Justicia le tipificó el delito de tenencia de estupefacientes. En su domicilio tenía cocaína y marihuana que su sobrino comercializaba con su complicidad.

Electo edil por la Lista 71, Bosch fue diputado entre 2000 y 2005 en sustitución de Carmelo Vidalín, quien había renunciado para desempeñarse como intendente duraznense.
Contrabando

Apenas cruzando el Río Negro, en Tacuarembó, el edil blanco Luis Eduardo Sosa Dias fue procesado con prisión por asociación para delinquir y contrabando, cuando la Policía desbarató una organización delictiva.

El curul pertenece a la agrupación oficialista Cambio 50 del Partido Nacional, que gobierna Tacuarembó desde hace cuatro períodos.

Según el semanario Centro, de Tacuarembó, Sosa Dias fue detenido en setiembre por personal de Investigaciones, mientras participaba de un convoy de vehículos que traía artículos de contrabando como comestibles, prendas de vestir, bebidas alcohólicas y gaseosas. La Policía de Rivera logró obtener fotografías, filmaciones, grabaciones telefónicas, direcciones de personas y comercios integrantes de la red de contrabandistas.
Colgado a la UTE

Por otra parte se supo que otro edil, de la misma fracción nacionalista en Tacuarembó, fue descubierto también en tropelías. El periódico Batoví de esa ciudad norteña publicó que el presidente de la Junta Departamental, Pablo Enrique Gutiérrez Gónzalez, estaba ‘colgado’ de la UTE en una empresa de su propiedad en la que fabrica artículos de nailon. Según los informantes, hacía años que Gutiérrez Gónzalez obtenía la energía de UTE sin pagar.
No voy en tren

La semana pasada, el representante nacionalista en el directorio de AFE, Mario Cusano, tuvo que renunciar luego de que El Observador demostrara que fue a almorzar al restaurante de su esposa, ubicado en Barros Blancos, y cargó la cuenta de 1.800 pesos al ente ferroviario.

Lacalle Pou se enteró de que Cusano entregó más de una boleta, por lo que esa irregularidad era una práctica habitual del jerarca de AFE, quien “pidió disculpas”, según relató el presidenciable blanco.
El Betito

El delincuente más peligroso del país, apodado Betito, fue defendido por el abogado Diego Durand, asesor en “seguridad humana” de Lacalle Pou, quien llegó a denunciar una campaña del gobierno contra su cliente, consignó La República.

En declaraciones a la prensa, Durand reclamó que “el gobierno cese su hostigamiento hacia él”, cuando este delincuente estaba en una huelga de hambre.

El juez Néstor Valetti había expresado sobre el Betito: “Está en una cárcel de máxima seguridad, exclusiva para capos narcos, e igual controla un ejército de personal de cincuenta sicarios”.
Docente maltratador

Lacalle Pou cuenta con Luis Alberto Picón Martínez entre sus asesores en Educación. Su currículum lo muestra como un destacado profesor de Idioma Español, magíster en Educación e integrante del equipo docente de la Udelar y universidades extranjeras. Sin embargo, no menciona que en 2007 fue sancionado y destituido como profesor de Secundaria por sus actitudes violentas con los alumnos en el Liceo 48 de Puntas de Manga, y posteriormente por prácticas similares en un aula comunitaria.

De acuerdo a una nota de Caras y Caretas, Picón tenía actitudes de maltrato de diverso tenor: gritaba, humillaba a sus alumnos adolescentes, usaba un lenguaje soez para tratar a las alumnas, pateaba las papeleras, atropellaba a algún chico, tiraba el borrador contra el pizarrón. Dicen que alguna que otra vez zamarreaba a los más revoltosos o distraídos, y cuentan que hasta golpeó a un muchacho, aunque esto último no consta en su voluminoso expediente.

Como consecuencia, el Codicen lo destituyó en febrero de 2010, aunque esa resolución fue revocada por resolución del Tribunal de lo Contencioso Administrativo por vicios de forma y sin considerar las causas de fondo.
Connivencia con narcos

El flamante asesor en seguridad de Lacalle, el comisionado parlamentario del sistema carcelario Álvaro Garcé, tiene un historial de connivencia con narcotraficantes, según recordó Caras y Caretas.

En 2006, Garcé chocó con el entonces severo ex director de Cárceles, Enrique Navas, quien cuestionó que el comisionado pidiera el traslado a Durazno de “un notorio traficante que cayó con 35 kilos de cocaína, al que había patrocinado como defensor de oficio”, aludiendo a Rodolfo Auscarriaga, el “Tumán grande”.

Dos años más tarde, Garcé tuvo otra polémica con un policía, esta vez con el inspector Jorge Guarteche, quien se desempeñaba como jefe de Policía en Canelones.

El jerarca policial estalló cuando el comisionado le pidió el traslado de dos peligrosos traficantes de drogas a Treinta y Tres, a un establecimiento sin seguridad adecuada y a escasos kilómetros de la frontera con Brasil.

Guarteche dijo por esa época que había que ser tonto para creer que Garcé actuaba así “por pelotudo” y aseguró que él piensa que “donde se muevn los narcos hay plata, porque los narcos tienen plata”.