
Las enfermedades y lesiones que pueden presentarse en la boca son tan variadas que detallarlas aquí es imposible. Lo que si podemos comentar un poco, es una queja un tanto frecuente de personas que vienen a consulta porque les apareció una "bolita" en la boca y tienen temor de que el diagnóstico sea de cáncer.
Quiero comentar que una bolita en la cavidad de la boca, ya sea en la parte interna de los labios, en la encía o cercana a la garganta no implica necesariamente un tumor canceroso. Con frecuencia encontramos crecimientos de tejido conectivo que llamamos Fibromas y que se definen como una induración firme de tejido rosado que generalmente no tiene raíces en los tejidos internos. Pueden crecer hasta de un centímetro más o menos y luego dejan de hacerlo. Pueden permanecer en la boca durante muchos años y pueden y deben ser removidas por el cirujano maxilofacial, aunque son totalmente inofensivas y no interfieren con el funcionamiento normal. Tampoco son contagiosas.
En otras ocasiones, debido a un traumatismo la persona llega a morder el interior de las mejillas y con el tiempo se forma un mucocele, que es un espacio lleno de mucosidad en la parte interna de los labios o mejillas. Si suavemente se muerde usted el interior de los labios, notará que el tejido se siente como lleno de bolitas pequeñísimas, que son precisamente glándulas mucosas o salivales y cada una de ellas tiene un pequeño conducto que drena la mucosidad producida en el interior de la glándula. Si debido a un incidente traumático uno de estos conductos se obstruye, el moco producido por la glándula no puede alcanzar la superficie y puede producirse una ampolla llena de mucosidad. Estas lesiones pueden removerse quirúrgicamente y no son peligrosas.
También quiero decirle que ante cualquier cambio, lesión o bolita que le aparezca en la boca, no espere a que desaparezca por sí sola ni haga tratamientos caseros para curarla, lo mejor es acudir a consulta con el especialista para valorarla y atenderla.