La soledad, así como el conflicto, la pobreza y la desesperanza en el futuro son factores de riesgo.
Solos y ‘desparchados’. Así se sentían 116.000 jóvenes que acudieron el año pasado a uno de los 21 centros de servicios amigables que hay en Medellín, que brinda acompañamiento y asesoría a la población joven que necesite atención en salud mental, sexual y reproductiva.
Esa sensación de soledad, además de la falta de compromiso de la relación de los padres con los hijos, son factores que inciden en la adquisición de un trastorno mental.
Así lo explica Sandra Rueda, investigadora y coordinadora de la maestría en Salud Mental de la Universidad de Antioquia. Para la experta, las situaciones personales que deben enfrentar los adolescentes en el diario vivir impone cada vez retos y presiones mayores para los jóvenes.
“En Medellín, por ejemplo, los adolescentes en edad escolar pueden presentar un alto grado de desesperanza, pues no encuentran respuesta a su futuro laboral, académico e, incluso, familiar. Esto genera incidencias suicidas y miedo al futuro, lo que se asocia al consumo de sustancias sicoativas”, explica Rueda
Asimismo, otras causas como la falta de afectividad, el retraimiento, la indiferencia, y el aislamiento pueden ser señales de presencia de un trastorno mental.
Los factores que llevan a un joven a sufrir un problema o un trastorno de salud mental dependen del contexto familiar, económico y social. Sin embargo, el hecho puede resultar desapercibido si se tiene en cuenta que en Medellín hay 559. 747 habitantes entre los 14 y 28, quienes la Alcaldía considera jóvenes.

Solos y ‘desparchados’. Así se sentían 116.000 jóvenes que acudieron el año pasado a uno de los 21 centros de servicios amigables que hay en Medellín, que brinda acompañamiento y asesoría a la población joven que necesite atención en salud mental, sexual y reproductiva.
Esa sensación de soledad, además de la falta de compromiso de la relación de los padres con los hijos, son factores que inciden en la adquisición de un trastorno mental.
Así lo explica Sandra Rueda, investigadora y coordinadora de la maestría en Salud Mental de la Universidad de Antioquia. Para la experta, las situaciones personales que deben enfrentar los adolescentes en el diario vivir impone cada vez retos y presiones mayores para los jóvenes.

“En Medellín, por ejemplo, los adolescentes en edad escolar pueden presentar un alto grado de desesperanza, pues no encuentran respuesta a su futuro laboral, académico e, incluso, familiar. Esto genera incidencias suicidas y miedo al futuro, lo que se asocia al consumo de sustancias sicoativas”, explica Rueda

Asimismo, otras causas como la falta de afectividad, el retraimiento, la indiferencia, y el aislamiento pueden ser señales de presencia de un trastorno mental.
Los factores que llevan a un joven a sufrir un problema o un trastorno de salud mental dependen del contexto familiar, económico y social. Sin embargo, el hecho puede resultar desapercibido si se tiene en cuenta que en Medellín hay 559. 747 habitantes entre los 14 y 28, quienes la Alcaldía considera jóvenes.