Una tormenta solar "extrema" se dirige a la Tierra
La llamarada se mueve por el espacio a 4 millones de kilómetros por hora. A partir del viernes, Los sistemas de telecomunicaciones, amenazados por una tormenta solar


A NO HACER OIDOS SORDOS...

Tom Berger, director del Centro de Predicciones Meteorológicas del Espacio, sostuvo que es la primera vez en muchos años que la Tierra está expuesta a una tormenta solar de tal magnitud.

Aún no saben en qué momento preciso de los próximos dias llegará la tormenta solar a la Tierra ni qué parte del planeta estará de frente al Sol y se llevará la peor parte de los efectos, aunque como se movilizará a una velocidad media de 4 millones de kilómetros por hora, esto significa que lo más pronto que podría llegar es el viernes temprano pero también un par de días después.
"Solo es cuestión de tiempo" que una supertormenta solar "excepcionalmente violenta" acabe golpeando la Tierra y "devaste" sus sistemas de comunicación y suministro de electricidad.
Cuando una tormenta solar de "suficiente intensidad" penetra en el campo magnético de la Tierra y lo rompe, se da una súper tormenta solar que lanza enormes corrientes eléctricas que pueden causar cortes de luz generalizados y daños en componentes eléctricos fundamentales.
Es "UN SUCESO INEVITABLE".
Es por esto que TARINGA puede desaparecer momentaneamente si es que los artefactos afectados son los pertenecientes a los del cono sur del globo... Todo depende de cual sea la zona y los satelites que reciban el impacto...

Cada 150 años de media la Tierra se vuelve vulnerable a una súper tormenta solar del nivel de la que se produjo en 1859 y que fue bautizada como el Suceso Carrington.

Una gran tormenta solar, relacionada con la segunda erupción solar más fuerte del actual ciclo solar de 11 años, está alcanzando la Tierra, aunque de momento con pocas consecuencias. Sin embargo, la potencialmente «fuerte tormenta», en palabras de la NASA, podría interrumpir redes de energía, comunicaciones y GPS y provocar deslumbrantes auroras.
Según los científicos la tormenta quedará muy lejos del acontecimiento que tuvo lugar en 1859, algo que debemos considerar como positivo.

Si tuviéramos hoy una tormenta parecida, la vida se paralizaría. TARINGA SE PARALIZARÍA...
Nuestra «ciberburbuja», en peligro
Baker afirma que alteraciones eléctricas tan fuertes como las que dañaron los equipos de telégrafos (el Internet de entonces) serían ahora mucho más peligrosas.

Las tormentas solares que se dirigen a la Tierra tienen tres fases, aunque no todas tienen por qué darse en una tormenta.
En primer lugar, aparecen las erupciones solares: los rayos X y la luz ultravioleta ionizan la capa superior de la atmósfera, interfiriendo con las comunicaciones por radio. Después llega la tormenta de radiación, que puede ser muy peligrosa para los astronautas.
Por ultimo, tenemos la eyección de masa coronal, una nube de partículas cargadas que puede tardar días en alcanzar la atmósfera terrestre. Cuando lo hace, las partículas solares pueden interactuar con el campo magnético de la Tierra, provocando fuertes fluctuaciones electromagnéticas.
«Vivimos en una ciberburbuja que envuelve la Tierra», señala Baker. «Imagina las posibles consecuencias»."

Preocupan especialmente las consecuencias que tendría para los GPS, que están presentes en teléfonos, aviones o automóviles. Según Baker, esta industria, de 13 mil millones de dólares en 2003, espera alcanzar el billón de dólares en 2017.
Además, las comunicaciones vía satélite, imprescindibles para la actividad diaria, también correrían peligro con la llegada de una tormenta solar.
«Cada vez que compramos gasolina con tarjeta de crédito estamos efectuando una transacción por satélite», añade.
Sin embargo, la mayor preocupación sería la red eléctrica, puesto que la subida de tensión que provocarían las partículas solares podrían dañar los transformadores eléctricos, y se necesitaría mucho tiempo para sustituirlos, sobre todo si se destruyen cientos a la vez.
«No tenemos muchos repuestos», añade Cliver.

NO SE OLVIDEN LA POSIBILIDAD ESTÁ, EXISTE, FALTA POCO...



