
Bienvenidos taringueros, veamos como se puede curar esta enfermedad que causa mucho dolor y sufrimiento en muchas partes del mundo, pero primero, ¿que es homofobia?:

HOMOFOBIA es el rechazo, miedo, o discriminacion hacia personas por su orientacion sexual (orientacion sexual es si tu atraccion fisica, emocional o sentimental se orienta a uno u otro sexo)
Pero, ¿todo el mundo esta de acuerdo con este termino? NO; hay personas como Morgan Freeman que opinan diferente


Ahora bien, ya que sabemos que es homofobia, veamos, ¿se puede curar? la respuesta es si, se cura ¿pero como?

Para el psicólogo Fernando Cano es posible reemplazar prejuicios aprendidos. Considera que las preguntas planteadas acerca de si detrás de un homofóbico se esconde un gay no asumido abren una dimensión que trasciende lo individual, invitando a repensar colectivamente las formas de discriminación que rompen el tejido social y generan sufrimiento. “Es posible reemplazar los prejuicios por matrices de valor que reconozcan e integren las diferencias. Si pensamos a la discriminación por orientación sexual como una manifestación de ignorancia y desconexión afectiva, podemos pensar que quizás oculte, o posponga, en el mejor de los casos, el deseo de una afectividad más plena. En la discriminación la afectividad se encuentra limitada. Liberarla de estas restricciones puede generar acciones individuales y colectivas reparadoras, propiciando la conformación de un tejido social más inclusivo”.

El profesor de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis Víctor Martínez Núñez explica que “la homofobia entendida desde una perspectiva psicopatológica puede ser pensada como desorden emocional caracterizado por un miedo y odio intenso irracional por las personas homosexuales y, por ende, sería posible pensar un tratamiento para acompañar a este sujeto que porta este malestar”. Sin embargo, aclara, “es preciso pensar a la homofobia y al sujeto homofóbico como sujeto que presenta este malestar emocional pero cuya contextualización es cultural e histórica. Por esto es necesario reconceptualizar al constructo desde una perspectiva psicosocial y cultural, e incluso política y económica”.

En Resumen SI, hay esperanza para los homofobicos
La educación, la gran herramienta
La psiquiatra jefa del departamento de Psicología y Filosofía del Colegio Nacional de Buenos Aires, Silvia Di Segni, también se detiene a reflexionar en las posibilidades de “curar” esta patología.
“Una gran herramienta que toda sociedad tiene para intentar superar estas tendencias discriminatorias es la educación en tanto aquella muestre la necesidad y la riqueza de la diversidad en todos los planos (étnico, social, religioso, sexual, político, ideológico)”, señala la especialista.
“En la adolescencia a menudo se recurre al grupo de iguales para sostener la propia identidad y esto, en ocasiones, lleva a este tipo u otro de fanatismos. Cuando esto sobrevive en la adultez es una clara muestra de intolerancia basada en la ignorancia, sin importar que esa ignorancia conviva con grandes conocimientos en otras áreas, lo que muestra que no toda educación es eficaz”, manifiesta. Y agrega que otra gran herramienta son las leyes que, si bien de por sí no cambian las mentalidades cerradas, “pueden dar testimonio de las mentalidades abiertas”.
Un ejemplo de esto es la Ley de matrimonio igualitario que, “al convertir en iguales a quienes eran desigualados, fortalecen a quienes hasta entonces estaban en un lugar de debilidad y ubican en un lugar de ilegalidad a quienes se opongan a ella”. Con la ley de identidad de género, sancionada este año, podría suceder algo similar.

“No hay que seguir justificando la homofobia”
Para concluir, la palabra del licenciado Alejandro Viedma, colaborador asiduo de Boquitas pintadas, que invita a pensar que más allá de lo que pueda haber detrás de la homofobia y, fuere la razón que fuere, no hay que continuar justificándola. “En lugar de apoyar al discriminador “porque es ignorante” o “enfermo”, se hace necesario amparar a las víctimas violentadas, sobre todo a los niños y adolescentes que en sus escuelas y colegios sufren por el bullying (acoso escolar) anti-gay; porque las consecuencias para ellos podrían ser muy riesgosas y lo grave es que desde los adultos no se lo quiera ver, oír, traducir, prevenir, abordar, y no se toman medidas en contra de ello”.
Otro punto preponderante –sostiene Viedma- es la homofobia que interiorizan algunos de sus colegas, que “no dejan sus ideologías personales fuera de sus consultorios o se quedaron estancados en el tiempo en que la medicina consideraba la homosexualidad una enfermedad y, de manera directa o más silenciosa, le traspasan a sus pacientes LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) su forma “ideal” de vivir”. Apunta que “un modo de percatarse de ello para no direccionar moralmente a los analizantes es supervisando con profesionales que hace años trabajan con la diversidad sexual y se especializan en estas temáticas y sus especificidades”.
La sexualidad humana es una construcción compleja, subjetiva. “Lo que cuesta comprender en estos casos de homofobia es cómo un individuo se arroga el derecho de meterse en la vida de los demás, negando/borrando las diferencias dadas en las expresiones del sistema sexo-género y desmintiendo lo diverso, cuestionando así una sexualidad ajena, tan única y singular como la de uno mismo y la de cualquier persona, más allá de su orientación sexual y/o su identidad de género”.

Por ultimo, tomense un momento para reflexionar, ¿porque discriminan a personas iguales a ustedes? ¿que ven en esta pareja?:

La repsuesta es simple, AMOR y el amor se defiende
