Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?










9 trucos para ser disciplinado día a día



Es lunes por la mañana y la elección está delante de ti, otra vez.
Empezar ese proyecto que has estado evitando el último mes o revisar tu correo electrónico 16 veces ser disciplinadoantes de levantarte en el último minuto para llegar justo a tiempo a la reunión semanal.

Existen diversos hábitos que sin duda vale la pena desarrollar si quieres ser productiv@. Y, si uno de ellos es especialmente importante a la hora de mejorar la productividad, es el ser disciplinado.

La disciplina es el hábito de hacer lo que tienes que hacer, aunque no te guste hacerlo, sin que nadie te obligue a hacerlo.


Si ser disciplinado es algo natural en ti o te lo inculcaron en la infancia, ¡felicidades!Si eres como la mayoría de nosotr@s y te cuesta ocuparte de lo que no te gusta, quizá te sirvan algunos de estos trucos.
Personalmente, me ayudan a mantener la disciplina día a día:




Ten claras tus responsabilidades

Tienes que saber qué tienes que hacer y cuando tienes que hacerlo. Necesitas un esbozo básico, un borrador de lo que tienes que hacer en un periodo concreto de tiempo. Si no sabes qué te corresponde hacer, es fácil que te “pongas a un lado” y acabes postergando esa tarea.
Debes ser consciente de que tu responsabilidad en ese proyecto, consiste en, por ejemplo, redactar el primer borrador del informe antes de 15 días para que después lo revise tu compañero Pedro.




Elimina el autoengaño

Conseguir ser disciplinado pasa por reconocer tus fallos y limitaciones.
No sirve de nada mentirte a ti mism@ diciéndote que no tienes tiempo para acabar tu trabajo si la realidad es que cada día llegas una hora tarde y alargas hora y media la comida. Cuando dejas de engañarte a ti mism@ estás preparado para solucionar el problema.




Evita las distracciones

Ser disciplinado también implica no desviarte por cosas que distraen y consumen tu tiempo fácilmente. Por supuesto necesitas y mereces tomarte descansos durante tu tiempo de trabajo. Pero se trata de evitar que esos descansos te impidan acabar tu trabajo.
Aunque a veces las interrupciones externas no pueden evitarse, es importante controlarlas al máximo mientras trabajas.
7 Estrategias para decir No sin decir no de forma efectiva.
Acaba con el problema de no saber decir no para siempre.




Enfócate en los beneficios

Piensa en los beneficios, no en el sacrificio. Enfocarte como un “fanático” en tus objetivos y en lo que debes hacer para lograrlos es una manera de potenciar tu disciplina.
Se trata de ver la disciplina como un medio para ser feliz al final del día. Te sientes mejor tras haber trabajado por la mañana en ese plan para montar tu propio negocio. Incluso aunque sea el más odioso de los trabajos para el más desagradecido de los jefes. Te estás entrenado intensamente para conseguir lo más importante: disciplina. Y lo estás haciendo para ti.



Evita el perfeccionismo

Nadie es perfecto. Si esperas a ser disciplinado en un aspecto concreto hasta que también seas perfecto en esa área, la tarea es tan abrumadora que ni siquiera la empiezas.
No esperes a redactar tu informe hasta que controles todos los detalles de las gráficas de ventas del último año. No hay ningún problema en proponerte un objetivo que puedes cumplir sin morir en el intento.




Mejora tu concentración

La concentración es la hermana de la disciplina. Para completar un gran proyecto necesitas concentrarte y focalizar. La clave está en aplicarte a tope en lo que haces ese momento, en enfocarte en una o dos cosas como mucho y hacerlas bien.
9 formas de mejorar la concentración.




Rodéate de gente disciplinada

Una forma segura de desarrollar tu auto disciplina es asociarte con personas que son disciplinadas y tienen un mayor auto control que tu. Rodéate de la gente adecuada, en tu círculo de amigos, en tu trabajo, en tu empresa… cuyos atributos y actitudes positivos sean contagiosos.



Ten el material a mano

Disponer de todas las herramientas necesarias cerca de tu espacio de trabajo te evita cualquier excusa para irte y hacer alguna otra cosa. Además mentalmente te sientes más preparado para empezar tu trabajo si lo tienes todo a mano.
Aunque este paso pueda parecerte mucho trabajo, en realidad te ayuda a ganar mucho auto control. No tienes excusa para deambular alrededor.




Da pequeños pasos

Si tu rutina de trabajo es abrumadora, nunca empiezas, ni das ningún paso. El truco consiste en no sentarte delante de una gran tarea o proyecto de una vez. Divídelo en partes más pequeñas, en pasos asequibles. El tiempo empleado en esas tareas más pequeñas es un tiempo bien invertido.
A veces, parece imposible mantener una vida de disciplina.
Si tu realidad está fuera de control en todas las áreas, ser disciplinado puede parecer como un desierto que nunca vas a cruzar. Te sientes abrumad@ con la sola idea de abordar cualquier tema, de manera que vuelves a un estilo de vida “más relajado”.
En su lugar, elige un aspecto pequeño en el que lograr ser disciplinado y empieza poco a poco.



Ser disciplinado no significa ser rígid@. Ni tampoco que tengas que sacrificar todos los placeres de tu vida. Se trata de elegir con buen criterio tus prioridades.

Ahora que sabes cómo ser disciplinado es el momento de pasar a la acción. Usa esta información para que tu día día no se convierta en una travesía por el desierto.