Crítica de Beardfish – ‘+4626-COMFORTZONE’ (2015)
2 FEBRERO 2015 | PABLO M. BELEÑA
Beardfish – ‘+4626-COMFORTZONE’ (12 enero 2015)
Sello: Inside Out Music; País: Suecia; Calificación: nota 8
1. The One Inside Part One – Noise in the Background
2. Hold On
3. Comfort Zone
4. Can You See Me Now?
5. King
6. The One Inside Part Two – My Companion Through Life
7. Daughter/Whore
8. Ode To The Rock’n’Roller
9. If We Must Be Apart (A Love Story Continued)
10. The One Inside Part Three – Relief
Duración total: 1:05’30”
Músicos:
– Rikard Sjöblom: Voz y teclados
– David Zackrinsson: Guitarras
– Robert Hansen: Bajo
– Magnus Östgren: Batería
· Género: Rock progresivo, Retro-rock, metal progresivo, rock psicodélico.
· Grabado en 2014 / Producido por Beardfish.
Estos chicos son, para mí, la luz actual. Son el grupo que debería estar en un top ten de bandas de progresivo en todo el mundo, pero no goza ni de cerca de esos focos. Una pena. Llevan varios discos siendo de los mejores del género, pero por alguna razón su música no llama tanto la atención. Eso, para mí, no es un problema. A veces, es incluso una bendición. Lo único malo que podría pasar es que se cansaran de no alcanzar ciertos objetivos y lo dejaran. Pero mientras no sea así, es un gustazo saber que pocos oídos en todo este planeta saben apreciar a la quizás banda retro más brillante del universo.
Para mí su esencia setentera es prodigiosa, entre pianos, guitarras sucias y bases alocadas y progresivas. Su voz, insuperable desde el punto de vista del estilo musical que practican. Su inspiración, soberbia, sin límites. Su sensibilidad y su sello especial no tienen igual y, si es de las bandas que te llegan, Beardfish te parecerán ‘top’.
Este ‘+4626-COMFORTZONE’ me daba miedo, la verdad. Tal era el nivel alcanzado en ‘Mammoth’ (2011) y ‘The Void’ (2012) que me parecía imposible mejorarlo. Y sí, da gusto equivocarse de esta manera. Aún más maduro si cabe, perfecto y cuadrado, este disco lo tiene todo. Sin tener por qué ser identificado como antiguo su sonido, colaría como banda actual, con cosas jazz, cosas metal y sobre todo, mucho progresivo de los orígenes, con una producción impresionante.
Lo primero que llama la atención es su nombre, con un código que no he podido explicar pese a navegar sin parar por Internet, y el título en mayúsculas. Su enigmático aspecto mejora cuando se empieza a oír con la intro doble ‘The One Inside Part One’ y ‘Noise in the Background’, temas encadenados, de sonidos casi aterradores y a la vez ambientales, con unos violines parece que sintetizados que hacen las maravillas del oyente. Luego llega ‘Hold On’, conocido por todos por haber sido el single que llegó hace tiempo, un maravilloso tema de rock progresivo setentero, intenso y preciosista, donde la batería es puramente retro y el resto, más de lo mismo. Todas las bandas de los 1970 encajan aquí, y al mismo tiempo tienen su impronta personal. Extraordinarios 8 minutos completos y de auténtica cátedra musical.
‘Comfort Zone’, que podría denominarse como el tema que da nombre al disco de algún modo, es un delicado tema muy del estilo de su anterior disco, ‘The Void’, con pianos y una voz prodigiosa de Rikard Sjöblom que está al nivel de los más grandes, recordándome mucho aquí a la de Greg Lake en los mejores tiempos de ELP. De hecho, el tema es muy Emerson, Lake & Palmer, casi un homenaje perfecto. 10 minutos gloriosos.
‘Can You See Me Now?’ es otro setentero himno muy delicado, con unos teclados no tan virtuosos pero sí con un encanto retro que hará las maravillas de los amantes de las mejores tiempos del progresivo, su época dorada.
En cambio, ‘King’ es un tema rock de tempo más rápido y con unas guitarras más modernas, ya más agresivas y de sonido más actual. Tema más discreto con pequeñas referencias a Dream Theater, bajo mi criterio.
Luego llega la segunda parte de la intro, ‘The One Inside Part Two’, que engancha con ‘My Companion Through Life’, de nuevo muy teatral, narrativo y de transición, con unas guitarras finales que homenajean a los King Crimson de ‘Starless’
‘Daughter/Whore’ es en cambio otro guiño a cambiar radicalmente de rollo, con un rapídisimo rock casi metalero, muy sucio y de ambientación oscura y dramática, donde las guitarras están al servicio de la expresividad y no de la melodía.
Así nos topamos con el largo tema ‘Ode To The Rock’n’Roller’, de casi 15 minutos, donde hay, como era de esperar, varios ambientes y estilos. Abre con un rollo guitarrero acompañado de teclados sonido hammond, hasta luego marchar a un himno melódico estilo ELP en su parte central, con teclados muy Keith Emerson. Poco a poco llega la intensidad para rubricar esas esencias del famoso trío que hacía aquellos shows sin fin (“Welcome back my friends to the show that never ends…”).
A esta joya le sigue ‘If We Must Be Apart (A Love Story Continued)’, un melancólico medio tiempo donde la agresividad casi amarga de guitarras y teclados nos conducen al drama que quiere expresar musicalmente la banda con este temazo. Más de 7 minutos que combinan delicadeza con amargor y un dramatismo que te atrapa hasta el final. Formidable.
El triste final, porque que acaben los buenos discos es una faena, llega con la tercera parte del título de la intro, ‘The One Inside Part Three – Relief’, un tema más moderno y actual, casi de rock alternativo, que suena genial y que la intensidad que ofrece en su segunda mitad son increíbles sellos de calidad para un final digno a este espectacular nuevo disco de los Beardfish. Una banda que merece mucho más.
2 FEBRERO 2015 | PABLO M. BELEÑA
Beardfish – ‘+4626-COMFORTZONE’ (12 enero 2015)
Sello: Inside Out Music; País: Suecia; Calificación: nota 8

1. The One Inside Part One – Noise in the Background
2. Hold On
3. Comfort Zone
4. Can You See Me Now?
5. King
6. The One Inside Part Two – My Companion Through Life
7. Daughter/Whore
8. Ode To The Rock’n’Roller
9. If We Must Be Apart (A Love Story Continued)
10. The One Inside Part Three – Relief
Duración total: 1:05’30”
Músicos:
– Rikard Sjöblom: Voz y teclados
– David Zackrinsson: Guitarras
– Robert Hansen: Bajo
– Magnus Östgren: Batería
· Género: Rock progresivo, Retro-rock, metal progresivo, rock psicodélico.
· Grabado en 2014 / Producido por Beardfish.

Estos chicos son, para mí, la luz actual. Son el grupo que debería estar en un top ten de bandas de progresivo en todo el mundo, pero no goza ni de cerca de esos focos. Una pena. Llevan varios discos siendo de los mejores del género, pero por alguna razón su música no llama tanto la atención. Eso, para mí, no es un problema. A veces, es incluso una bendición. Lo único malo que podría pasar es que se cansaran de no alcanzar ciertos objetivos y lo dejaran. Pero mientras no sea así, es un gustazo saber que pocos oídos en todo este planeta saben apreciar a la quizás banda retro más brillante del universo.
Para mí su esencia setentera es prodigiosa, entre pianos, guitarras sucias y bases alocadas y progresivas. Su voz, insuperable desde el punto de vista del estilo musical que practican. Su inspiración, soberbia, sin límites. Su sensibilidad y su sello especial no tienen igual y, si es de las bandas que te llegan, Beardfish te parecerán ‘top’.
Este ‘+4626-COMFORTZONE’ me daba miedo, la verdad. Tal era el nivel alcanzado en ‘Mammoth’ (2011) y ‘The Void’ (2012) que me parecía imposible mejorarlo. Y sí, da gusto equivocarse de esta manera. Aún más maduro si cabe, perfecto y cuadrado, este disco lo tiene todo. Sin tener por qué ser identificado como antiguo su sonido, colaría como banda actual, con cosas jazz, cosas metal y sobre todo, mucho progresivo de los orígenes, con una producción impresionante.
Lo primero que llama la atención es su nombre, con un código que no he podido explicar pese a navegar sin parar por Internet, y el título en mayúsculas. Su enigmático aspecto mejora cuando se empieza a oír con la intro doble ‘The One Inside Part One’ y ‘Noise in the Background’, temas encadenados, de sonidos casi aterradores y a la vez ambientales, con unos violines parece que sintetizados que hacen las maravillas del oyente. Luego llega ‘Hold On’, conocido por todos por haber sido el single que llegó hace tiempo, un maravilloso tema de rock progresivo setentero, intenso y preciosista, donde la batería es puramente retro y el resto, más de lo mismo. Todas las bandas de los 1970 encajan aquí, y al mismo tiempo tienen su impronta personal. Extraordinarios 8 minutos completos y de auténtica cátedra musical.

‘Comfort Zone’, que podría denominarse como el tema que da nombre al disco de algún modo, es un delicado tema muy del estilo de su anterior disco, ‘The Void’, con pianos y una voz prodigiosa de Rikard Sjöblom que está al nivel de los más grandes, recordándome mucho aquí a la de Greg Lake en los mejores tiempos de ELP. De hecho, el tema es muy Emerson, Lake & Palmer, casi un homenaje perfecto. 10 minutos gloriosos.
‘Can You See Me Now?’ es otro setentero himno muy delicado, con unos teclados no tan virtuosos pero sí con un encanto retro que hará las maravillas de los amantes de las mejores tiempos del progresivo, su época dorada.
En cambio, ‘King’ es un tema rock de tempo más rápido y con unas guitarras más modernas, ya más agresivas y de sonido más actual. Tema más discreto con pequeñas referencias a Dream Theater, bajo mi criterio.
Luego llega la segunda parte de la intro, ‘The One Inside Part Two’, que engancha con ‘My Companion Through Life’, de nuevo muy teatral, narrativo y de transición, con unas guitarras finales que homenajean a los King Crimson de ‘Starless’
‘Daughter/Whore’ es en cambio otro guiño a cambiar radicalmente de rollo, con un rapídisimo rock casi metalero, muy sucio y de ambientación oscura y dramática, donde las guitarras están al servicio de la expresividad y no de la melodía.
Así nos topamos con el largo tema ‘Ode To The Rock’n’Roller’, de casi 15 minutos, donde hay, como era de esperar, varios ambientes y estilos. Abre con un rollo guitarrero acompañado de teclados sonido hammond, hasta luego marchar a un himno melódico estilo ELP en su parte central, con teclados muy Keith Emerson. Poco a poco llega la intensidad para rubricar esas esencias del famoso trío que hacía aquellos shows sin fin (“Welcome back my friends to the show that never ends…”).
A esta joya le sigue ‘If We Must Be Apart (A Love Story Continued)’, un melancólico medio tiempo donde la agresividad casi amarga de guitarras y teclados nos conducen al drama que quiere expresar musicalmente la banda con este temazo. Más de 7 minutos que combinan delicadeza con amargor y un dramatismo que te atrapa hasta el final. Formidable.
El triste final, porque que acaben los buenos discos es una faena, llega con la tercera parte del título de la intro, ‘The One Inside Part Three – Relief’, un tema más moderno y actual, casi de rock alternativo, que suena genial y que la intensidad que ofrece en su segunda mitad son increíbles sellos de calidad para un final digno a este espectacular nuevo disco de los Beardfish. Una banda que merece mucho más.