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Entre los siglos XVI y XVII el Caribe fue la mira mágica de piratas, corsarios y navegantes. Hombres enfrentados a estilos de vidas difíciles que utilizaban como apoyo una bebida fuerte y agresiva convirtiéndose en el antecesor del ron cubano: La tafia, ron de navegantes.

Los orígenes del ron como genérico no hay que buscarlos en Cuba, pero la expresión de la suavidad, delicadeza de aromas y sabores en un "Ron Ligero" nace en Cuba, se revela al mundo desde Cuba y sin negar la raíz de origen aunque superándola en la preferencia del consumidor "nace un día" con características muy propias, pero descansado en una práctica anterior compartida por otros, y a la que hará continua y perfeccionada referencia en sus atributos sensoriales.



Desde su aparición, pasada recién la primera mitad del siglo XIX, se hace presente en el consumo de muy diversos grupos sociales, desde la rudeza de los marineros al refinamiento de la Realeza, pasando por Palacios y también por la manigua. La excelencia del Ron Cubano asombraba una vez más al Viejo Mundo porque venía de la misma "Isla Hermosa" privilegiada en sus aguas, vientos, clima, suelo y vegetación ¡No sabían los Reyes de España que al ponderarlo, estaban haciendo la gran predicción del nacimiento del Ron Cubano para el mundo!

La tafia, con su áspero sabor, reclama de los fabricantes cubanos un Aguardiente compatible con su carácter suave y alegre. Una nueva era comienza en Cuba con un concurso para crear un Ron delicado y refinado que llegue hasta la sociedad culta y que conquiste la preferencia en el palacio real.



La historia del ron cubano forma parte inseparable de la historia de Cuba. En 1492 Cristóbal Colón llega a Cuba y se produce un encuentro entre dos culturas recogido en la historia como "descubrimiento de Cuba por Cristóbal Colón". En su segundo viaje, en 1493, introduce la caña de azúcar por primera vez en la región del Caribe, provenientes de Islas Canarias, las zocas, raíces de caña de azúcar, sin imaginar que con ellas sustituiría al oro que vinieron buscando en esta isla, llamada Cipango por sus aborígenes. En memorando a los Reyes Católicos, escribió: "Las cañas de azúcar segud unas poquitas que se pusyeron han prendido". ¡Lo cual fue y continúa siendo un gran éxito!

En 1550 aparece el primer Molino de caña. Entre 1700 y 1800, las producciones de azúcar fortalecieron la industria cubana convirtiendo al país en el primer suministrador del producto para el occidente y se hicieron completamente vitales para la Isla. La melaza subproducto del proceso de fabricación de azúcar crece, y con ella las producciones de aguardiente en Cuba.

Las condiciones climáticas de nuestro país: sus fértiles tierras, sus aguas y sol, hicieron posible que crecieran los plantíos alrededor de los cacicazgos indios, naciendo de este modo la caña de azúcar cubana. Foto Corte y Alza



La cunyaya, aparato indígena, se cuenta como el primer instrumento empleado para extraer el guarapo (jugo de caña). A este le sucedieron trapiches, tirados por fuerza animal (caballos y bueyes), ingenios con fuerza hidráulica (poderosos equipos de agua) y por último, los centrales. Foto Alambiques y trapiches.

La mano de obra aborigen fue sustituida por los negros esclavos traídos de África, resultando un factor importante en el desarrollo de la industria azucarera. Ya en el año 1539, en una Real Orden de Carlos V se relacionaban varios productos de la industria cañera: azúcar blanco, cuajado y purificado, azúcar refinado, espumas, reespumas, caras, cogullos clarificados, mieles y remieles.

El padre Jean Baptiste Labat observó que "los salvajes, los negros y los pequeños pobladores de la isla" fabrican una bebida fuerte y brutal a partir del guarapo de caña, que los alegraba y reponía de sus fatigas. Es de esa bebida fermentada de la que se tiene conocimiento en Europa a principios del siglo XVIII, conocimiento que llega entre otras vías por corsarios y piratas, agentes comerciales de esta bebida, entre los que se destaca Francis Drake, que dejó castellanizado un trago popular, el draque, fundamentalmente a base de aguardiente.



El aguardiente, que para los cubanos significa aguardiente de caña, identificado en esa forma en las Antillas, Colombia, Honduras y México, es un producto obtenido de la fermentación y destilación de las mieles de caña de azúcar, se destaca por su transparencia y agradable aroma, y forma parte importante del proceso de fabricación de nuestros rones.

En 1791, Cuba se convierte en el monopolio de las exportaciones de azúcar hacia Europa, como consecuencia de la revuelta de los esclavos en Haití, que motivaron la destrucción de los ingenios azucareros.
proceso_aguardienteA inicios del siglo XIX, con la introducción de la máquina de vapor, los cañaverales y las roneras se multiplican por todo el país. En 1837, se implanta el ferrocarril en Cuba y se imponen una serie de avances tecnológicos, algunos de ellos vinculados con los alambiques, que obligaron a la metrópoli española a adoptar medidas que favorecieron el desarrollo de las exportaciones de Cuba en la industria azucarera. Fotos locomotoras

A partir de la introducción de nuevas tecnologías, mérito que corresponde principalmente a Don Facundo Bacardí Massó, quien en lugar de mejorar la Tafia importada e imitada se aventuró felizmente a ensayar un ron distinto y más ligero, provocando cambios en el proceso de fabricación, y así nace en Cuba el Ron Ligero convirtiendo al ron en una bebida de gran calidad, con delicado bouquet y agradable al paladar, convirtiéndose en parte de la vida cotidiana en Cuba.



Se cuentan en La Habana, Cárdenas, Cienfuegos y Santiago de Cuba las principales fábricas del nuevo ron, producen marcas que distinguen rones de calidad que trascienden al mundo: Bacardí, San Carlos, Bocoy, Matusalem, Havana Club y Arechabala. Los empresarios criollos incorporan las botellas en serie sustituyendo con ellas las artesanales, elemento que facilita el aumento de sus producciones. Fotos Roneras

En La Habana, se destaca la Destilería Santa Cruz, asentada en la localidad que le da nombre y que surge a partir de una aldea de rústicos ranchos de pescadores inicialmente, que intensificó su comercio y en 1899 llegó a ser nombrado Ayuntamiento Santa Cruz del Norte, es región que disfruta de los beneficios del clima y de la cercanía al mar, logrando de sus áreas cañeras productos de alta calidad.

De las destilerías San Lino, en Cienfuegos, se exportaba un producto que por su calidad ganó un lugar en los salones del Moulin Rouge.


Cárdenas, de aldea pasó a villa y rápidamente a ciudad por su posición geográfica, convirtiéndose en una vía natural de salida de la producción azucarera y una rica zona industrial con modernas fábricas, entre ellas la fundada por Don José Arechabala, emigrante vasco, que dio origen al ron que como marca se distingue por su apellido y al ron Havana Club, marca líder de los rones de Cuba en la actualidad.





Al desatarse la Guerra de los Diez Años, (1868-1878) se produce una crisis en la economía cubana, con más de la mitad de los ingenios destruidos y los terratenientes arruinados, crisis que comienza a ser superada una vez concluida la guerra, con la abolición de la esclavitud y la aparición del trabajo a destajo, se recuperan los ferrocarriles y la industria azucarera, ampliándose las destilerías de ron.

Concluida la guerra, en 1899, en Santiago de Cuba, fue nombrado Alcalde de la ciudad Emilio Bacardí Moreau, hijo de Don Facundo Bacardí Massó, quien no solo continuo la tradición ronera de la familia, sino que también hizo aportes a esa ciudad en lo cultural, pudiéndose mencionar sus crónicas de Santiago de Cuba y la creación del primer museo de historia natural y arte en esa ciudad, museo que en la actualidad lleva su nombre.

En 1902 se constituye la República de Cuba y durante la primera mitad del siglo XX se mantiene el desarrollo del comercio del ron.