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mas de 5 vacunas contra la gripe en una vida humana produce alzheimer por su alto contenido en mercurio fatal para el cerebro humano

Múltiples estudios han puesto en duda la seguridad del mercurio en las vacunas. Aunque la mayoría de las vacunas han eliminado esta sustancia peligrosa, algunas vacunas contra la gripe todavía contienen 25 microgramos de mercurio por dosis. Este ingrediente ha creado una controversia que ha causado que muchos ciudadanos evitan darse la vacuna contra la gripe cada año.



Historia
La influenza fue descubierta en la década de 1930 después de la pandemia de gripe española que se extendió a casi todos los rincones del mundo. Esta epidemia afectó especialmente a los soldados estadounidenses que regresaban de la Primera Guerra Mundial. La primera vacuna se administró a los soldados en 1947 para ayudar a los que estaban siendo enviados a luchar en la Segunda Guerra Mundial. En 1976, un brote repentino de gripe porcina hizo que el presidente Ford ordenara que todos los estadounidenses se vacunen. Si bien la orden de vacunación estaba bajo efecto, varios cientos de personas desarrollaron el síndrome de Guillain-Barré como resultado de la vacuna, y el público estadounidense se negó a cooperar con la orden del gobierno.

Los hechos
La vacuna contra la gripe y el alcance y la gravedad de sus efectos secundarios son objeto de acalorados debates entre los médicos y científicos por igual. La vacuna contra la gripe es la única vacuna que se actualiza anualmente y no es probada completamente antes de ser administrada al público en general (ver Recursos). De hecho, la FDA no requiere de estudios a largo plazo de ninguna vacuna antes de su lanzamiento público, sino más bien pide estudios a corto plazo en humanos en los que los efectos secundarios inmediatos se registran en un cuestionario. Un ingrediente especial en la vacuna contra la gripe ha causado preocupación entre algunos médicos y científicos, sus efectos a largo plazo han demostrado ser perjudiciales.

Ingredientes polémicos
El timerosal -un conservante a base de mercurio presente en todos los viales de 10 dosis de la vacuna contra la gripe- se ha relacionado en múltiples estudios con efectos secundarios graves, el más controvertido de los cuales es el autismo. Se prohibió la utilización de timerosal en las vacunas en el siglo 21, pero todavía se utiliza en la fabricación de vacunas contra la gripe a granel. Una cantidad limitada de vacunas contra la gripe que no contienen timerosal se libera anualmente, sin embargo, son difíciles de obtener y se utilizan rápidamente por el público (ver Recursos).

Estudios primarios
El estudio principal que une la enfermedad de Alzheimer con la vacuna de la gripe se llevó a cabo por el Dr. Hugh Fudenberg, MD, un biólogo immunogenetista y con cerca de 850 artículos publicados en revistas científicas. Según sus hallazgos, las personas que recibieron "cinco vacunas contra la gripe consecutivas entre 1970 y 1980 (los años estudiados), tienen 10 veces más posibilidades de contraer la enfermedad de Alzheimer que si se dieron cero, una, o dos vacunas". En otras palabras, es decir, una acumulación de timerosal en el sistema de una persona puede aumentar su riesgo general de enfermedad de Alzheimer, dijo el Dr. Fudenberg en una conferencia internacional de vacunas, en Arlington, Virginia, en 1997. Más preguntas sobre la seguridad de los ingredientes de la vacuna fueron planteadas en un estudio publicado por el Dr. Boyd Haley, en colaboración con investigadores de la Universidad de Calgary. El Dr. Haley afirmó que "siete de los marcadores característicos que buscamos para distinguir la enfermedad de Alzheimer pueden ser producidos en los tejidos normales del cerebro, o en cultivos de neuronas, mediante la adición de niveles extremadamente bajos de mercurio" (ver Recursos).

Argumentos
Como ocurre con muchos descubrimientos relacionados con las drogas, los lados se han dividido y están bien establecidos con respecto a este tema. El Dr. William Sears, autor líder de la Biblioteca Sears Parenting, dice muy bien en su libro "El libro de las vacunas", cuando explica que "parece que todo el que intenta cuestionar por qué el mercurio era utilizado en las vacunas es inmediatamente por un aluvión de expertos médicos y políticos que afirman que no hay evidencia de que el mercurio ocasionara ningún daño" (ver Recursos). La Clínica Mayo es una de las organizaciones que se niega a reconocer cualquier conexión causal entre vacunas contra la gripe y la enfermedad de Alzheimer. En un artículo publicado en su página web, Angela Lund especialista en demencia dice: "no hay absolutamente ninguna evidencia de que las vacunas contra la gripe contribuyan de ninguna manera a la enfermedad de Alzheimer". Hay, sin embargo, muchos médicos y científicos que prefieren abordar el tema con cautela y dicen que se necesita más investigación. Como el Dr. Sears explica: "creo que nadie ha demostrado que el mercurio era seguro, y los estudios que muestran algunos de los efectos dañinos de las vacunas que contienen mercurio deben provocar reflexión".

Médica y monja benedictina. Esta religiosa del monasterio de San Benet (Montserrat) que se hizo famosa por sus críticas a la vacuna de la gripe A ha alertado sobre los riesgos de la vacuna del papiloma que en septiembre causó la muerte de una niña en Gijón.



jAVIER NEIRA VALENCIA ¿Por qué es contraria a la vacuna del papiloma??
No está fundamentada, es sólo experimental. Es prematuro y peligroso introducirla en el calendario vacunal. Los padres no deben poner en peligro a sus hijas con la vacuna del papiloma.
¿En qué se basa?
He hecho un vídeo donde lo explico. Cito a unos autores de Canadá, de la University of British Columbia, que hace unas semanas demostraron la relación causal entre la vacuna del papiloma y la muerte de niñas sanas.
Explíquelo.
El 70 % de los cánceres de útero están provocados por virus del papiloma del tipo 16 y 18. Es así en la mayoría de los países del mundo. Pero en España, no. Somos originales. Sólo suponen el 56 %. Se ha visto que la vacuna es plenamente eficaz frente a los virus 16 y 18 ¿previene entonces al menos en el 56 % de los casos? Pues no, una cosa es la lógica y otra la biología. El resto está formado por otros ocho tipos virales. Si eliminas el 16 y el 18 con la vacuna ese nicho ecológico lo ocupa el resto, los otros ocho tipos de virus.
Aun así...
.Ese cáncer tarda de 20 a 40 años en desarrollarse, de manera que hasta 2026 no sabremos si la vacuna previene al menos un solo caso de cáncer. En todo caso, se prevendría menos del 41 %, menos de la mitad de los potenciales. Eso en cuanto a eficacia, porque en cuanto a la seguridad...
¿Es peor aun?
Se supone que previene a unas niñas de 13 años para cuando tengan más de 50 años. En el registro de vacunas de Norteamérica se ha visto que el 60 % de los efectos adversos de vacunas se refiere a las dos del papiloma. Y hay más de 35 vacunas. Les debería corresponder un 2 % de efectos adversos, pero no, se trata de un 60 %, de ahí la alarma. Y de ese 60 %, el 64 % sufre parálisis e incluso invalidez permanente. El 82 % de las muertes por vacunas corresponde a las dos del papiloma, según datos oficiales de EEUU. En literatura médica datos así se multiplican siempre por diez porque los registros son voluntarios. Así que si las cifras reales, 400 casos de invalidez permanente y 37 muertes, habría que multiplicarlas por diez.
¿En qué se basa la denuncia?
Hace pocas semanas los canadienses descubrieron la causa del problema. Dos niñas de 14 y 19 años, sanas, fueron vacunadas y murieron por una inflamación cerebral sin causa. Para explicarlo establecieron un nuevo test y descubrieron en el tejido inflamado anticuerpos de la vacuna. Fueron víctimas de una vasculitis cerebral autoinmune. Encontraron anticuerpos del tipo 16 con profusión. Es una clara relación causal.
¿Cual es el mecanismo?
Con la vacuna se introduce un antígeno en el cuerpo. No es una infección real y el cuerpo no le hace mucho caso. Por eso se introduce, asimismo un irritante, para que el sistema inmunitario se tome en serio la invasión. Ese irritante está formado por sales de aluminio. Así se logra crear diez veces más anticuerpos de lo normal. Como el aluminio es neurotóxico, actúa en el cerebro, de manera que los vasos sanguíneos se hacen más permeables. Las niñas tuvieron edemas, hemorragias, lesiones cerebrales y murieron. El aluminio se utiliza desde hace 90 años en las vacunas, así que volvieron a investigar. Repasaron las pruebas y descubrieron una irregularidad gravísima,
¿Cuál?
Las pruebas siempre se hacen a doble ciego. A un grupo se lo vacuna y al otro se le da un placebo. Vieron inicialmente que los efectos secundarios eran los mismos en los dos grupos.No había problema. Pero se acaba de descubrir que al grupo control no se le inyectaba agua, sino aluminio. O sea, era un seudoplacebo.
¿Entonces?
Vamos a ver: Laboratorios Merck fabrica Gardasil, la vacuna del papiloma que se pone en España. Pues bien, en 1999 Merck llevó al mercado un antiinflamatorio llamado Vioxx y sólo cinco años después lo tuvo que retirar porque había producido más de 30.000 infartos de miocardio y cerebrales. En EEUU los condenaron a una multa multimillonaria porque se demostró que lo sabían. En los estudios previos vieron que había infartos y lo ocultaron. Por eso mi estudio se titula "Los crímenes de las grandes compañías farmacéuticas".De 2000 a 2003 las grandes compañías farmacéuticas han sido condenadas por los tribunales penales. La multa de Merck fue enorme, pero menor de lo que ganó con ese medicamento. Eso no puede ser. La condena fue en 2007 y estamos en 2012 con nuevas sospechas.
Mal lo pinta.
Peor aún. El aluminio es neurotóxico y puede producir lesiones parecidas a las del Alzhéimer. Empiezan a vacunar a la gente contra la gripe con 65 años con una vacuna que contiene aluminio. Así, año tras año, vacuna tras vacuna. Y cuando llega a los 75 años, ¡ay!, resulta que el abuelo tiene Alzhéimer. Es que ha sido intoxicado durante diez años, ésa es la cuestión.

Me cuenta el médico Juan Gérvas que cada vez les están presionando más para que los sanitarios se vacunen contra la gripe. La gripe es una enfermedad vírica que conlleva complicaciones en algunos pacientes y un exceso de mortalidad en la población. Según Gérvas:

“Es lógico buscar la prevención a través de la vacunación. Pero las vacunas antigripales son inútiles“.

En la revisión Cochrane de 2010 queda claro que en adultos sanos ninguna vacuna antigripal evita las complicaciones (no disminuyen las neumonías, por ejemplo), ninguna vacuna evita las hospitalizaciones, ninguna vacuna evita las bajas laborales y ninguna vacuna disminuye la transmisión de la enfermedad entre humanos.

Las vacunas antigripales en adultos sanos producen 1,6 casos de enfermedad de Guillain-Barré por millón de vacunados. Con razón se ha dicho que el daño provocado por la vacuna contra la gripe A (H1N1) fue mayor que el daño provocado por la gripe A (H1N1). En los niños sanos menores de dos años la vacuna contra la gripe es inútil. En los mayores su efectividad respecto a los síntomas puede llegar a ser del 33%, como mucho.

La vacunación en niños no previene las hospitalizaciones por gripe y sus complicaciones, y los resultados sobre su efecto “protector” respecto a la transmisión de gripe en la comunidad son inconsistentes y escasos. Por ello Gérvas argumenta que

“esta inmunidad de rebaño es poco esperable con las vacunas de virus inactivados, como son las vacunas contra la gripe”.

No hay ensayos clínicos a largo plazo ni en sanos, ni en los grupos de riesgo, ni en niños, ni en adultos y por ello desconocemos los beneficios y daños, pues también faltan estudios de seguridad. En los mejores estudios observacionales sobre mortalidad por gripe, cuando se eliminan los sesgos (principalmente, el sesgo de selección que lleva a vacunarse a los más sanos entre los enfermos), la efectividad de la vacuna antigripal es del 4,6%. Como mucho se evitarían 16 muertes de 100.000 asociadas a la gripe.

Por todo ello la vacuna contra la gripe es una vacuna fallida, inútil y que no se debería utilizar por los sanitarios que intentan trabajar con ética, ciencia y conciencia. Continuamente se hacen declaraciones públicas para “forzar” la vacunación de los sanitarios y para justificar las vacunas contra la gripe. Si hay buena fe, estas declaraciones pudieran expresar sesgos, a la vista de los resultados comentados. Lo lógico es que los sanitarios no se vacunen ni vacunen a sus pacientes. Por ciencia y por ética. En todo caso, para respetar al menos la autonomía y promover la no maleficencia (primum non nocere). La autonomía establece que se precisa información veraz, completa y comprensible, y la no maleficencia que lo básico es no hacer daño.

Es impensable que el caso de “forzar” a los sanitarios fuera por conflictos de interés y el objetivo incrementar las ventas a través de los propios sanitarios, que vacunados vacunarían a sus pacientes. Además de las declaraciones para “forzar” la vacunación de los sanitarios, cada temporada se “inventan” una gripe. Este año, 2011, toca la gripe H2N2 (la gripe “asiática”), contra la que se pide que nos vacunemos “ya”. Se nos asusta de nuevo con grandes números: “produjo millón y medio de muertos en el mundo” durante la última pandemia (entre 1957 y 1968). Pero con tres mil millones de habitantes en el mundo ¡hubiéramos tenido que esperar casi cinco millones de muertos por gripe! (a razón de 400.000 por año durante la gripe estacional habitual, en doce años). Y, por supuesto, carecemos de ensayos clínicos y de estudios de seguridad respecto a esta vacuna antigripal H2N2, como respecto a todas las demás.

Nosotros y nuestros pacientes merecemos sólo la mejor prevención; por ello no nos merecemos ni nosotros ni ellos la vacuna antigripal.