10 DATOS MUNDIALES










EL ETERNO PROBLEMA DE LA POBREZA MUNDIAL:
Actualmente, en el mundo en desarrollo 1.300 millones de personas viven con menos de un dólar diario y cerca de 3.000 millones, casi la mitad de la población mundial, con menos de dos dólares.
El hecho de que los países industrializados alcancen los porcentajes más bajos de pobres, no significa que en esos países no los tengan, pues el problema de la pobreza es mundial. Lo que ocurre es que en esos países la mayoría de sus habitantes no son pobres y gran parte tiene acceso a condiciones dignas de vida. En cambio, en los países en desarrollo, existe un predominio de pobres y una minoría de ricos.

En el mundo, la mayoría de los pobres todavía se localiza en las zonas rurales, pero esta situación está cambiando y probablemente en el siglo XXI la mayor parte viva en ciudades. Este proceso será resultado de la migración a las zonas urbanas, del menor acceso a recursos productivos, del desarrollo insuficiente de la vivienda urbana y la infraestructura física, etcétera.
EN BUSCA DE SOLUCIONES:
Tan grave es este problema que ha crecido la conciencia de la necesidad de cooperación internacional para intentar mejorar esta situación. Una de las iniciativas que emprendió la Organización de las Naciones Unidas es el Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Este programa aconseja que se preocupen por la calidad del crecimiento económico y por las siguientes cuestiones:
Crecimiento sin empleo: la economía general crece pero sin que aumenten las oportunidades de empleo. En los países en desarrollo el crecimiento sin empleo también redunda en muchas horas de trabajo e ingresos muy bajos para centenares de millones de personas.

Crecimiento sin equidad: los frutos del crecimiento económico benefician especialmente a los ricos, dejando a millones de personas sumergidas en una pobreza cada vez más profunda. Entre 1970 y 1985, el valor de la producción mundial aumentó un 40% pero el número de pobres creció el 17%.

Crecimiento sin voz de las comunidades: la represión política y los controles autoritarios han impedido las demandas de mayor participación social y económica en los países donde el crecimiento de la economía no ha sido acompañado por un fortalecimiento de la democracia o de las posibilidades de expresarse de la gente.

El PNUD considera que existen factores a tomar en cuenta para que el desarrollo humano acompañe al crecimiento:
Equidad: cuanto mayor sea la igualdad con que se distribuye la producción mundial y las oportunidades económicas, tanto más posible será que se traduzcan en un mejoramiento del bienestar humano.

Oportunidades de empleo: el crecimiento económico se concreta en la vida de la gente cuando se ofrece trabajo productivo y bien remunerado. Una manera importante de lograrlo consiste en procurar crecimiento por medio de actividades económicas que requieren abundante mano de obra.

Acceso a bienes de producción: el Estado debería actuar para lograr que las personas más pobres tengan satisfechas sus necesidades básicas.

Gasto social: los gobiernos y las comunidades pueden influir en gran medida en el desarrollo humano, encauzando una parte importante del ingreso público hacia el gasto social más prioritario: salud, educación, justicia, atención de los ancianos.

Igualdad de género: brindar a la mujer mejores oportunidades y mejor acceso a la enseñanza, las guarderías infantiles, el crédito y el empleo.

Esto se complementa con políticas de población, buen gobierno y una sociedad civil activa.
Un esfuerzo decidido para aumentar la capacidad humana -mediante mejor enseñanza, mejor salud y mejor nutrición- puede ayudar a transformar las perspectivas del crecimiento económico, especialmente en los países de bajos ingresos y escaso desarrollo humano.