
El gigante habría medido alrededor de un metro de largo –dos veces lo que mide un ornitorrinco contemporáneo- y a diferencia de los actuales estaba fuertemente dentado, con lo cual su dieta era seguramente también distinta a la de sus actuales parientes.
Bautizada Obdurodon tharalkooschild, la nueva especie ha debido ser planteada en su anatomía y conformación general a partir de un diente hallado en Riversleigh, en el noroeste Queensland, uno de los más famosos sitios de hallazgo de fósiles en Australia.