Aun persisten algunas ideas erróneas sobre el cáncer y su tratamiento, que pueden interferir negativamente sobre la enfermedad. He aquí diez de las más comunes y la verdad sobre ellas
En los últimos 20 años la medicina ha hecho grandes avances en cuanto a la detección, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Al mismo tiempo, el conocimiento de la población sobre los factores de riesgo del cáncer ha aumentado en gran medida. Sin embargo aun persisten algunas ideas erróneas sobre el cáncer y su tratamiento, que pueden interferir negativamente sobre la enfermedad. He aquí diez de las más comunes y la verdad sobre ellas.
Mito 1.
Todo lo que se necesita para enfrentarse al cáncer es una actitud positiva
Falso. Si bien los libros de venta al público sobre el cáncer hablan de ser optimista y luchador, no existe ninguna prueba científica de que una actitud positiva proporcione beneficios en el tratamiento del cáncer o aumente las probabilidades de curación.
Lo que una actitud positiva sí puede hacer es mejorar la calidad de vida durante el tratamiento del cáncer. Ello permite mantener un nivel de actividad diaria, de relaciones familiares y sociales. A su vez, esto puede mejorar el sentimiento de bienestar y ayuda a enfrentarse mejor contra el cáncer. Una actitud positiva también puede ayudar a colaborar más activa y responsablemente con el médico durante el tratamiento del cáncer.
Mito 2.
Si hemos sido capaces de llevar al hombre a la Luna, tiene que haber una cura para el cáncer.
En la actualidad el cáncer es un grupo de más de 100 enfermedades. Cada una de ellas puede estar causada por varios factores distintos. A pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento, los médicos tienen todavía mucho que aprender sobre qué desencadena el cáncer a partir de una célula y por qué en unas personas el cáncer es más grave que en otras.
Para complicar las cosas, el cáncer es un proceso cambiante. La célula cancerosa continúa mutando y cambiando durante el curso de la enfermedad y más adelante puede dejar de responder a la quimioterapia o a la radioterapia a la que respondía al principio.
De hecho, encontrar una cura para el cáncer es más difícil que enviar astronautas al espacio.
Mito 3.
Las compañías farmacéuticas y los médicos no proporcionan la cura contra el cáncer.
El tratamiento del cáncer nunca es fácil, aun cuando parezca que las cosas van bien, es natural sentir frustración y desear la bala mágica que cure el cáncer. Sería maravilloso que existiera tal cosa.
Pero este no es el caso. Las compañías farmacéuticas y los médicos están al lado de los pacientes y la seguridad de los pacientes es lo primero. Los estudios clínicos que evalúan la eficacia y la seguridad de los tratamientos llevan tiempo y se puede crear la sensación de que se está impidiendo o retrasando la utilización de nuevos tratamientos. No hay que permitir que las prisas hagan peor el remedio que la enfermedad.
Los médicos, sus familiares y sus amigos también pueden padecer cáncer y están tan interesados en el mejor tratamiento contra el cáncer como cualquier otra persona, ya que puede afectarles personalmente.
Además, quien descubra la cura del cáncer obtendrá más beneficio poniendo su descubrimiento a disposición de todo el mundo, con el prestigio y los honores que ello conlleva, que manteniéndolo oculto para hacerse rico con su descubrimiento.
Mito 4.
Los chequeos periódicos y la tecnología médica actual puede detectar todos los cánceres de forma precoz.
Las exploraciones rutinarias han conducido claramente a la reducción de la mortalidad de diferentes cánceres como el de cuello de útero, el de mama o el de colon y recto, y también pueden aumentar la probabilidad de detectar un cáncer de forma precoz, pero no son la garantía absoluta. El cáncer es una enfermedad complicada y no existe nada que lo señale siempre que aparece. Las células cancerosas pueden crecer en cualquier parte del organismo, con frecuencia muy en el interior y hasta que el cáncer no alcanza cierto tamaño no existe tecnología o exploración capaz de detectarlo. Por ejemplo, en el momento en que se nota un bulto en el pecho, el cáncer puede estar allí desde hace 4 a 6 años.
Mito 5.
Someterse a un tratamiento contra el cáncer significa que no se puede vivir en casa, trabajar o llevar una vida normal.
La mayoría de personas con cáncer son tratadas de forma ambulatoria, cerca de sus casas. A veces puede ser necesario desplazarse hasta un servicio médico especializado para recibir el tratamiento, pero con frecuencia, los médicos especialistas pueden trabajar conjuntamente con los médicos más cercanos a su domicilio, para que el paciente permanezca lo más cerca posible de su entorno familiar y social. Muchos pacientes pueden trabajar la jornada completa o media jornada durante su tratamiento. Se ha realizado un gran esfuerzo para permitir que los pacientes puedan vivir de la forma más normal posible durante y después de su tratamiento. Por ejemplo, se emplean medicamentos que ayudan a evitar las náuseas producidas por la quimioterapia, lo que resulta en una mayor capacidad para trabajar y permanecer activo durante el tratamiento.
Mito 6.
El cáncer siempre es doloroso.
No todos los cánceres producen dolor. El cáncer avanzada es el que más dolor produce, pero en los últimos 10 años se ha avanzado mucho tanto en el conocimiento de la necesidad de aliviar este dolor como en un mejor tratamiento del dolor. Existen muchos medicamentos contra el dolor disponibles y se usan más y mejor los medicamentos más potentes a los que se tenía miedo porque causaban adicción. Si bien el dolor no siempre puede ser totalmente eliminado, sí puede ser controlado hasta el punto de que no tiene impacto, o es mínimo, sobre la vida diaria del paciente.
Mito 7.
La exposición del cáncer al aire durante la cirugía causa su diseminación.
La cirugía es una de las principales armas de la medicina frente al cáncer. No produce cáncer ni causa su diseminación. Dado que durante la recuperación de la intervención quirúrgica uno se puede encontrar peor que antes, puede creerse que la cirugía ha producido la diseminación del cáncer. Sin embargo, la exposición al aire del tumor no causa su diseminación, aunque la extirpación de la masa tumoral principal puede facilitar el crecimiento del cáncer que ya se había diseminado a través de las metástasis. La extirpación quirúrgica de las células cancerosas es con frecuencia el primer y más importante tratamiento contra el cáncer.
Mito 8.
Todo el mundo con el mismo tipo cáncer recibe el mismo tratamiento
El tratamiento de cada cáncer es individualizado. El tratamiento que recibe cada uno depende de la localización del cáncer, de cuanto ha diseminado y de si afecta a las funciones del cuerpo y a la salud general. Además, las células de diferentes tipos de cáncer pueden tener características distintas que pueden afectar a la forma en que responden al tratamiento, lo que a su vez puede influenciar el tratamiento que se recibe.
Mito 9.
Las personas buenas no tiene cáncer
Antiguamente las enfermedades se consideraban como un castigo por las malas acciones o los malos pensamientos y en algunas culturas aún se mantiene una creencia similar. Si fuera cierto, ¿cómo se explicaría el recién nacido o el niño de meses que tiene un cáncer? No ha tenido de tiempo de hacer mal a nadie. No existe absolutamente ninguna evidencia de que el cáncer sea una enfermedad para las personas que son malas.
Mito 10.
El cáncer es contagioso
El cáncer no se contagia. No hay ninguna necesidad de evitar a una persona que tenga cáncer, no se puede transmitir. Se puede estar con ella, se la puede tocar. De hecho, una persona con cáncer es cuando más necesita ayuda y apoyo y compañía.
Un saludo.
En los últimos 20 años la medicina ha hecho grandes avances en cuanto a la detección, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Al mismo tiempo, el conocimiento de la población sobre los factores de riesgo del cáncer ha aumentado en gran medida. Sin embargo aun persisten algunas ideas erróneas sobre el cáncer y su tratamiento, que pueden interferir negativamente sobre la enfermedad. He aquí diez de las más comunes y la verdad sobre ellas.
Mito 1.
Todo lo que se necesita para enfrentarse al cáncer es una actitud positiva
Falso. Si bien los libros de venta al público sobre el cáncer hablan de ser optimista y luchador, no existe ninguna prueba científica de que una actitud positiva proporcione beneficios en el tratamiento del cáncer o aumente las probabilidades de curación.
Lo que una actitud positiva sí puede hacer es mejorar la calidad de vida durante el tratamiento del cáncer. Ello permite mantener un nivel de actividad diaria, de relaciones familiares y sociales. A su vez, esto puede mejorar el sentimiento de bienestar y ayuda a enfrentarse mejor contra el cáncer. Una actitud positiva también puede ayudar a colaborar más activa y responsablemente con el médico durante el tratamiento del cáncer.

Mito 2.
Si hemos sido capaces de llevar al hombre a la Luna, tiene que haber una cura para el cáncer.
En la actualidad el cáncer es un grupo de más de 100 enfermedades. Cada una de ellas puede estar causada por varios factores distintos. A pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento, los médicos tienen todavía mucho que aprender sobre qué desencadena el cáncer a partir de una célula y por qué en unas personas el cáncer es más grave que en otras.
Para complicar las cosas, el cáncer es un proceso cambiante. La célula cancerosa continúa mutando y cambiando durante el curso de la enfermedad y más adelante puede dejar de responder a la quimioterapia o a la radioterapia a la que respondía al principio.
De hecho, encontrar una cura para el cáncer es más difícil que enviar astronautas al espacio.

Mito 3.
Las compañías farmacéuticas y los médicos no proporcionan la cura contra el cáncer.
El tratamiento del cáncer nunca es fácil, aun cuando parezca que las cosas van bien, es natural sentir frustración y desear la bala mágica que cure el cáncer. Sería maravilloso que existiera tal cosa.
Pero este no es el caso. Las compañías farmacéuticas y los médicos están al lado de los pacientes y la seguridad de los pacientes es lo primero. Los estudios clínicos que evalúan la eficacia y la seguridad de los tratamientos llevan tiempo y se puede crear la sensación de que se está impidiendo o retrasando la utilización de nuevos tratamientos. No hay que permitir que las prisas hagan peor el remedio que la enfermedad.
Los médicos, sus familiares y sus amigos también pueden padecer cáncer y están tan interesados en el mejor tratamiento contra el cáncer como cualquier otra persona, ya que puede afectarles personalmente.
Además, quien descubra la cura del cáncer obtendrá más beneficio poniendo su descubrimiento a disposición de todo el mundo, con el prestigio y los honores que ello conlleva, que manteniéndolo oculto para hacerse rico con su descubrimiento.

Mito 4.
Los chequeos periódicos y la tecnología médica actual puede detectar todos los cánceres de forma precoz.
Las exploraciones rutinarias han conducido claramente a la reducción de la mortalidad de diferentes cánceres como el de cuello de útero, el de mama o el de colon y recto, y también pueden aumentar la probabilidad de detectar un cáncer de forma precoz, pero no son la garantía absoluta. El cáncer es una enfermedad complicada y no existe nada que lo señale siempre que aparece. Las células cancerosas pueden crecer en cualquier parte del organismo, con frecuencia muy en el interior y hasta que el cáncer no alcanza cierto tamaño no existe tecnología o exploración capaz de detectarlo. Por ejemplo, en el momento en que se nota un bulto en el pecho, el cáncer puede estar allí desde hace 4 a 6 años.

Mito 5.
Someterse a un tratamiento contra el cáncer significa que no se puede vivir en casa, trabajar o llevar una vida normal.
La mayoría de personas con cáncer son tratadas de forma ambulatoria, cerca de sus casas. A veces puede ser necesario desplazarse hasta un servicio médico especializado para recibir el tratamiento, pero con frecuencia, los médicos especialistas pueden trabajar conjuntamente con los médicos más cercanos a su domicilio, para que el paciente permanezca lo más cerca posible de su entorno familiar y social. Muchos pacientes pueden trabajar la jornada completa o media jornada durante su tratamiento. Se ha realizado un gran esfuerzo para permitir que los pacientes puedan vivir de la forma más normal posible durante y después de su tratamiento. Por ejemplo, se emplean medicamentos que ayudan a evitar las náuseas producidas por la quimioterapia, lo que resulta en una mayor capacidad para trabajar y permanecer activo durante el tratamiento.

Mito 6.
El cáncer siempre es doloroso.
No todos los cánceres producen dolor. El cáncer avanzada es el que más dolor produce, pero en los últimos 10 años se ha avanzado mucho tanto en el conocimiento de la necesidad de aliviar este dolor como en un mejor tratamiento del dolor. Existen muchos medicamentos contra el dolor disponibles y se usan más y mejor los medicamentos más potentes a los que se tenía miedo porque causaban adicción. Si bien el dolor no siempre puede ser totalmente eliminado, sí puede ser controlado hasta el punto de que no tiene impacto, o es mínimo, sobre la vida diaria del paciente.

Mito 7.
La exposición del cáncer al aire durante la cirugía causa su diseminación.
La cirugía es una de las principales armas de la medicina frente al cáncer. No produce cáncer ni causa su diseminación. Dado que durante la recuperación de la intervención quirúrgica uno se puede encontrar peor que antes, puede creerse que la cirugía ha producido la diseminación del cáncer. Sin embargo, la exposición al aire del tumor no causa su diseminación, aunque la extirpación de la masa tumoral principal puede facilitar el crecimiento del cáncer que ya se había diseminado a través de las metástasis. La extirpación quirúrgica de las células cancerosas es con frecuencia el primer y más importante tratamiento contra el cáncer.

Mito 8.
Todo el mundo con el mismo tipo cáncer recibe el mismo tratamiento
El tratamiento de cada cáncer es individualizado. El tratamiento que recibe cada uno depende de la localización del cáncer, de cuanto ha diseminado y de si afecta a las funciones del cuerpo y a la salud general. Además, las células de diferentes tipos de cáncer pueden tener características distintas que pueden afectar a la forma en que responden al tratamiento, lo que a su vez puede influenciar el tratamiento que se recibe.

Mito 9.
Las personas buenas no tiene cáncer
Antiguamente las enfermedades se consideraban como un castigo por las malas acciones o los malos pensamientos y en algunas culturas aún se mantiene una creencia similar. Si fuera cierto, ¿cómo se explicaría el recién nacido o el niño de meses que tiene un cáncer? No ha tenido de tiempo de hacer mal a nadie. No existe absolutamente ninguna evidencia de que el cáncer sea una enfermedad para las personas que son malas.

Mito 10.
El cáncer es contagioso
El cáncer no se contagia. No hay ninguna necesidad de evitar a una persona que tenga cáncer, no se puede transmitir. Se puede estar con ella, se la puede tocar. De hecho, una persona con cáncer es cuando más necesita ayuda y apoyo y compañía.

Un saludo.