Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
Una de las cosas que nos impiden vivir con libertad, alegría y serenidad es, en el mayor de los casos, el miedo a la muerte.

No tenemos que temer a la muerte, pero para ello estemos preparados. Si no lo estamos, pues preparémonos.

Tenemos que tener la certeza que después de la muerte existe un cielo, otra vida. Eso es lo que nos enseña la Fe. Aún los ateos, que en nada creen, no deberían temer la muerte, ya que di nada se siente tras ella, ¿por qué temer de ella?

No veamos la muerte como una privación de la vida, sino como una transformación.

De hecho, una de las cosas de las que se vale mucha gente "mala" es el miedo a morir, de modo que te encierres en tu casa y desconfíes de todo el mundo.

¡Ojo! Que no digo que haya que ser TEMERARIO, es decir, exponerse al peligro. Sino no temer de lo "malo" que nos pueda venir, sabiendo que TODO PASA PARA BIEN DE LOS QUE AMAN A DIOS.

El temor es otra cosa diferente al miedo. El miedo te congela, no te deja elegir con libertad, el temor te hace tener cuidado, pero no te impide actuar. El temor te hace actuar con respeto, con cuidado de no ofender al otro, sobre todo a Dios.

Si tenemos a Dios, ¿quién nos podrá separar de él? ¿un ladrón? ¿el antrax? ¿aquel virus de las aves, (no sé qué)? ¿el ébola? Vos viví pensando en Dios, amándolo, pidiendole amarlo, poné todas tus preocupaciones en Él y no temas a lo que no tiene que ser temido.

Nada te podrá separar del amor de Dios. Ni siquiera un agujero negro. Nada. Aunque el Papa diga que Dios no existe... eso no podrá separarte del amor de Dios. Aunque se te aparezca el demonio, la Madre Santísima Virgen María es infinitamente más grande y poderosa ante Jesús que el demonio.

Tenés un Dios Padre que te ama, un Dios Hijo que dio su vida por vos. Ese mismo Dios Espíritu Santo que te asiste. Los sacramentos. ¡Una Madre Reina Celestial! ¿Y temerás al ébola? ¿al "cuco"? Nada malo le pasa al que ama a Dios. Si no lo has amado hasta ahora, nada te impide empezar amàndolo ahora. Y si no sabés cómo hacerlo, hablale con el pensamiento, que Él te escuchará.

Igual, Jesús dijo (dice): "si ustedes me amaran, cumplirían mis mandamiento" (o los mandamientos, no me acuerdo bien). Amá a tus hermanos, y amá así a Dios. Amá a Dios, y amarás a tus hermanos. Llevá a Dios a tus hermanos, al menos rezando por ellos al comienzo en silencio, y a tus hermanos a Dios. Acordate que todo hombre es tu hermano.

No tengas miedo a las cosas que ves y oís en la radio y en la tele, en los noticieros. Acordate igual que el control remoto tiene un botón rojo generalmente, que podés usar cuando te hartás de tantas malas noticias.

Cada día miles de niños nacen, demos gracias a Dios por ellos.
Cada día florecen millones de árboles y arbustos con una belleza mayor que el de los reyes... ¡demos gracias por ello!
Cada día hay un nuevo amanecer... ¡demós gracias a Dios por ello!

Y aquellos que han muerto... Dios los ha llamado a Sí. ¡Si supieras dónde y con quién están, no los extrañarías!

¿Hay algún miedo bueno? Y... podríamos decir que el de exponerse a la tentación, no sea cosa que nos alejemos por el pecado de Dios. Si de algo tenemos que huir, es de la "ocasión próxima de pecado". Pero acordate siempre de poner todo en ORACIÓN, aunque no sepas cómo orar. Hablale a Dios como le hablarías a tu padre, a tu hermano, a un amigo... Podés también rezarle el "Padre nuestro". Y contale todo lo que santís... que aunque Él ya lo sepa, gusta que hablemos con Él...

Ayudémonos mutuamente.

Si estas palabras te sirvieron, rezá por mi. Y si no, también por favor.

¡Gracias!