Durante más de dos décadas la serie “The Simpsons” (comúnmente conocida en los países hispanoparlantes como “Los Simpsons”) creada por Matt Groening se ha posicionado como una de las series animadas favoritas de multitudes de hogares alrededor del mundo. A pesar de la incesante crítica popular que recibe debido a una (según los fanáticos) notable disminución de calidad del guión de los capítulos modernos, la serie sigue teniendo una popularidad abrumadora. Sin embargo, no es disparatado afirmar que las nuevas temporadas carecen de muchas de las cualidades que hicieron grande a esta serie animada. Las primeras temporadas poseían no solo un humor original y efectivo, sino que también incluían críticas sociales y (en algunos capítulos) trasfondos enormemente interesantes. Uno de esos capítulos “especiales” que tenían un buen humor acompañado por inteligentes recurrencias fue “El enemigo de Homero” (“Homer’s enemy” en inglés), el capítulo (a mi parecer) más “crudo” y cruel que yo haya visto en la historia de la serie.

“El enemigo de Homero” (perteneciente a la temporada 8) es un episodio que introduce (según el guionista Josh Weinstein que por aquél entonces trabajaba en la serie) a un personaje “real” (Frank Grimes) dentro del mundo de “Los Simpsons”. Literalmente Josh Weinstein dijo en una entrevista: “Queríamos hacer un episodio donde el pensamiento fuera: ¿Qué pasaría si una persona normal, de la vida real, tuviera que entrar en el universo de Homero y tratar con él?" Este episodio contiene una buena cantidad de situaciones que al comienzo son presentadas como un mero chiste pero que con el transcurrir de los minutos comienzan a volverse incómodas (seguramente por las similitudes con experiencias propias y ajenas que encuentra el espectador).
El capítulo:
(En la siguiente cronología de los eventos que conforman el episodio se omitieron las ocasiones en las que no intervienen ni Homero ni Frank Grimes):
“El episodio comienza con el programa de televisión del Canal Ocho "Kent's People", en el que el periodista Kent Brockman cuenta la historia de Frank Grimes que es descrito como "un hombre que ha tenido que luchar por todo lo que tiene en la vida". Al ver el programa, Montgomery Burns, el dueño de la planta de energía nuclear de Springfield, se enternece con su historia de sacrificios y le ordena a su ayudante Smithers que contrate a Grimes como vicepresidente ejecutivo. Sin embargo, al día siguiente, emiten una nueva historia sentimental sobre un perro heroico, al cual Burns decide nombrar vicepresidente ejecutivo en una situación similar. Debido a esto, Burns no se encuentra igualmente impresionado por Frank Grimes al recibirlo y lo asigna como un trabajador más. Es así como Grimes termina siendo ubicado en el sector 7G de la planta de energía nuclear, donde entra en contacto con Homero Simpson, con quien se enfrentará rápidamente por su irresponsabilidad y falta de ética laboral. A pesar de su recelo, Grimes salva a Homero de beber en forma inadvertida un matraz de ácido sulfúrico, golpeándole en el brazo y arrojando el matraz contra una pared. El ácido hace un agujero en la pared y en ese mismo instante el señor Burns aparece paseando por el pasillo, con el nuevo vicepresidente, un perro dóberman. Al ver el agujero, y sin llegar a enterarse de que Grimes reaccionó para salvar la vida de su compañero, Burns castiga a Grimes por la destrucción edilicia y el desperdicio de ácido reduciéndole el salario. Grimes, enfadado, acude al lugar de trabajo de Homero y se declara desde ese momento como su enemigo. En un intento por recomponer la relación Homero invita a Grimes a cenar a su casa. Sin embargo, al ver el nivel de vida de Homero y el aparente éxito de su familia (en dicha situación Homero comentó que Bart tenía una fábrica en el centro, sin detallar que se trataba de un establecimiento abandonado y comprado a precio simbólico) el resentimiento de Grimes aumenta aún más. Al día siguiente, Homero se esfuerza para parecer un empleado modelo pero su trabajo es en vano. Grimes habla mal de Homero ante Lenny y Carl pero ambos insisten en que Homero es una persona decente. Grimes, decidido a desacreditar a Homero, lo induce a participar en un concurso de diseños de plantas nucleares, pero ocultándole que el concurso está dirigido a niños. Pero para sorpresa de Grimes, Homero obtiene el primer premio. Los aplausos y ovaciones de los asistentes terminan de desequilibrar a Grimes, que deambula enloquecido por la planta. Afirma ser Homero Simpson y que como tal no debería necesitar preocuparse por trabajar eficientemente, seguir los reglamentos o tomar medidas de seguridad. En esta situación, afirma no necesitar guantes de seguridad para tocar unos cables de alta tensión en la pared, lo cual intenta demostrar gráficamente, pero al tocar los cables muere electrocutado inmediatamente (el momento de su muerte no se representa en la pantalla). Durante el funeral, Homero se queda semidormido y le pide a Marge que cambie de canal de televisión, olvidando en donde estaba y confundiendo el obituario leído por el Reverend “Lovejoy” (Reverendo Alegría) con un programa televisivo; lo cual provoca risas de los presentes mientras el ataúd desciende.”
Análisis:

Si analizamos a los protagonistas principales de este episodio (Homero y Frank Grimes) encontraremos no solo diferencias, sino que tendremos la certeza de que Frank Grimes es prácticamente una antítesis de Homero (refiriéndonos a sus personalidades). Grimes (a pesar de la afirmación de Weinstein) es un personaje completamente razonable y trabajador, llegando a ser casi un individuo modelo (debido no solo a su carácter arduo a la hora de llevar a cabo una labor o a la incesante práctica de la ética a la hora de relacionarse con los demás, sino también por sobrepasar toda mala experiencia que se le presentara en su vida). Homero, por su parte, es (como siempre) un individuo que abusa de su ignorancia al momento de atravesar adversidades (tanto simples como complejas, tanto dramas sociales como percances personales habituales), aunque, en este caso, el personaje de Homero Simpsons exagera considerablemente de su condición de “personaje despistado e iluso”, convirtiéndose en un completo imbécil y egoísta (véase el momento donde Homero le dice a Grimes que de haberse tomado el ácido “se hubiera puesto muy rojo”, o donde Homero sustrae los lápices personalizados de la oficina de Frank Grimes para mordisquearlos y “jugar” con ellos).
En resumen, pareciera que este capítulo simplemente muestra unas cuantas escenas donde se ve como Homero hace o dice disparates mientras Grimes se limita solo a contradecirlo exponiendo críticas argumentalmente correctas. Pero, de ser así, este episodio no contaría con un trasfondo tan interesante como el que posee, pues, es en este punto donde el simple humor se mezcla con perturbadores sensaciones. En “Los Simpsons” uno se encuentra con personajes que se diferencian decentemente uno de otro debido a sus formas de expresarse, debido a sus personalidades tan distintas, y es en este aspecto donde “El enemigo de Homero” se vuelve completamente único. Frank Grimes intenta (exponiendo argumentaciones válidas) disuadir a Lenny y a Carl para que estos acepten la inoperancia de Homero en su trabajo dentro de la planta nuclear, a lo que Lenny y Carl responden (no es de extrañar debido a que estos personajes siempre se han mostrado como individuos casi irracionales al momento de criticar las actuaciones de su amigo) restándole importancia al asunto. La escena que hace pensar al espectador que “todo el mundo está loco menos Frank Grimes” (luego de presenciar como Burns le da el puesto de vicepresidente a un perro en lugar de a él y como el propio señor Burns castiga a Grimes por el incidente del ácido dejando completamente impune a Homero) es cuando Homero gana el concurso para niños ante los fervorosos aplausos de los allí presentes, lo que lleva a Frank Grimes a enloquecer y morir electrocutado al tocar unos cables de alta tensión. Durante el funeral, Homero le quita dramatismo al asunto al quedarse semidormido y balbucear a Marge que “cambie de canal”, produciendo la carcajada de todo individuo presente (a pesar de que la familia Simpsons casi afirmara que los dichos de Grimes eran ciertos en anteriores escenas) mientras el féretro se desliza hacia abajo. Es en este punto donde uno se pregunta si de verdad la escena (y casi la totalidad del capítulo) es perteneciente al llamado “humor negro”, a fin de cuentas los personajes de la serie no solo provocaron la locura que llevaría a Grimes a la muerte, sino que también, en su propio funeral lograron mofarse de él, a tal punto de ridiculizarlo durante todo el capítulo. Si uno observa al personaje de Frank Grimes, seguramente siente que no merece los percances que le hicieron vivir los habitantes de Springfield, mucho menos la muerte. Por supuesto, puede que sea simplemente humor, aunque sigue pareciendo extraño que todos los personajes se prestaran a ridiculizar a Grimes, y que (al propio Grimes) se le haya otorgado la personalidad de un “ser humano modelo” (dándole un aspecto completamente humano al momento de perder la compostura al afrontar, justamente, la locura de casi todo el elenco que conforma este episodio) conociendo de antemano el final trágico de este capítulo.

El guionista Josh Weinstein afirma que este episodio simplemente muestra la reacción de un individuo con una personalidad “real” dentro del mundo de Homero, y cómo este individuo intenta relacionarse con el propio Homero. Sostiene que “nos gusta la lección de: a veces, simplemente no se puede ganar" y que “hemos querido mostrar que en la vida real, el ser como Homero Simpson podría ser realmente peligroso, como aprendió tristemente Frank Grimes”. A mi parecer (desconozco si esta fue la intención de los guionistas) este capítulo sirve de espejo para reflejar muchas de las injusticias presentes en el mundo a lo largo de la existencia de la humanidad. Ver como Frank Grimes (un individuo trabajador y “correcto”) fracasa completamente en un mundo donde personas como Homero Simpsons llevan vidas “lujosas” (a comparación de Grimes), nos hace recordar los cientos y miles de casos donde personas (sin merecerlo) han tenido (o tienen) una vida próspera y feliz, y donde tantas otras trabajan incansablemente para (ya sea obra de la suerte, el destino, o como se quiera llamar al infortunio) terminar tempranamente con sus vidas sumidos en la extrema miseria. Recordemos que “Los Simpsons” nació para servir de crítica al estilo de vida estadounidense (“american way of life”). Incluir un personaje “real” al mundo de “Los Simpsons” (desde un punto de vista metafórico) es prácticamente lo mismo que representar un probable suceso protagonizado por algún habitante de este mundo. En una época donde la serie estaba llena de metáforas y críticas sociales, “Los Simpsons” (opinión personal) nos supieron regalar el episodio más cruel de toda su historia, porque, ¿cómo no sentir angustia al ver que el personaje de Frank Grimes representa (tal vez sin intención) la realidad de muchas de las personas que, hasta el día de hoy, siguen sufriendo una injusticia completamente inevitable?
