
Somos los responsables del cambio, los pilares que sostenta el desarrollo, el cual en mayor o menor medida son pasos que nos ayudan a avanzar en estos empedrados caminos que llaman tiempo. Conceptos culturales excepcionalmente influyentes en nosotros, que nos hemos llegado a imbuir en una convinción incondicional, el eje que rota el bien o mal, tan indeterminada como su propia concepción.
Siempre hemos empleado y explotado los medios a nuestro entorno para hacer más fácil nuestra estancia en este planeta y la absurda creencia que estamos abandonando nuestra primitiva naturaleza para alimentar nuestro ego de Dios, la brutalidad de nuestros actos solo han sido equilibrado por nuestra empática, capaz de mostrar bondad cuando la maldad y el dolor lo cubren todo. Nuestro mayor logro el cual es la resolución de nuestro orgullo, ha sido el avance tecnológico que tantas ventajas y dolor de cabeza nos han proporcionado.
En concreto nos centraremos en la televisión y su rúbrica de poder damnificar a nuestra percepción de la realidad y aunque la relatividad es el único hecho incuestionable, hoy esta "caja" nos ha sorprendido presentandonos el primer anuncio publicitario que respalda las propiedades medicinales del cannabis, mediante el testimonio de varias personas que han empleado esta incomensurable sustancia y la justicia objetiva que poco a poco se le está aplicando.