
Los túneles de la avenida 9 de Julio, con los que se pretende agilizar la circulación de las líneas de colectivos que recorren el Metrobus y evitar congestionamientos, se ponen a punto para mejorar la conexión entre el centro porteño y la plaza Constitución, una zona con mucha concentración de transporte público. Los imponentes viaductos ubicados a la altura de la avenida San Juan quedarán inaugurados los primeros días de junio.
La mayor parte del trabajo ya está terminada. Resta finalizar los detalles de pintura e instalaciones eléctricas para que, en los próximos días, las once líneas que actualmente transitan por los carriles exclusivos de la 9 de Julio puedan sumergirse en el pavimento, hacia el norte o el sur de la ciudad.

La obra requirió una inversión de $ 127 millones. Se construyeron dos viaductos de sentido único y de un carril cada uno, se excavaron 36.000 m3 de tierra y se erigieron 590 pilotes de concreto. Las paredes fueron decoradas por el artista Martín Ron.
Por uno de los túneles circularán los colectivos hacia Retiro. Las líneas 9, 10, 17, 45, 59, 70, 91, 100 y 129 ingresarán en el viaducto desde Bernardo de Irigoyen y volverán a la superficie en la calzada central de la 9 de Julio, poco antes de la calle Carlos Calvo.
En el otro sentido, hacia plaza Constitución, los colectivos ingresarán en el viaducto a la altura de Carlos Calvo y saldrán en el cruce de Lima y Cochabamba. Para evitar cuellos de botella, se separarán dos carriles para el transporte público y uno para los particulares. En este caso, el ramal será utilizado por las líneas 9, 10, 17, 45, 59, 67, 70, 91, 98, 100 y 129.
