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Una cita con nuestro ginecólogo es diferente a cualquier otra consulta médica. Nos pasamos los días previos pensando en qué preguntas nos hará, qué respuestas le daremos, si hará algo que duela...

Pero lo que muchas veces olvidamos es que mientras nosotras nos preocupamos tanto por esa cita, los ginecólogos reciben pacientes constantemente y no se detienen en cada una de ellas para observar detalles. Simplemente hacen su trabajo al igual que cualquier otro profesional.

De todas maneras, hay determinados aspectos que pueden molestarles un poco; ¡será mejor que los conozcas antes de tu próxima consulta!

''No estoy depilada''


Como sabrás, los ginecólogos se especializan en velar por la salud de tus órganos sexuales, no en si te encuentras depilada adecuadamente. Se enfocan solo en lo que les corresponde y no se detienen a pensar si una paciente tiene muchos vellos.

Por lo tanto, es preferible evitar advertirles que no estamos depiladas.

''Estoy con mi período, tendré que cancelar''


Los ginecólogos están cansados de repetir que no hay ninguna razón para cancelar nuestra cita por el período. Gracias a la ayuda de nuevas técnicas para realizar exámenes, la regla no implica ninguna dificultad.

Por otra parte, no podemos perder de vista que estos médicos presencian y llevan a cabo partos; ¡puedes estar tranquila que ya lo han visto absolutamente todo!

El autodiagnóstico


Algo que ningún médico puede soportar, y mucho menos los ginecólogos, es que tomemos la decisión por nuestra cuenta de que sufrimos determinada enfermedad sin ni siquiera conocer sus verdaderos síntomas y comencemos a tomar medicamentos sin previa consulta (en otras palabras: Google es genial, pero no tiene un título de médico).

''Solo tomo anticonceptivos''


Si bien la medicación que no atañe a tu salud sexual nunca te la recetará un ginecólogo, es necesario que sepan si la consumes. Esto se debe a que la combinación de ciertos remedios puede ser peligrosa y terminar afectando la salud. Por lo tanto, debemos ponerlos al tanto todo lo que tomamos para evitar riesgos.

Una vez más: no están allí para juzgarte, sino para cuidar tu bienestar.

Poca comunicación


Algo que los ginecólogos desearían es que sus pacientes pudieran expresarse mejor. Es comprensible que todas nos intimidemos un poco al comienzo, pero debemos saber que ellos están allí para escucharnos y ayudarnos, y que representan las personas ideales para sacarnos todo tipo de dudas. Nada de lo que digamos les sorprenderá demasiado, y si lo hace, no lo notaremos.

Recuerda que todo lo que escuchan y afirman es en términos profesionales y no les interesa hacer juicios de valor de ningún tipo. Por el contrario, cuanto menos digamos, más les costará realizar su trabajo.

Falta de exámenes médicos


Es indiscutible que la responsabilidad de cada uno de los pacientes por su propia salud es clave para facilitar el trabajo de los doctores. Si bien estos realizan chequeos para asegurarse de que está todo como debería, no pueden responsabilizarse por tu cuerpo. Tú eres la única que puede hacerlo.

Cuando, una y otra vez, un paciente no se realiza los exámenes que se le asignan, un ginecólogo puede molestarse muuucho... y la realidad es que tiene toda la razón.

Los ginecólogos han confirmado que estos son los comportamientos que más les molestan. Y suena lógico: sin la colaboración de sus pacientes, no pueden realizar su trabajo como les gustaría.

Por lo tanto, será conveniente que comencemos a ayudarlos y seamos buenas pacientes. ¡Nos estaremos haciendo un gran bien!