DE ACUERDO CON ALGUNOS INVESTIGADORES, COSMOBIÓLOGOS Y CIENTÍFICOS COMPUTACIONALES, SI UN DÍA LOS ALIENÍGENAS ATERRIZARAN EN LA TIERRA LO MÁS PROBABLE ES QUE DESCUBRAMOS QUE SON MÁQUINAS
Aunque suene como una película de ciencia ficción, algunos estudiosos piensan que si los alienígenas aterrizaran en la Tierra, al abrirse la nave no deberíamos extrañarnos al ver descender máquinas, ya que los alienígenas podrían haber llegado a la máxima capacidad de su evolución biológica y por lo tanto de sus cerebros orgánicos, de tal manera que el siguiente paso lógico habría sido cambiarlos por cerebros artificiales. De acuerdo con Steven Dick, exjefe de historia de la NASA y especialista en cosmofísica y cosmobiología:
Si tienes una civilización que sea miles, millones o miles de millones de años más antigua que nosotros, ya habría pasado por una larga evolución cultural y creo que hay una buena probabilidad de que no serán como nosotros, serán inteligencias artificiales.
Otra razón que refuerza la idea de que los alienígenas han cambiado sus cuerpos biológicos sintéticos es que estos últimos podrían ser más convenientes para realizar viajes interestelares, pues las distancias entre los astros son realmente impresionantes; se ha calculado que, de poder viajar a la velocidad de la luz, tomaría 50 años llegar de la Tierra al sistema de estrellas mas cercano: Alfa Centauri. Las máquinas podrían soportar mejor estas travesías que los cuerpos hechos de tejidos orgánicos. Además los cuerpos sintéticos ofrecen la ventaja de no ser afectados por factores ambientales como temperatura, ausencia o presencia de oxígeno u otros gases y la existencia de bacterias desconocidas, entre otros.
En tan sólo unas décadas, los avances computacionales en nuestro planeta han producido supercomputadoras capaces de realizar más de 1 cuatrillón de cálculos por segundo. Para darnos una idea de cómo se compara esto a la capacidad de procesamiento humano están los cálculos de Hans Moravec, un experto en inteligencia artificial de la Universidad de Carnegie Mellon. Según Moravec, la velocidad máxima de cálculo de nuestros cerebros es de 100 trillones de cálculos por segundo. La superioridad de las máquinas en este sentido y los avances en el campo de las inteligencias artificiales han llevado a algunos científicos a pensar que en un futuro no muy lejano existirá una singularidad tecnológica que volverá a las máquinas seres autoconscientes con mayores capacidades a las humanas, y argumentan que civilizaciones mucho más antiguas que nosotros pudieron haber pasado por esta singularidad hace millones de años.
Por otro lado, referirnos a los extraterrestres como una “civilización” alienígena podría ser un reflejo de cómo nuestro entendimiento sobre este tema está restringido por nuestras propias referencias culturales. Una civilización se refiere a una sociedad de individuos, mientras que esta “vida extraterrestre” podría ser una sola inteligencia integrada. En todo caso, podrían estar viviendo en una era posbiológica a la que quizá los humanos también nos estemos acercando.
Un ejemplo de esto último es un nuevo proyecto de la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de Defensa (o DARPA, por sus siglas en inglés) que consiste en crear chips que se implantan en el cuerpo para ayudar a sanar a los soldados. Estos implantes llevan el apodo de ElectRX y pueden ser inyectados en el cuerpo con una aguja para actuar como un marcapasos de su sistema nervioso, a través de la estimulación de las terminales nerviosas con señales electromagnéticas en tiempos muy exactos. De acuerdo con los investigadores involucrados en este proyecto, los implantes podrían ser usados para tratar enfermedades crónicas e inflamatorias muy dolorosas como la artritis reumatoide, así como para el tratamiento de condiciones mentales como el estrés postraumático.
Todo indica que los humanos avanzamos hacia un futuro de integración cyborg por el que los alienígenas pudieron pasar hace eones, lo cual ha llevado a algunos a preguntarse si en realidad nuestro universo estará regido por inteligencias artificiales, si en realidad los humanos estamos en la Matrix pero nuestro entendimiento ni siquiera nos da para comprender su naturaleza y el papel que tenemos dentro de ella. Como siempre hay más preguntas que respuestas, pero las mentes inquisitorias probablemente tendrán mucho que decir sobre esta cuestión en los próximos años.
