
1. La Fusta “Sweet Sting”
Le doy la mano. Antes de que pueda darme cuenta, me golpea en el centro. Alza la mano derecha y vuelve a golpearme. Lo miro y veo deseo en sus ojos brillantes.
- “Nos proponemos complacer señorita Steele” – murmura Christian.
Camina a mi alrededor, sacude la fusta y me azota por debajo el trasero.
- ¿Te gusta esto, Anastasia? – me dice
- Sí
Me vuelve a azotar en el culo. Esta vez duele.
- “Sí, ¿Qué?”
- “Sí, Señor”

2. Esposas metálicas
Christian saca del cajón unas esposas de metal. Son macizas y el metal está frío.
- “Tengo ganas de usarlas contigo ahora. ¿Quieres jugar?” – me dice Christian en voz baja, y el deseo explota en lo más profundo de mi vientre.
- “Sí” – jadeo.
- “Esto no va a doler, Anastasia. Pero va a ser intenso. Muy intenso, porque no voy a dejar que te muevas. ¿Entendido?”

3. Los Antifaces
Saca el antifaz del bolsillo de atrás.
- “Creo que ya has visto bastante” – murmura Christian.
Me pone el antifaz por encima de la cabeza hasta cubrirme los ojos. Se me acelera la respiración.
- “¿Por qué es tan erótico no ver nada?”

4. Látigo de tiras
En la mano derecha lleva un látigo de tiras.
- “Tócalo” – susurra Christian.
Tímidamente alargo el brazo y rozo los largos flecos. Tiene muchas frondas largas, todas de suave ante.
- “Lo voy a usar. No te va a doler, pero hará que te corra la sangre por la superficie de la piel y te la sensibilice”.
Me coge por sorpresa. No me duele, produce un fuerte hormigueo por todo el cuerpo.

5. Bolas de plata
“-¿Confías en mi?” – me pregunta Christian en voz baja.
Asiento. Me tiende la mano. En la palma lleva dos bolas de plata redondas y brillantes unidas por un grueso hilo negro.
- “Esta vez es para darnos placer, Anastasia, a ti y a mí”.
Las bolas se impulsan dentro de mí y me pierdo en un mar de sensaciones.
Son dos y son plateadas. Vienen dentro de un estuche de color negro. Son metálicas y están unidas por un hilo a una anilla. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol.

6. El Plug
- “Cuando estés lista, también querré esto. Hoy no, dulce Ana, pero un día…”
- “Te deseo en todas las formas posibles. Quiero poseer cada centímetro de tu cuerpo. Eres mía”.
Yo pienso en el dilatador anal, y todo se contrae en mis entrañas.

7. Azotador
- “Estate quieta, o tendré que azotarte más rato”.
Empieza a seguir un ritmo: caricia, manoseo, azote. Me vuelve a dar y me acaricia con suavidad. La combinación de dolorosos azotes y suaves caricias me nubla la mente por completo.
- Me gusta el control que me proporciona, Anastasia. Quiero que te comportes de una forma concreta y si no lo haces, te castigaré, y así aprenderás a comportarte como quiero.


No olvides esto
