7 Cada álbum del Mundial
En cada edición del Mundial de fútbol, Panini saca su álbum con estampas coleccionables y es casi un ritual de cada 4 años.
Desde el 70' existe esta tradición en México, pues en el Mundial de 1970 fue la primera edición de este álbum que se ganó a nuestro país.
No importaba si era un niño de primaria con uno de bachillerato, si tenía la que te faltaba la cambiabas con él pues este álbum no distinguía edad ni sexo. Las ventas, intercambios, las apuestas, el abrir el sobre y hasta el ver las repetidas, es una experiencia única que no debemos dejar que se pierda. Es casi una manera de unir a la gente.
6. Tazos
Los tazos comenzaron a salir a la luz desde el 91-92, pero fue en 1994 que pudimos ver una colección completa. Los Looney Toones fueron los encargados de hacer que el mundo comprara comida chatarra a diestra y siniestra sólo para tener el tazo.
Las colecciones cambiaron de personajes y todas tenían lo suyo. Algo que nos hacía seguir ahí consumiendo para tener tazos.
Abrir la bolsa, revolver para buscar el tazo y hacer una expresión de derrota cuando el tazo ya lo tenías es algo que se extraña con ganas. Lo podías cambiar, apostar o hasta vender. Pero los más conservadores los tenían en su portatazos, ya fuera la primera edición que era un plástico tamaño carta con las divisiones para guardarlos, uno extraño que tenía ligas el tradicional que sólo era un tubo con resorte.
5. Cajitas Sonrics
Ir a la tienda era también sinónimo de preguntar por la cajita sonrics del momento. Todas en su interior tenían algo que se volvía objeto del deseo.
Al abrirla encontrabas dulces de manera aleatoria (nunca eran los mismos) pero eso pasaba a 2do término, lo que importaba era tener el juguete del que desconocías la identidad hasta minutos atrás.
Por la razón de contrar la caja cerrada, uno no sbaía qué juguete saldría y tal vez esa fue la razón de nuestra adicción a ellas. Si te salía repetido ni modo, si no, tu colección de figuritas aumentaba de manera hermosa en el coleccionador que podías tener.
4. Sabrimágicos
Por los mismos tiempos en los que las cajitas Sonrics, aparecieron los Sabrimágicos. De hecho, mucha gente los llega a confundir sin razón aparente.
Se trata de un vaso de plástico con la imagen de los Tiny Toones que cambiaba de color al introducir algún líquido.
Para tener uno, debías llenar una planilla con las estampas que venían dentro de las Sabritas. La llevabas a la tienda y más $4,000 pesos podías cambiar tu Sabrimágicos. Sí, $4,000, recuerden que esto fue por allá de 1991 y antes el peso era un desmadre.
3. Yo-yo Coca Cola
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Como si se tratara de un yo-yo con algo especial, estos juguetes con publicidad se volvieron la atracción de muchos.
También los había de Fanta, Sprite y sobre todo el que era objeto del deseo por lo escazo que era: el yo-yo de Coca Cola negro.
2. Pepsi Cards
DC y Marvel se hicieron presentes en las pepsi cards. Una colección de tarjetas que se robaron parte de la vida de todo adolescente en los 90's.
Siempre hubo la disputa por saber qué colección era la mejor para tener en su álbum coleccionador. Aunque yo en lo personal, siempre vi que le pusieron más ganas a las de Marvel, cuestión de gustos al fin.
1. Hielocos
Los hielocos son de esas cosas que no tenemos idea de por qué existieron, pero sólo aparecieron y se ganaron nuestro corazón.
Juntabas tus tapitas, te lanzabas a la tienda y las cambiabas por esa bolsita que contenía 2 hielocos, información de ellos y unas estampitas.
Hubo variantes en la colección, pero sin duda la que marcó fue la de los aliens y sus extraños colores.

En cada edición del Mundial de fútbol, Panini saca su álbum con estampas coleccionables y es casi un ritual de cada 4 años.
Desde el 70' existe esta tradición en México, pues en el Mundial de 1970 fue la primera edición de este álbum que se ganó a nuestro país.
No importaba si era un niño de primaria con uno de bachillerato, si tenía la que te faltaba la cambiabas con él pues este álbum no distinguía edad ni sexo. Las ventas, intercambios, las apuestas, el abrir el sobre y hasta el ver las repetidas, es una experiencia única que no debemos dejar que se pierda. Es casi una manera de unir a la gente.
6. Tazos

Los tazos comenzaron a salir a la luz desde el 91-92, pero fue en 1994 que pudimos ver una colección completa. Los Looney Toones fueron los encargados de hacer que el mundo comprara comida chatarra a diestra y siniestra sólo para tener el tazo.
Las colecciones cambiaron de personajes y todas tenían lo suyo. Algo que nos hacía seguir ahí consumiendo para tener tazos.
Abrir la bolsa, revolver para buscar el tazo y hacer una expresión de derrota cuando el tazo ya lo tenías es algo que se extraña con ganas. Lo podías cambiar, apostar o hasta vender. Pero los más conservadores los tenían en su portatazos, ya fuera la primera edición que era un plástico tamaño carta con las divisiones para guardarlos, uno extraño que tenía ligas el tradicional que sólo era un tubo con resorte.
5. Cajitas Sonrics

Ir a la tienda era también sinónimo de preguntar por la cajita sonrics del momento. Todas en su interior tenían algo que se volvía objeto del deseo.
Al abrirla encontrabas dulces de manera aleatoria (nunca eran los mismos) pero eso pasaba a 2do término, lo que importaba era tener el juguete del que desconocías la identidad hasta minutos atrás.
Por la razón de contrar la caja cerrada, uno no sbaía qué juguete saldría y tal vez esa fue la razón de nuestra adicción a ellas. Si te salía repetido ni modo, si no, tu colección de figuritas aumentaba de manera hermosa en el coleccionador que podías tener.
4. Sabrimágicos

Por los mismos tiempos en los que las cajitas Sonrics, aparecieron los Sabrimágicos. De hecho, mucha gente los llega a confundir sin razón aparente.
Se trata de un vaso de plástico con la imagen de los Tiny Toones que cambiaba de color al introducir algún líquido.
Para tener uno, debías llenar una planilla con las estampas que venían dentro de las Sabritas. La llevabas a la tienda y más $4,000 pesos podías cambiar tu Sabrimágicos. Sí, $4,000, recuerden que esto fue por allá de 1991 y antes el peso era un desmadre.
3. Yo-yo Coca Cola

Como si se tratara de un yo-yo con algo especial, estos juguetes con publicidad se volvieron la atracción de muchos.
También los había de Fanta, Sprite y sobre todo el que era objeto del deseo por lo escazo que era: el yo-yo de Coca Cola negro.
2. Pepsi Cards

DC y Marvel se hicieron presentes en las pepsi cards. Una colección de tarjetas que se robaron parte de la vida de todo adolescente en los 90's.
Siempre hubo la disputa por saber qué colección era la mejor para tener en su álbum coleccionador. Aunque yo en lo personal, siempre vi que le pusieron más ganas a las de Marvel, cuestión de gustos al fin.
1. Hielocos

Los hielocos son de esas cosas que no tenemos idea de por qué existieron, pero sólo aparecieron y se ganaron nuestro corazón.
Juntabas tus tapitas, te lanzabas a la tienda y las cambiabas por esa bolsita que contenía 2 hielocos, información de ellos y unas estampitas.
Hubo variantes en la colección, pero sin duda la que marcó fue la de los aliens y sus extraños colores.