El estar apegado a algo implica sufrir en el momento de su pérdida y el despreciar u odiar algo traerá el disgusto de su proximidad. El deseo de poseer algo que está fuera de nuestro alcance normal es convertirse psicológicamente en un criminal y puede llevar al robo, la violación o el crimen. El valorizar una cosa es el punto de partida del deseo de poseerla; por eso el Buddha enseñaba a valorizar tan sólo al recto conocimiento, que es lo único capaz de probar la inutilidad de todo lo demás. Cuando el alma comprende la inutilidad y la transitoriedad de las posesiones se librará del deseo y habiéndose liberado del deseo habrá escapado de la red que el rey de la muerte arroja para esclavizar las almas humanas.
Manly P. Hall
Manly P. Hall