La polémica impulsada por el Gobierno en torno a la posibilidad de que la oposición barra con las políticas sociales del kirchnerismo puso sobre la mesa el impacto de dichas políticas sobre el electorado. Obligó además a Mauricio Macri y a Sergio Massa a ratificar que no las eliminarán.
Aunque ayer el oficialismo intentó bajar el tono a la disputa verbal, en términos netamente electoralistas, si se sumaran los beneficiados de planes sociales comparados con el padrón de 2013, al menos el 18% de los posibles votantes serían beneficiarios directos. Es decir, las políticas sociales alcanzan a uno de cada cinco integrantes del padrón.
Desde hace días el oficialismo busca instalar el temor a que un opositor dé de baja políticas como la asignación universal por hijo (AUH). El líder del PRO y el del Frente Renovador tuvieron que aclarar que nadie perderá su subsidio si llegan a la Casa Rosada.
Independientemente de las motivaciones, el impacto electoral de aquellos que tienen subsidios sociales es central. La AUH alcanza a 1.887.920 familias de todo el país (un beneficio que perciben 3.475.917 niños). A ellos hay que sumarles 82.531 embarazadas, unas 200 mil personas alcanzadas por el plan Argentina Trabaja, 1.453.097 que reciben pensiones no contributivas, y la última moratoria jubilatoria sumó unos dos millones de jubilados nuevos. La suma da 5,5 millones de beneficiarios de planes sociales sobre un padrón electoral a nivel país de 30 millones de personas habilitadas para sufragar.
En este marco, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, negó que el kirchnerismo esté agitando el “miedo” y replicó que la oposición dijera que “el país se iba al diablo”. “Es el reino del revés: los que agitan el miedo son los que a principios de año estaban diciendo que el país se iba al diablo, que iba a haber hiperinflación, que nos íbamos a quedar sin reservas, que no íbamos a acordar con Repsol ni con el Club de París, que iba a haber elecciones anticipadas”, sostuvo. “Dije con sentido común: ¿significa que van a volver atrás con YPF?”, preguntó Scioli, y cuestionó: “Si ya votaron en contra, entonces son coherentes: votan en contra, y si son gobierno la van a derogar”.
Por su lado, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien también se presenta como precandidato a presidente, afirmó que “es muy soberbio decir que es el kirchnerismo o el abismo”, aunque criticó a la oposición por haber anunciado que derogaría leyes impulsadas por este gobierno. Y sostuvo que “antes iban a los cuarteles, ahora van a los juzgados a denunciar a la política”.
Más temprano, Macri intentó dar tranquilidad a los votantes: aseguró que “aquel que tiene un plan social lo va a seguir teniendo”. “¿Sabés lo que me dicen? ‘Gracias por el plan, pero no me alcanza. El plan no me hace existir. Yo quiero existir. Quiero que sepan que estoy acá, que me estoy muriendo’”, cuestionó Macri. El jefe de Gobierno porteño había dicho que iba a mantener la estatización de YPF, la asignación universal por hijo y la administración pública del sistema de jubilaciones.
En tanto, Massa cuestionó al oficialismo al decir que “en el kirchnerismo tienen miedo a discutir sobre inseguridad, la inflación y sobre cómo salir del cepo”. El candidato presidencial aseguró que “lo primero que aparece es el miedo a perder el poder, que lo transmiten a la gente. El verdadero miedo es el miedo al cambio, y lo que pretenden es seguir quedándose en el poder”.
“Lo que hay que dejar claro es que lo único que se va a perder en los próximos años son la inflación, el cepo, la inseguridad. Esto es lo que no se quiere discutir”, disparó con dureza el ex intendente de Tigre.

Aunque ayer el oficialismo intentó bajar el tono a la disputa verbal, en términos netamente electoralistas, si se sumaran los beneficiados de planes sociales comparados con el padrón de 2013, al menos el 18% de los posibles votantes serían beneficiarios directos. Es decir, las políticas sociales alcanzan a uno de cada cinco integrantes del padrón.
Desde hace días el oficialismo busca instalar el temor a que un opositor dé de baja políticas como la asignación universal por hijo (AUH). El líder del PRO y el del Frente Renovador tuvieron que aclarar que nadie perderá su subsidio si llegan a la Casa Rosada.
Independientemente de las motivaciones, el impacto electoral de aquellos que tienen subsidios sociales es central. La AUH alcanza a 1.887.920 familias de todo el país (un beneficio que perciben 3.475.917 niños). A ellos hay que sumarles 82.531 embarazadas, unas 200 mil personas alcanzadas por el plan Argentina Trabaja, 1.453.097 que reciben pensiones no contributivas, y la última moratoria jubilatoria sumó unos dos millones de jubilados nuevos. La suma da 5,5 millones de beneficiarios de planes sociales sobre un padrón electoral a nivel país de 30 millones de personas habilitadas para sufragar.
En este marco, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, negó que el kirchnerismo esté agitando el “miedo” y replicó que la oposición dijera que “el país se iba al diablo”. “Es el reino del revés: los que agitan el miedo son los que a principios de año estaban diciendo que el país se iba al diablo, que iba a haber hiperinflación, que nos íbamos a quedar sin reservas, que no íbamos a acordar con Repsol ni con el Club de París, que iba a haber elecciones anticipadas”, sostuvo. “Dije con sentido común: ¿significa que van a volver atrás con YPF?”, preguntó Scioli, y cuestionó: “Si ya votaron en contra, entonces son coherentes: votan en contra, y si son gobierno la van a derogar”.
Por su lado, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien también se presenta como precandidato a presidente, afirmó que “es muy soberbio decir que es el kirchnerismo o el abismo”, aunque criticó a la oposición por haber anunciado que derogaría leyes impulsadas por este gobierno. Y sostuvo que “antes iban a los cuarteles, ahora van a los juzgados a denunciar a la política”.
Más temprano, Macri intentó dar tranquilidad a los votantes: aseguró que “aquel que tiene un plan social lo va a seguir teniendo”. “¿Sabés lo que me dicen? ‘Gracias por el plan, pero no me alcanza. El plan no me hace existir. Yo quiero existir. Quiero que sepan que estoy acá, que me estoy muriendo’”, cuestionó Macri. El jefe de Gobierno porteño había dicho que iba a mantener la estatización de YPF, la asignación universal por hijo y la administración pública del sistema de jubilaciones.
En tanto, Massa cuestionó al oficialismo al decir que “en el kirchnerismo tienen miedo a discutir sobre inseguridad, la inflación y sobre cómo salir del cepo”. El candidato presidencial aseguró que “lo primero que aparece es el miedo a perder el poder, que lo transmiten a la gente. El verdadero miedo es el miedo al cambio, y lo que pretenden es seguir quedándose en el poder”.
“Lo que hay que dejar claro es que lo único que se va a perder en los próximos años son la inflación, el cepo, la inseguridad. Esto es lo que no se quiere discutir”, disparó con dureza el ex intendente de Tigre.
