Te damos la bienvenida a la comunidad de T!Estás a un paso de acceder al mejor contenido, creado por personas como vos.

O iniciá sesión con
¿No tenés una cuenta?
(El malhechor) dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:42-43


Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.
Romanos 8:1

Pasar al otro mundo

Esta expresión corriente ilustra muy bien una transición situada al final de la vida terrenal. Pero, ¿qué sabemos de ese otro mundo?
La Biblia declara que cuando el hombre muere, su cuerpo vuelve al polvo y su espíritu vuelve a Dios, quien lo dio (Eclesiastés 12:7). También invita a cada persona a prepararse para su encuentro con Dios (Amós 4:12). Pero, ¿por qué esta cita inevitable? Debido al pecado, cada ser humano debe esperar el juicio del Dios santo: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
Pero el creyente ya está libre del juicio, pues Jesucristo, el justo, llevó sus pecados en la cruz. Como ha creído en Jesús el Salvador, no teme el futuro, pues la muerte, término de la vida terrenal, lo conduce al descanso de la presencia de Dios, donde espera la resurrección para vivir eternamente.
La Palabra de Dios nos da pocos detalles sobre el lugar donde el espíritu del creyente es recibido después de su muerte. Nuestra mente limitada no nos permitiría comprender cómo es ese lugar. Sin embargo, la certeza de que será directamente introducido en la presencia del Señor Jesús hace feliz al creyente (2 Corintios 5:8).
Antes de hacer un gran viaje nos preparamos muy bien. Para pasar al otro mundo es indispensable ponerse en regla con Dios. ¡Todavía es tiempo, pues el Dios de gracia “quiere que todos los hombres sean salvos”! (1 Timoteo 2:4).