Buen día mi vida mientras pienso como llegué acá

La historia de Pato Fontanet en la música atraviesa distintos nombres, pero no varía sus raíces. Formó Río Verde, Callejeros, Casi Justicia Social y ahora afrontará su nuevo proyecto con Don Osvaldo. A casi diez años de la mayor tragedia que sufrió el rock nacional, Pato ha cambiado mucho. Su cabeza rapada lo destaca, su voz aún más. Su jerga y vestimenta barrial le dan una identidad. Las miradas lo persiguen desde aquel 30 de diciembre de 2004. Pasó mucho desde ese día y todavía sigue en pie. Varios factores contribuyeron. Esa noche le robaron una familia, la que pretendía formar y la de sus amistades y seguidores. Después se dio cuenta que no era una víctima más, sino un chivo expiatorio. Pasó por una absolución unánime en 2009 y volvió a caer en 2012. Avasallando a las leyes, la justicia lo sentenció a una condena. Antes de ser pisoteado por el Poder Judicial fue padre por primera vez y eso le dio un sentido de lucha. Homero fue esa luz entre tanta oscuridad que le marcó el rumbo. Concretó el sueño de formar una familia, pero meses después entró -nuevamente- en un brote psicótico que lo dejó postrado en una habitación del Sanatorio Morra de la ciudad de Córdoba. Luego fue trasladado al Penal de Ezeiza y estuvo hasta principios de agosto cuando fue liberado por pedido de la Corte Suprema de la Nación. Todo eso y mucho más sucedió, pero nunca se venció y este miércoles comenzará a transitar un nuevo camino junto a amigos. El recital en la Plaza de la Música de Córdoba promete ser una verdadera fiesta y será el regreso tan ansiado del “Gordo”. Ese Gordo que tiene más de 20 kilos con respecto a aquel del último recital de Casi Justicia Social en Baradero el 2 de diciembre de 2012.
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Otras cosas cambiaron en Pato a lo largo del tiempo. No es el que se movía constantemente en un escenario, el que se reía en todo momento. Ahora, quizás, tiene una figura más apagada. El mensaje de que la tragedia se habría evitado si se hubiesen hecho bien las cosas desde el estado, persiste. El odio cambió por entereza. Notó que devolver con lo mismo que le propinaban era en vano. Había que luchar por la verdad desde otro lugar. La venganza no llevaba a buen puerto. Dice que transpira como un chancho, pero prepara un recital de más de 30 temas con ensayos largos y caminando mucho para aguantar la intensidad. No quiere ni piensa en cruzarse con Omar Chabán porque no sirve de nada. Acepta la realidad y mira para adelante, pero sin olvidar lo sucedido. Tras las rejas, Pato comentó que fumaba más de 30 cigarrillos por día. Tenía miedo de que le afectara a su voz, pero confía en ella -que tantas alegrías le dio- para dar un show emotivo en dos días.
Será su segundo regreso a un escenario después de tanto tiempo e intentará no lagrimear. Él se expresa a través de sus melodías y ha confesado que es introvertido para algunos asuntos. Si pudo en la vuelta del 2006, lo más factible será que logrará mantener la cordura. El nombre Don Osvaldo derivó de otro gran luchador y artista. Fue por Osvaldo Pugliese, hombre que fue perseguido, censurado y encarcelado. Una similitud que no finaliza ahí. También durante el transcurso de esos hechos continuó tocando con su orquesta. Esa fue una convergencia que afectó -seguramente- a la decisión de los integrantes de Casi Justicia Social para cambiar su sello.
A pesar del dedo acusador que se instaló desde una parte de la sociedad y de los medios, Fontanet no se rindió. Lo ayudó una leona como es su mujer, Estefanía Miguel, y le dio un hijo. Un amor que va más allá de todo lo que lo rodea. Ya no piensa en bajar los brazos. Se fortaleció en esta década. Tuvo altibajos como cualquier ser humano, pero venció a sus ideas pesimistas. Ahora tiene un anhelo con Don Osvaldo y es tocar por cada rincón del país. Llegar a todo su público y acercar su música, que es su discurso favorito. Se hablará y opinará sobre su vuelta por muchos medios, pero no podrán arruinar ese contacto que no tiene hace casi dos años con sus Invisibles. Esos que no perdieron la ilusión y que marcharon los días 20 de cada mes exigiendo la liberación de él y los demás integrantes de Callejeros. Ya se subió a cantar con Superlógico, la Mona Jiménez y Los Gardelitos, pero la vuelta soñada será el miércoles. A Pato se lo puede describir con muchas frases hechas por él mismo, pero una que posee fuerza para cualquiera que la escuche es: “No olvidar, siempre resistir”.