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Pese a que el precio del Nexus 6 haya dejado descontentos a muchos, hay una serie de argumentos que pueden justificar el aumento de precio del terminal respecto a productos anteriores. Hacemos un repaso de sus características.



En Celularis siempre hemos defendido un término, la democratización del smartphone. Y es que pensamos que terminales como los Nokia Lumia 530 o los Moto G y Moto E son muy necesarios para el mercado, pues acercan la tecnología de calidad a todos los públicos, hasta el punto de ser terminales con un rendimiento tan bueno que puede ser suficiente incluso para usuarios que tradicionalmente usen gama alta. El problema es que se acaban haciendo concesiones en alguno de los aspectos. Y la gama Nexus, que por precio estaba siempre por encima de esas opciones, también las hacía y esto no agradaba a todos. Repasaremos el Nexus 6, pero primero contextualicemos.




El Nexus 4 nos sorprendió a todos por su fantástico precio unido a las mayores especificaciones del momento; Snapdragon S4 Pro y 2GB de RAM. Sin embargo, la pantalla pese a ser IPS no llegaba a la calidad ni de la gama alta ni de su hermano en LG, el Optimus G, tanto en calibración, ángulo y valores gamma. Si analizabas la cámara, la sensación era la misma, por no hablar de la mala autonomía que proporcionaban sus 2100 mAh. Un buen producto pero lanzado con excesivas taras que siempre nos hacía pensar que LG había rebajado la calidad de los componentes. Esto se observó en su rendimiento, pues a diferencia del Optimus G, el Nexus 4 sufría un gran throttling que limitaba demasiado la potencia del procesador cuando se calentaba.

"Ni Nexus 5 ni Nexus 4 fueron productos redondos"El Nexus 5, oh sí. De nuevo, una historia parecida. Un teléfono que enamoraba por funcionamiento pero que llegaba con grandes taras que su Snapdragon 800 no podía ocultar. Tales como una pantalla poco viva, unos altavoces excesivamente moderados en volumen, así como una cámara que tampoco destacaba en enfoque y velocidad y que sufría en exceso en baja luz. Por no hablar, de nuevo, de su batería, que es el motivo por el cual muchos no llegamos a comprarlo. Como decimos, la historia se repetía, podíamos considerarlo gama alta, pero su refinamiento y cuidado de los detalles atendía más a media-alta.