
La primera aparición de Ébola fue en 1976 en Sudán y Congo, y se cree que sus huéspedes naturales son los murciélagos frugívoros, aunque suele transmitirse a través de animales salvajes contagiados. pero aún no existe una cura o tratamiento específico para la enfermedad.
En el último reporte, de la OMS, del 6 de agosto, 1,799 personas se han contagiado y 961 han muerto en el peor brote de Ébola que se haya visto hasta ahora en la región de África Occidental. Por lo que surge la pregunta, ¿por qué no existen tratamientos específicos para el virus del Ébola?
Una de las razones es que el Ébola es causado por un virus, y no una bacteria. De acuerdo Derek Gardner, investigador de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido, en general para los científicos ha sido más difícil desarrollar tratamientos para enfermedades virales a comparación con enfermedades bacterianas.

Los virus del Ébola, evolucionan rápidamente, por lo que no se tiene certeza de que una vacuna desarrollada para hoy en día funcionaría para combatir brotes futuros.
Debido a que el virus es tan peligroso, el número de experimentos que se pueden hacer son limitados, ya que los investigadores deben trabajar en instalaciones especiales con un alto nivel de precauciones. Los laboratorios en donde se pueden realizar experimentos con el virus del Ébola requieren de un nivel de bioseguridad 4, de los que existen muy pocos en el mundo.
Además la cantidad de personas infectadas por Ébola es relativamente bajo, y el de los sobrevivientes aún menor, lo cuál dificulta el estudio del virus en personas y el análisis de los factores biológicos de supervivencia. Sin contar el brote actual solamente 2,380 personas en el mundo han padecido del virus, de las cuales 1,590 murieron.
