La actual etapa de la Guerra Civil en Ucrania vive horas decisivas en estos momentos. Por un lado tenemos un proceso de consolidación de la ofensiva del Ejercito de la DNR - LNR, que solamente esta noche ha recuperado 23 localidades de la provincia de Lugansk. A estas horas se ha realizado la configuración de un segundo anillo en torno a las tropas del régimen en el aeropuerto de Donetsk, haciendo de esta manera imposible la salida de las unidades integradas por militares occidentales bajo la cobertura de "Compañías Militares Privadas" a las que ahora sólo queda morir, o rendirse. Ambas posibilidades son una prueba física de la presencia MILITAR occidental en Ucrania desde hace meses.
La catástrofe militar de Kiev ha provocado una febril actividad telefónica de Poroshenko tanto con Putin, como con los funcionarios de la CE, Merkel, OTAN y, por supuesto, con sus guionistas del Departamento de Estado en Washington. En estas conversaciones Poroshenko hace promesas contradictorias dependiendo del interlocutor. Su anuncio público de un Acuerdo de Alto al Fuego logrado con Moscú es desmentido y criticado por Yatceniuk y Nalivaychenko ( Primer Ministro y Jefe de Seguridad) portavoces de la política USA y visitantes diarios de la Embajada Norteamericana. Las declaraciones de Obama en Estonia van también en dirección crítica del Plan de Paz de Putin, lo que sin querer fortalece aun más a Novorosia - Poroshenko. La brecha en la Junta entre el bando de la negociación y el bando de la guerra se profundiza.
Para la Milicia del Donbass, detenerse ahora, en medio de sus éxitos militares, sería un suicidio a mediano plazo; pues es evidente la tradición de mentir e incumplir acuerdos por parte de Kiev. La Junta trata de ganar tiempo, reagrupar el ejercito disperso, para evitar quedarse sin FFAA; mientras tanto - esperar la ayuda que se promete de Occidente. La Milicia es consciente de esto, su guerra es de supervivencia, pues su existencia misma está en juego. No va a aceptar promesas sin hechos y garantías y Kiev no está en condiciones ni de lo uno ni de lo otro. Tras la intensa orgía de muerte y destrucción durante el mes de agosto en Donbass, el flujo de voluntarios locales a la Milicia está llegando al nivel de más de 400 diarios, lo cual es una indicación de la tendencia y los ánimos de la población de Novorossia. Esta tendencia basada en su experiencia inmediata de la muerte de sus familiares, amigos, vecinos y la demolición de sus pueblos y ciudades no va a ser posible detener con directrices, aunque procedan de Moscú, y el creciente ánimo de revancha no podrá ser saciado con maniobras diplomáticas.
Por último, hay que señalar el factor determinante, opuesto a cualquier tipo de paz - Occidente. Al estar en el origen, la organización, financiación y cobertura mediática del Euromaidan (el título original que se dio en occidente al putch oligárquico- fascista de Kiev) la posibilidad de dar marcha atrás por la Administración Obama es nula. Esto, junto con los demás problemas internacionales, supondría no sólo su fin político, sino la posibilidad de un Maidan "en casa".
El comportamiento de los enanos políticos de la UE, su mediocridad y dobles raseros, a la espera siempre de los lineamientos de la OTAN, FMI, Bolsa de Frankfurt, la Citti de Londres y Wall Street, es un cero a la izquierda. A pesar de las reuniones, fotos, declaraciones y gesticulaciones, la UE no puede obligar a Putin, para que a su vez obligue a la milicia para que permita a Kiev seguir impulsando la política de genocidio. La Comisión Europea lo sabe, pero ya no puede bajarse del tren de las sanciones y la verborrea a base de ultimátum a la Federación Rusa. Con el miedo asomando por debajo de declaraciones teatrales, se dirigen de lleno hacia un ciclo de represalias económicas que perjudicarán en primer lugar a la propia UE y aumentarán sus contradicciones internas.
La situación política seguirá definiéndose en los campos de batalla en el Donbass, en el sostenido crecimiento de la Resistencia en toda Ucrania, azuzada por la catástrofe económica absoluta, consecuencia de la gran "Metida de Mano" de la UE y el FMI en la política ucraniana. Esto es especialmente notable en las ciudades del sur-este como Jarkov, Odessa, Zaporojzie, Nikolaev, Jerson, pero también en el oeste, y especialmente en Zakarpatie...el invierno se acerca, también para la UE.
La catástrofe militar de Kiev ha provocado una febril actividad telefónica de Poroshenko tanto con Putin, como con los funcionarios de la CE, Merkel, OTAN y, por supuesto, con sus guionistas del Departamento de Estado en Washington. En estas conversaciones Poroshenko hace promesas contradictorias dependiendo del interlocutor. Su anuncio público de un Acuerdo de Alto al Fuego logrado con Moscú es desmentido y criticado por Yatceniuk y Nalivaychenko ( Primer Ministro y Jefe de Seguridad) portavoces de la política USA y visitantes diarios de la Embajada Norteamericana. Las declaraciones de Obama en Estonia van también en dirección crítica del Plan de Paz de Putin, lo que sin querer fortalece aun más a Novorosia - Poroshenko. La brecha en la Junta entre el bando de la negociación y el bando de la guerra se profundiza.
Para la Milicia del Donbass, detenerse ahora, en medio de sus éxitos militares, sería un suicidio a mediano plazo; pues es evidente la tradición de mentir e incumplir acuerdos por parte de Kiev. La Junta trata de ganar tiempo, reagrupar el ejercito disperso, para evitar quedarse sin FFAA; mientras tanto - esperar la ayuda que se promete de Occidente. La Milicia es consciente de esto, su guerra es de supervivencia, pues su existencia misma está en juego. No va a aceptar promesas sin hechos y garantías y Kiev no está en condiciones ni de lo uno ni de lo otro. Tras la intensa orgía de muerte y destrucción durante el mes de agosto en Donbass, el flujo de voluntarios locales a la Milicia está llegando al nivel de más de 400 diarios, lo cual es una indicación de la tendencia y los ánimos de la población de Novorossia. Esta tendencia basada en su experiencia inmediata de la muerte de sus familiares, amigos, vecinos y la demolición de sus pueblos y ciudades no va a ser posible detener con directrices, aunque procedan de Moscú, y el creciente ánimo de revancha no podrá ser saciado con maniobras diplomáticas.
Por último, hay que señalar el factor determinante, opuesto a cualquier tipo de paz - Occidente. Al estar en el origen, la organización, financiación y cobertura mediática del Euromaidan (el título original que se dio en occidente al putch oligárquico- fascista de Kiev) la posibilidad de dar marcha atrás por la Administración Obama es nula. Esto, junto con los demás problemas internacionales, supondría no sólo su fin político, sino la posibilidad de un Maidan "en casa".
El comportamiento de los enanos políticos de la UE, su mediocridad y dobles raseros, a la espera siempre de los lineamientos de la OTAN, FMI, Bolsa de Frankfurt, la Citti de Londres y Wall Street, es un cero a la izquierda. A pesar de las reuniones, fotos, declaraciones y gesticulaciones, la UE no puede obligar a Putin, para que a su vez obligue a la milicia para que permita a Kiev seguir impulsando la política de genocidio. La Comisión Europea lo sabe, pero ya no puede bajarse del tren de las sanciones y la verborrea a base de ultimátum a la Federación Rusa. Con el miedo asomando por debajo de declaraciones teatrales, se dirigen de lleno hacia un ciclo de represalias económicas que perjudicarán en primer lugar a la propia UE y aumentarán sus contradicciones internas.
La situación política seguirá definiéndose en los campos de batalla en el Donbass, en el sostenido crecimiento de la Resistencia en toda Ucrania, azuzada por la catástrofe económica absoluta, consecuencia de la gran "Metida de Mano" de la UE y el FMI en la política ucraniana. Esto es especialmente notable en las ciudades del sur-este como Jarkov, Odessa, Zaporojzie, Nikolaev, Jerson, pero también en el oeste, y especialmente en Zakarpatie...el invierno se acerca, también para la UE.