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Los menores de tres años no deben ver ningún tipo de televisión.



"Un niño necesita tocar los objetos, llévarselos a la boca... ¿Cómo va a hacer eso con la TV", dice Agnès Vincent-Deray.
Foto:JUAN FRANCISCO SOMALO



"La TV puede retardar el desarrollo de un niño menor de tres años, aunque se trate de programación que se dirija especialmente a ellos". Esta frase debe ser exhibida por todos los canales de televisión en Francia y, con ella, el Consejo Superior del Audiovisual (CSA) pretende proteger a los más pequeños.

La iniciativa surgió este año y es producto del estudio de una comisión de profesionales expertos en la primera infancia, los que fueron convocados por el CSA a raíz de la llegada a Francia de dos canales: Baby First y Baby TV. Uno de Israel y otro de Estados Unidos, ambos promueven programación para menores de 3 años.

"La promoción de estos canales decía, incluso, que su programación les hacía bien a los niños", relata Agnès Vincent-Deray, a cargo del área de protección a la infancia del CSA, quien está en Santiago participando en el Seminario Internacional de Regulación de la Televisión, organizado por el Consejo Nacional de Televisión.

La ejecutiva francesa explica que el CSA no puede prohibir la difusión de estos canales, pues fueron autorizados por Inglaterra y los distribuidores franceses de TV satelital pagada lo incluyeron en su oferta de canales. Pero desde julio han impuesto la medida de que los canales exhiban en pantalla y en sus folletos comerciales la frase que encabeza este artículo.

-¿Qué concluyeron los expertos en relación con esto?

"Hay varios argumentos. La televisión ejerce una influencia nefasta en el desarrollo psicomotor del niño: provoca pasividad, retraso del lenguaje, sobreestimulación y dependencia de la pantalla, y altera el sueño y la concentración. Todos, argumentos que fueron validados por el Ministerio de Salud".

-Pero todo depende de lo que hagan los padres. Si no hay canales para guaguas, los papás las van a poner frente a monos animados para niños mayores.

"Eso da lo mismo. Y lo han demostrado los psiquiatras: una guagua puede estar frente a un documental de guerra o ante dibujos animados, y el daño va a ser el mismo. Pero hay matices. No es lo mismo si un niño de más de dos años mira un DVD infantil por 10 minutos en compañía de sus papás".

-¿Cómo difunden esto entre los padres?

"Tenemos un sitio web donde desarrollamos bien las ideas de los expertos en este ámbito".

-¿Cómo es la clasificación de programas que hace el CSA?

"Hay cuatro categorías: programas que no son aconsejables para menores de 10, 12 y 16 años, y programas que son prohibidos para menores de 18. Además de rotular los programas en estas categorías, los canales deben exhibir spots que explican qué le pasa a los niños cuando ven programas no aptos para su edad: pueden tener problemas para dormir; sufrir pesadillas y estados de angustia".


"La TV no puede convertirse en la nana de los bebés".

AGNÈS VINCENT-DERAY
Miembro del CSA

Õ Los padres peruanos logran cambios

El año pasado, en el Perú, un canal de televisión privado se vio obligado a cambiar de horario la teleserie "Sin tetas no hay paraíso". De las 19:30 horas, pasó a las 22:00. Y todo gracias a una serie de acciones concertadas entre distintos grupos de la sociedad; entre ellos, una agrupación de padres de familia y la Asociación Nacional de Anunciantes.

Así lo permite la ley de radio y televisión peruana, que se promulgó recién en 2004, pero que refleja todo un movimiento social en relación con los contenidos de la pantalla. Esto a través del organismo ConcorTV, un consejo consultivo creado por esta ley, que reúne a una serie de organizaciones civiles y que está influyendo en la autorregulación de los canales.

Miriam Larco, representante de ConcorTV, está en Chile participando en el Seminario Internacional de Regulación de la Televisión. Ella relata que la génesis de este movimiento y de la ley que lo respalda estuvo en el impacto que tuvo en la población, hace algunos años, el caso de corrupción de los grandes canales con los videos de Vladimiro Montesinos.

"Eso provocó un movimiento social muy importante. Se recogieron las ideas de las organizaciones civiles y se trabajó una propuesta hecha por profesionales. Así nació la ley", explica Miriam Larco.

Semáforo de ética

En virtud de ésta, los canales de televisión han creado sus propios códigos de ética. Y el ConcorTV es el encargado de velar por que los cumplan.

En esto ha sido clave una de las organizaciones que lo componen: la Asociación Nacional de Anunciantes, que creó un "semáforo de ética". Cada programa es evaluado con distintos colores. Y los propios televidentes se capacitan para hacer esta evaluación a través de un "observatorio de la ética". Si un programa está rotulado con "luz verde", los avisadores van a estar dispuestos a poner publicidad en ese programa. Y si no, el programa se verá obligado a cambiar.




F:http://diario.elmercurio.com/2008/10/03/vida_y_salud/mas/noticias/7C35FED9-0204-416E-9485-9BE84CBD14C3.htm?id={7C35FED9-0204-416E-9485-9BE84CBD14C3}
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