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Toda la vida se nos dijo que las neuronas no podían regenerarse. Uno nacía con una cierta cantidad y a lo largo del tiempo las iba perdiendo de a poco. Si por alguna razón las neuronas de cierta área del cerebro se morían, se producía un daño irreparable.
Este concepto ha cambiado en los últimos años.
Este es un descubrimiento muy importante y no muy conocido por la gente en general. Tiene implicaciones muy importantes en el caso de tratamientos de enfermedades mentales como el Alzheimer o de lesiones cerebrales.
Hice una pequeña recopilación de artículos que hablan sobre el tema.
Al leerlos, tengan en cuenta la fecha de publicación de cada uno.




Artículo 1:
LAS NEURONAS MUERTAS INDUCEN EL NACIMIENTO DE NUEVAS NEURONAS
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 2000 )

HASTA HACE ALGUNOS AÑOS EL DOGMA INDICABA QUE LAS NEURONAS ERAN LAS UNICAS CELULAS DEL ORGANISMO QUE NO PODIAN RENOVARSE. SIN EMBARGO EN LOS ULTIMOS AÑOS HAN SURGIDO NUMEROSAS EVIDENCIAS QUE DEMUESTRAN QUE EL CEREBRO PUEDE PRODUCIR NUEVAS NEURONAS, AUN EN AQUELLAS ZONAS CEREBRALES RESPONSABLES DE ALTAS FUNCIONES.

Hasta hace muy pocos años se afirmaba que el cerebro nacía con la dotación definitiva de células y que éstas sólo podían morir pero nunca renovarse. Ahora el concepto ha estado cambiando al comprobarse en animales de experimentación (desde pájaros a ratas y primates) que la neurogénesis ocurre normalmente. Con todo, se seguía afirmando que en algunas áreas relacionadas con altas funciones cerebrales (neocorteza), como son las involucradas en la memoria y el aprendizaje, esto no podía ocurrir. Pero nuevos trabajos también han agregado la neocorteza a la lista de regiones cerebrales que también pueden regenerarse (Science. vol 288. Junio 23, 2000. pág. 2111).

En la revista "Nature" de Junio 22 de 2000, el neurocientista Sanjay Magavi y sus colaboradores del Children Hospital de la Universidad de Harvard, reportaron que induciendo la autodestrucción de neuronas ubicadas en la neocorteza de ratas adultas, se gatillaba un proceso de reemplazo de neuronas a partir de células troncales (stem cells). Lo que aún era más interesante, estas neuronas neoformadas migraban a la misma posición y establecían las mismas conexiones que sus predecesoras que habían fallecido. Es decir, el cerebro adulto tenía la capacidad de responder al daño iniciando un proceso de autorreparación. Esto tiene grandes proyecciones futuras, ya que si ocurre también en el cerebro humano, se abren grandes perspectivas para restablecer la memoria en la enfermedad de Alzheimer o para inducir reparaciones de la médula espinal cuando ésta haya sido dañada por algún traumatismo.

COMO SE REALIZO EL TRABAJO
Los autores inyectaron en neuronas de la neocorteza del cerebro de ratas adultas, una sustancia química que se activa por la luz, lo que induce la muerte de ellas (apoptosis). Observaron que estas mismas neuronas muertas potenciaban a células precursoras inmaduras, para que se transformaran en células adultas de reemplazo.

Los investigadores siguieron las huellas de estas nuevas neuronas, mediante una sustancia química trazadora llamada 5-bromodeoxyuridina (BrdU). Ella se incorpora dentro del DNA sintetizado por las nuevas neuronas y se traspasa a las derivadas de ellas. De este modo las pudieron seguir en su migración hacia la neocorteza. Observaron que en esa región aparecían las nuevas neuronas en distintas etapas de desarrollo, desde las más primitivas hasta las completamente desarrolladas.

Por otra parte, otros resultados indicaron que las nuevas neuronas no sólo habían migrado, sino que además habían realizado las conexiones necesarias para su funcionalidad. Incluso éstas enviaban sus axones al tálamo del cerebro. Estos hallazgos demostraron que las nuevas neuronas estaban realizando las mismas conexiones que antes tenían las neuronas que habían muerto. Jeffrey Macklis dijo "tuvimos la evidencia que la inducción de la apoptosis gatillaba un programa de desarrollo de expresión génica que ya estaba presente en la rata cuando era embnón".

Para las próximas etapas, los investigadores planean identificar los genes que controlan el desarrollo de las neuronas, lo cual va a tomar algunos años. "Si ello se logra, se podría llegar a diseñar drogas que reactiven el programa en personas que hayan sufrido daño cerebral, induciendo así al cerebro hacia su propia curación", señaló Macklis.

Fuente:
http://www.creces.cl/new/index.asp?imat=%20%20%3E%20%2066&tc=3&nc=5&art=1087


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Artículo 2:
Regeneración de neuronas

Expertos confirman que el cerebro humano, además de albergar células madre, tiene capacidad para producir nuevas células del sistema nervioso central

Después de muchos años de considerar que el cerebro era incapaz de regenerarse, ahora no sólo se confirma que hay células madre sino que los precursores de las neuronas son capaces de emigrar y movilizarse. Esta plasticidad del sistema nervioso, el cual durante mucho tiempo fue considerado un sistema rígido, alimenta la esperanza de los investigadores que ven en la regeneración neuronal una posibilidad terapéutica en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.

TERESA ROMANILLOS
16 de marzo de 2007

Neurogénesis

Hasta hace poco tiempo se consideraba que la producción de nuevas neuronas después del nacimiento era un fenómeno que ocurría en algunos vertebrados pero no en la especie humana. Desde hace unos años, han aparecido estudios que confirman que en nuestro cerebro no sólo hay células madre sino que también hay neurogénesis, producción de nuevas neuronas. Un grupo de investigadores de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y de la Academia Sahigrenska de Goteborg (Suecia), acaban de publicar en Sciencie, los resultados de una investigación que muestra la ruta que siguen la células madre, capaces de producir nuevas neuronas, hasta alcanzar el bulbo olfatorio.

La ruta que siguen los precursores neuronales parte de una zona del cerebro, los ventrículos laterales, donde se encuentra la fuente originaria de estas células. A través del líquido que baña estas cavidades y el resto del cerebro, estas células alcanzan el bulbo olfatorio, desplazándose unos 20 mm. La imagen de esta ruta se captó con técnicas de microscopía y resonancia magnética. Este hallazgo podría ser un primer paso para movilizar estas células hacia zonas del cerebro dañadas. Por otro lado, también permite pensar en la posibilidad del bulbo olfatorio como fuente de estas células, aptas para ser trasplantadas.

En 1998 se demostró la existencia de neurogénesis en el cerebro adulto. El investigador español José Manuel García Verdugo (Universidad de Valencia) en colaboración con el mexicano Arturo Alvarez-Buylla (Universidad de California) demostraron que la neurogénesis es obra de células madre neuronales con las características propias de los astrocitos, células en forma de estrella que garantizan el funcionamiento de las neuronas. También describieron la «cuna» de las células madre neuronales, situada en la zona subventricular. El trabajo fue publicado hace tres años en Nature. Posteriormente mostraron el camino por el que las nuevas neuronas llegaban al bulbo olfatorio, pero sólo en ratones, tal y como divulgaron en Sciencie.

Una esperanza

Los datos revelan que las neuronas se renuevan de forma constante en el cerebro adulto de mamíferos y otras especies animales, incluido el ser humano. Este hecho biológico, constatado de forma fehaciente en los últimos años, ha significado la caída de uno de los grandes dogmas de la biologíasegún el cual las células nerviosas eran las mismas durante toda la vida. Fernando Nottebohm, director del Laboratorio de Conducta Animal de la Universidad Rockefeller (Nueva York), contribuyó decisivamente al demostrar que en el cerebro adulto de canarios se produce un constante reemplazo neuronal coincidiendo con el aprendizaje de nuevos cantos.

La primera demostración de reemplazo neuronal en adultos fue gracias a un marcador radiactivo del ADN celular y constató que había muchas neuronas que nacían y que, en poco tiempo, eran plenamente funcionales. Si sufrimos una lesión (un accidente vascular cerebral, una fractura de cráneo o padecemos alguna enfermedad degenerativa como el Alzheimer), se destruyen miles de neuronas y se desconectan los circuitos entre ellas haciendo imposible la realización de las funciones que tienen encomendadas. Para impedir que en circunstancias naturales, en ausencia de lesión o enfermedad, se produzca muerte celular, las neuronas están dotadas de mecanismos de autorreparación y autoremodelación constante.

Unas sustancias químicas llamadas neurotrofinas o factores de crecimiento nervioso, que se sintetizan en neuronas especializadas, son las mediadoras del proceso. La ciencia avanza en el conocimiento de la regeneración neuronal por lo que, según creen los especialistas, en años venideros surgirán soluciones terapéuticas para diversas enfermedades que causen daño cerebral o de la médula espinal.

En 2003, el equipo de Maurice A. Curtis, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), publicó el hallazgo de que en la enfermedad de Huntington se produce regeneración neuronal espontánea en la vecindad del núcleo caudado, que es la zona dañada en este proceso. Al confirmar que la neurogénesis ocurre en diversas zonas del cerebro, tanto de manera natural como en respuesta a distintas lesiones, cobra más verosimilitud la posibilidad de que funcionen los transplantes de neuronas y aumenta el interés por encontrar cómo promover la neurogénesis de manera artificial, actuando sobre los genes, proteínas y factores tróficos que la regulan.

La teoría de Cajal

Pronto se cumplirán 100 años desde que Ramón y Cajal vaticinó la regeneración neuronal. El premio Nobel se adelantó con creces a su tiempo ya que el cerebro pasó de ser considerado un sistema estático a otro en constante cambio. En 1905, Cajal inició el estudio de la degeneración y regeneración del sistema nervioso, publicando numerosos artículos que fueron resumidos en el libro Estudios sobre la Degeneración y Regeneración del sistema nervioso.

Aún hoy vigente, Cajal afirmaba que cualquier axón seccionado podía regenerarse. Observó que al producirse la sección de un axón, la porción proximal que quedaba vinculada al cuerpo de la neurona intentaba regenerarse. Este tipo de regeneración fue denominado «brote abortivo», porque si bien en el extremo proximal del axón seccionado se producían yemas de múltiples prolongaciones, éstas eran de muy corta distancia. Como contrapartida, estudios posteriores demostraron que los axones son capaces de regenerarse en trayectos extensos.

Uno de las mayores aportaciones de Cajal fue la de demostrar que el sistema nervioso estaba formado por una red de células nerviosas que estaban contiguas pero manteniendo la independencia entre ellas, contrariamente a lo que se había creído hasta entonces. En 1920, los principios teóricos de Cajal se confirmaron experimentalmente: la transmisión entre las neuronas se realizaba no a través de impulsos eléctricos sino a través de sustancias químicas. El sistema nervioso central está formado por unos 100.000 millones de neuronas conectadas unas con otras y responsables del control de todas las funciones mentales.

Cajal demostró, contrariamente a lo que se creía, que el sistema nervioso estaba formado por una red de células nerviosas contiguas pero independientes entre ellas

Neuronas

Cada una de estas células está formada por un núcleo, que controla todas las actividades celulares y un citoplasma o cuerpo celular de donde emergen las prolongaciones nerviosas: el axón y las dendritas. El axón trasmite mensajes de una neurona a otra y puede llegar a medir más de un metro, como en el caso de las neuronas que transmiten un impulso desde la corteza cerebral hasta la zona inferior de la médula espinal. Las dendritas son las ramificaciones del cuerpo celular que reciben los mensajes que llegan a través de los axones de otras neuronas. Cada neurona está conectada con miles y miles de otras neuronas a través de axones y dendritas. Los puntos de contacto son las sinapsis, de las que cada neurona tiene por término medio hasta 15.000.

Al llegar el impulso en forma de potencial eléctrico al final del axón origina la liberación de unos mensajeros químicos (neurotransmisores) que atraviesan el espacio entre las sinapsis y se acoplan a las dendritas de la neurona vecina. Los fármacos del sistema nervioso actúan precisamente a este nivel, potenciando o inhibiendo los neurotransmisores. El papel fundamental de las neuronas es comunicarse entre sí millones de veces por segundo. Nuestro sistema nervioso es como una gran red de telecomunicación por la que circulan, día y noche, millones de llamadas telefónicas a velocidades increíbles.

Fuente:
http://www.consumer.es/web/es/salud/investigacion_medica/2007/03/16/160809.php

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Artículo 3:

20 febrero 2007
Regeneracion de Neuronas

De el blog de Don Fernando Flores
Un reciente descubrimiento que promete abrir nuevas posibilidades para la investigación del cerebro y sus males fue publicado en la revista Science. La BBC comenta este hallazgo en la siguiente nota: ¿Neuronas que se regeneran?Un grupo de investigadores internacionales dijo haber descubierto un tipo de neurona que se regenera de manera continua en los seres humanos.Los expertos identificaron que un grupo de células especiales "migran" y crean nuevas células nerviosas en la parte del cerebro responsable del sentido del olfato. Anteriormente, científicos habían detectado este mecanismo en ratones y ratas, y hasta ahora se pensaba que no existía en seres humanos. Los expertos señalan que los resultados del estudio, publicado en la revista científica Science, abren la posibilidad para otras investigaciones en torno a la reparación del cerebro como, por ejemplo, en el caso de pacientes con la enfermedad de Alzheimer. El viaje de transformación Los investigadores de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y de la Academia Sahlgrenska, en Suecia, demostraron la existencia de células madre en ciertas zonas del cerebro, justamente debajo de cavidades llenas de líquido encéfalo raquídeo, denominadas ventrículos. Tras localizar las células los científicos intentaron explicar cómo éstas llegan a ocupar esa parte específica del cerebro. Se sabía que en muchas especies, un conducto lleno de fluido cerebral permitía a este tipo de células desplazarse hasta el bulbo olfatorio -la región del cerebro que registra los olores- transformándose durante el trayecto en células nerviosas. Hasta ahora, este mecanismo no se había detectado en humanos. ¿Cómo detectaron el mecanismo? A través del uso de diversas técnicas, entre ellas un poderoso microscopio de electrones, el equipo fue capaz de identificar el conducto y demostrar que contenía tanto células madres como otras que, mientras se desplazaban, se convertían gradualmente en células nerviosas. Los expertos indicaron que el aumento de células nerviosas en el bulbo olfatorio permite una respuesta a diferentes estímulos más efectiva durante la vida de una persona. Los científicos señalaron que los resultados podrían ser importantes para investigaciones futuras sobre la regeneración de neuronas en pacientes con enfermedades como el Alzheimer. También destacaron que los estudios en ratones podrían ser aplicados a humanos. El doctor Marx Baxter, de la Universidad de Oxford, señaló que "este estudio es importante porque revela un grupo de neuronas en el cerebro humano adulto que continuamente se están regenerando." "El estudio abre otra vía por medio de la cual podríamos descubrir formas para reparar cerebros humanos dañados producto de accidentes o enfermedades. Además, se enfatiza la importancia de la investigación con animales, como guía para el estudio biomédico en humanos." Por su parte, el profesor Sebastian Brandner, jefe de la dirección de neuropatología del Instituto de Neurología de la University College London, señaló que: "La comprensión de la biología de las células madre es esencial en el estudio del proceso regenerativo del cerebro en el caso de enfermedades neurodegenerativas, e incluso sería posible que las células madre sean la fuente de algunos tumores cerebrales", concluyó.

Fuente:
http://edgardourrea7.blogspot.com/2007/02/regeneracion-de-neuronas.html

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Artículo 4:
NEUROGÉNESIS; crean neuronas de células madre y describen su desarrollo en el hipocampo cerebral

Emil Domec

Actualizada: 23/11/2005

La formación de las neuronas a partir de células madre que hasta hace poco no se entendía su secuencia de migración para alcanzar la capa glandular del cerebro en que cumplen su función específica, cuánto tiempo lleva su proceso y como se interconectan con otras neuronas alojadas en el hipocampo, era el misterio que consiguió develarse por un trabajo que fué publicado en The Journal of Neurocience en el Congreso de la Sociedad Neurociencias de EE.UU realizado en Washington.

Este mecanismo descubierto es de comprensión decisiva para el desarrollo de estrategias destinadas a combatir enfermedades neurodegenerativas, que vienen trabajándose desde hace varios años cuándo se pensaba que en el cerebro adulto las neuronas que se destruían no se podían regenerar.
El argentino Fernando Nottebohm es un zoólogo, neurólogo y ornitólogo de gran trayectoria, especializado en el canto de las aves. Ha ganado prestigio mundial con éste descubrimiento, el proceso por el cual las neuronas se reproducen y el tejido nervioso se regenera va en contra de lo que hasta el momento era casi un dogma central en la neurología: las neuronas sólo pueden morir, nunca reproducirse y comprobó que las neuronas de los canarios se reproducen, pudiendo generarse veinte mil nuevas cada día. Y lo más sorprendente: incluso en las hembras se dá la neurogénesis y éstas adquieren la capacidad del canto, cuando son inyectadas con hormonas masculinas
Hoy sabemos que la neurogénesis, es decir, la diferenciación de nuevas neuronas a partir de células precursoras, ocurre en dos zonas muy concretas de nuestro cerebro: el bulbo olfatorio y el hipocampo. El bulbo olfatorio se encarga de recibir y procesar información de los quimiorreceptores del epitelio olfatorio, mientras que el hipocampo está implicado en una de las más enigmáticas propiedades de nuestro sistema nervioso central, la memoria, lugares donde participan los procesos de aprendizaje. La formación del hipocampo se ha asociado desde hace tiempo a la ejecución de funciones cognoscitivas de orden superior, y su degradación a causa del estrés y el envejecimiento se ha relacionado con algunas alteraciones cognoscitivas. Recientemente se han realizado esfuerzos de investigación en la neurogénesis hipocámpica para entender la participación de la formación hipocámpica en la mediación de comportamientos normales y patológicos
Para entender éste proceso explica el biólogo argentino Dr.Alejandro Schinder, se inyecta en el hipotálamo de un ratón adulto un virus con una proteína fluorescente verde como marcador para las células progenitoras que se dividen y así poder seguir su desarrollo durante cuatro semanas en sus diferentes intérvalos. En la primer semana se observa apenas las células con forma de neuronas con inicial capacidad de transmitir impulso nervioso. A las dos semanas siguentes se podían conectar con otras células neuronales del hipocampo y liberan un neurotransmisor llamado GABA (ácido gamma aminobutírico). A las cuatro semanas encontraban un potencial mayor y apariencia externa madura recibiendo conexiones de 2 clases neuronales, las que liberan GABA y aquellas que expresan otro neurotransmisor llamado '' glutamato'' que para diferenciarlo se colorearon de color azul para seguir su trazabilidad.
Así se completa el ciclo cuando alcanzan su total madurez y conectan en su red neuronal con otros ganando su migración dentro de la capa granular, descubriendo que las neuronas en el hipocampo adulto sigue el mismo orden que tiene en el embrión.
Ésto sugiere que la secuencia está ligada por el programa genético de la célula y por su ambiente que la rodea, aclara el Dr Zinder, director del Laboratorio de la Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir argentino donde se llevaron las investigaciones que por primera vez pudieron describir como hacen las células madre del cerebro adulto convertirse en neuronas.
El descubrimiento de la neurogénesis ha abierto un camino para el desarrollo de investigaciones que, de ser exitosas, permitirían inducir la regeneración de neuronas en los seres humanos con lesiones cerebrales hasta ahora irreversibles como el Mal de Alzheimer.

Fuente:
http://www.noticias.com/articulo/23-11-2005/emil-domec/neurognesis-crean-neuronas-celulas-madre-y-describen-su-desarrollo-hipocampo-cerebral-4nmg.html

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Artículo 5:

Neurogénesis
De Wikipedia, la enciclopedia libre


La neurogénesis es la producción de nuevas células del sistema nervioso central, es decir, de neuronas.

Hay que distinguir entre la neurogénesis en el desarrollo y la neurogénesis en seres adultos.


Neurogénesis en adultos

La producción de nuevas neuronas tras el nacimiento fue negada hasta bien avanzada la segunda mitad del siglo XX. Hoy día se sabe que tanto las neuronas como las células gliales se siguen reproduciendo durante toda la vida de los organismos, especialmente del ser humano.

Asimismo, se ha demostrado que tanto la actividad cerebral como la actividad física favorecen la neurogénesis.

Depresión y neurogénesis

Estudios de 2006 parecen probar que la fluoxetina actúa sobre la depresión acelerando la neurogénesis, con lo que la formación de nuevas neuronas sería parte del mecanismo que alivia la depresión.

Referencias

* Gerd Kempermann: Neurogénesis en Mente y cerebro, nº19, julio 2006.
* Neurogénesis en Mente y cerebro, nº22, enero 2007.

Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Neurog%C3%A9nesis

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Artículo 6:
Formación de nuevas neuronas en la corteza cerebral adulta: otro dogma que cae
Por José Carlos Dávila Cansino

Aquellos que trabajamos en eso de la investigación estamos acostumbrados a ver una y otra vez cómo verdades "inmutables" se vuelven falsas interpretaciones con el paso de los años o con la aparición de nuevas técnicas o experimentos. A todos nos han contado en alguna ocasión, no sin fundamento, que cuando nacemos tenemos todas las neuronas que podemos tener en nuestro cerebro y que, en todo caso, lo que sucede es una pérdida irremediable de muchas neuronas desde ese momento, que se ve incrementada conforme nos acercamos a la vejez. Que las neuronas maduras son células altamente diferenciadas que no se dividen y tampoco se generan en el cerebro adulto es algo que está escrito en los libros desde hace mucho tiempo.

Estas afirmaciones tan contundentes empezaron a tambalearse hace ya años, con la observación, de forma independiente por distintos investigadores, de procesos de neurogénesis (formación de neuronas) en ciertas regiones del cerebro de vertebrados adultos. Así, quedaba demostrado que la formación de neuronas nuevas a partir de células precursoras inmaduras no era algo imposible en el cerebro adulto, aunque se tratara de vertebrados "inferioresí. Entre los casos más conocidos estaban la neurogénesis adulta en algunas áreas del cerebro de reptiles y en ciertas regiones cerebrales implicadas en la conducta del canto en aves (ver "El canto de las aves: una cuestión de neuronas". Encuentros en la Biología 24, 1995). Más tarde, la neurogénesis adulta se "extendióí también al cerebro de los mamíferos, aunque esta formación de nuevas neuronas quedaba restringida a determinadas regiones "filogenéticamente antiguas" como el bulbo olfatorio o el hipocampo. De forma implícita, estos descubrimientos parecían sugerir que la neurogénesis adulta podía considerarse como un fenómeno más relacionado con cerebros o áreas cerebrales "primitivasí y que de alguna manera reflejaba cierto grado de "inmadurezí en la estructura. En cuanto al papel de las neuronas formadas de nuevo, en la mayoría de los casos solo había sugerencias. Unas veces, la neurogénesis estaba precedida de muerte neuronal (caso de las regiones del canto en las aves), por lo que las neuronas recién formadas iban a ocupar el lugar de sus predecesoras, pero en la mayoría de los casos, las nuevas neuronas simplemente pasaban a incrementar el número existente.

Con esta visión de la neurogénesis adulta como un proceso de marcado carácter primitivo, no resultaba extraño que no se hubiera descrito (¿o estudiado?) este fenómeno en la neocorteza de mamíferos, denominada ésta como la corteza cerebral filogenéticamente más reciente y sólo presente en mamíferos. Es más, parecía existir cierto clamor entre los neurocientíficos en contra de la posibilidad de neurogénesis en la neocorteza de mamíferos adultos y todavía más si de primates o de la especie humana se trataba.

Pues bien, los cimientos de la neurobiología han vuelto a temblar de nuevo, al menos para aquellos que se encuentran anclados a las viejas creencias. A finales de este año pasado, aparecía en la prestigiosa revista Science un artículo donde se demostraba la existencia de neurogénesis en el neocórtex de primates adultos (Gould et al., 1999. Science, 286: 548-552).

Mediante la inyección de bromodeoxiuridina, una técnica que se emplea para marcar las células proliferantes y su descendencia, estos autores ponían de manifiesto la producción de nuevas células en áreas asociativas (cortezas prefrontal, temporal inferior y parietal posterior) de la neocorteza de macacos adultos. Estas células expresaban marcadores específicos de neuronas (como la enolasa neuronal), lo que dejaba claro que las células generadas eran neuronas y no células gliales y, además, extendían sus axones para formar conexiones funcionales.

Los autores del artículo señalan que el número de neuronas formadas diariamente en estas áreas debe ser mucho mayor que el que ellos observan, ya que la bromodeoxiuridina inyectada solamente está disponible para ser incorporada por las células proliferantes durante dos horas tras la inyección; por lo tanto una sola inyección de esta sustancia marcará una fracción de todas las células que se dividan en 24 horas.

Las áreas asociativas están implicadas en la plasticidad conductual (mediante el aprendizaje y la memoria), por lo que es concebible que las nuevas neuronas añadidas a estas áreas en el adulto jueguen un papel especial en dichas funciones. Estos investigadores sugieren que las neuronas recién formadas pueden ser capaces de sufrir cambios estructurales rápidamente y, por lo tanto, servir como un sustrato para el aprendizaje.

Se abren nuevos horizontes y caen "viejos" tópicos.

José Carlos Dávila Cansino es Profesor Titular de Biología Celular en la Universidad de Málaga

Fuente:
http://www.encuentros.uma.es/encuentros63/neurogenesis.html

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(Editado para corregir los links a las fuentes)