Pongamos que queremos comprarnos una consola de las nuevas, pero no tenemos dinero para ello. ¿Qué hacemos? Pues una opción tan rápida como fraudulenta e ilegal sería robarle a un vecino una tarjeta bancaria nueva que había solicitado del buzón, comprarnos una PlayStation 4 con ella y a darle al pad.
Esto fue lo que un joven de 25 años de Valladolid hizo en agosto de este año. La víctima del robo solicitó al banco una tarjeta que nunca le llegó, llevándose una sorpresa al ver que el banco le demandaba un recibo de 410€ por la compra online de una PS4. Una compra pagada con la tarjeta que nunca recibió.
Un mes de investigaciones y pesquisas después, la policía le ha echado mano al ladrón e incautado su consola. El joven está acusado de un delito de estafa a través de internet, y se desconoce a la pena a la que se enfrentará por ello.